SOLEDAD MARTÍNEZ (Wikén)
(25 febrero) MACERADO (Av. Portales 1685, Ruta 68. Casablanca, fono 32- 274 1453): “En una casa rodeada de jardines nos recibe una pizarra con el atractivo menú del día ($12.500) y a la mesa llegan ricos pancitos calientes, un chancho en piedra sabroso y diferente, y bocaditos que nos tocaron de salmón marinado al tomillo. En el menú, abundante ensalada tibia de camarones sobre hojas verdes con aceite de oliva, balsámico y ajo; cuatro trozos de vilagay -cada vez vemos, felizmente, mayor oferta de pescados de roca- traído de Quintay, acompañado de papas chaucha con cebolla y tocino, y ensalada de pimientos; de postre, tarta de fruta con berries y helado. De la carta elegí media langosta (como insinué días atrás, tenía al respecto una deuda pendiente conmigo misma), ligeramente sobrecocida, que tentaba no sólo por su original y exquisita combinación con un salteado a la mantequilla de cangrejo dorado, proveniente también de la isla Robinson Crusoe, sino por el precio ($13.500). El otro pedido fue cordero costino de San Jerónimo ($8.200) en cortes bajos y con bastante grasa, marinados en romero y ajo, con una inmejorable ensalada caliente de porotos granados y salteo de cebolla y albahaca.”
ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(25 febrero) EL TORO (Loreto 33, Santiago Centro, fono 737 5937): “… la escena fue ésta: un cebiche de salmón (en cortes irregulares y que califica para tártaro, con fondos de alcachofa, lechuga y palta, a $5.800), una pasta con camarones y ostiones ($6.100, poco ligada, con una salsa de tomates muy líquida) y una plateada a la cazadora, con salsa espesa y abundantes champiñones y papas salteadas, lo mejor de la visita ($4.800).
Como los postres no son una ganga, y luego de tener tres platos sobre la mesa el deseo de rematar con dulce se hizo escaso, así fue esta verificación: la vida sigue igual en Loreto 33.
RODOLFO GAMBETTI (Las Últimas Noticias)
(26 febrero) DOMINÓ (Isidora Goyenechea 2930, Las Condes, fono 411 0600): “… en 2009 abrió en Isidora Goyenechea un local que se llama igual, con sus deliciosos sánguches, pero amplio y cómodo, ambientado al siglo XXI. Donde maridaron sus emparedados con las cervezas. O sea, casaron sánguches con chelas: una fresca cerveza Radeberger ($2.200) con ave dinámica, el toque amargo de una Imperial ($1.800) con vienesa italiana, una Kross golden ale ($2.000) para el lomito a lo pobre. Pruebe su filete rodeo con el tostado de una Soma brown ale $2.200) o póngale la divina Gulden Draak ($2.400) al filete suizo. Y por cierto, use la española y espumante Inedit ($4.200) como aperitivo. O, por cierto, intente combinar a su pinta un contundente plato con alguna de las 26 escogidas etiquetas cerveceras del local. No sólo es ahora una buena idea con los calores, sino que espérese a juntar suculento sánguche de lomo con cerveza oscura y espesa, cuando refresque el otoño.”
BEGOÑA URANGA (El Sábado)
(26 febrero) EL CARAMAÑO (Purísima 257, Barrio Bellavista, fono 737 7043): “Su arriesgada apuesta, cocina chilena-picada-crisis de los 80, dio resultado y El Caramaño se ha mantenido por tres décadas, fiel a sus principios. Claro que con algunos cambios.” “En una pizarra se presentan los "regaloneos" del día. Causeo de patitas, imperdible. En trozos pequeños, con queso de cabra, bien aliñadas, un plato sencillo, bien preparado y delicioso. Para picotear, empanadas de tamaño medio, de pino, queso o mariscos.” “Para continuar, un congrio frito, acompañado de puré de ensalada de palta. El trozo de pescado era de un tamaño perfecto, no muy ancho, más bien delgado, cubierto de un batido excelente. Además, un glorioso lomo a lo pobre. La carne y el huevo frito, nada que decir. La cebolla era apenas pochada, le faltó un poco más de cocción para acompañar bien el plato. Las papas fritas eran caseras, de buen corte pero también les faltaba un poco más de fritura para ser perfectas.” “Realmente una sorpresa. Una grata sorpresa, a precios más que módicos.”
PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(27 febrero) LOMITS (Av. Providencia 1980, fono 233 1897): “Un clásico de Providencia, esta sanguchería con barra y mesas está allí desde hace muchos años. Con sus manteles rojos y blancos y sus mozos expertos, Lomit's es ya parte del inventario de la comuna.” “Al examinar la carta me causó ternura -no sé cómo explicarlo mejor-, o tal vez nostalgia; el orden de los platos y las cosas que se ofrecen, como un capítulo especial para huevos y tortillas, algo casi extinto, y también los canapés de machas frescas o los de puntas de espárrago.” “… compartimos primero un crudo, que estaba muy bueno, venía perfectamente aliñado desde la cocina, y muy sabroso, con sus tostadas con mantequilla. Nuestro amigo pidió un barros luco en pernil con palta, que le encantó, pero en verdad era una oda al colesterol, muy bueno el pernil. Mi hamburguesa en frica me pareció un tanto apretada en su textura y aplastada en su presentación.”
YIN Y YANG (La Segunda Internet)
(25 febrero) HOUSE OF MORANDE (Ruta 68, cruce Algarrobo, Casablanca): “Destacan el cebiche House, con ostiones, camarones y pescado del día (que era blanquillo), cebolla morada, rocoto, jengibre y cilantro (con un sauvignon blanc Terrarum Reserva 2009, $ 7.100); la brandade de congrio molido con crema al azafrán, que probamos y en verdad tenía una consistencia espesa y nada cremosa, con olivas negras en trocitos y espárragos (con chardonnay Gran Reserva 2009 Terrarum, $ 8.100, y el carpaccio de filete con mostaza y pimienta negra servido con escalibada, queso parmesano y alcaparras (con merlot Reserva 2009 Terrarum, $ 7.100)." " Entre los platos principales hay ossobuco de wagyu, que pedimos y estaba bastante mejor, estofado al vino tinto con un timbal de puré de papas (o más bien papa chancada, como es frecuente ahora), con tomate, albahaca y bastante queso de cabra fundido, más un picadillo de carne en salsa con verduras y trocitos de tocino crujiente (con syrah-cabernet sauvignon Edición Limitada 2007, $ 11.900); risotto negro en tinta de calamar con mariscos salteados y finas hierbas (con merlot Reserva Vistamar Sepia, $ 10.200), y magret de pato marinado en miel y jengibre, sellado a la plancha y servido con salteado de espinacas, hinojo y mango en reducción de oporto (con cabernet franc Edición Limitada, $ 13.900).” “Se ofrece, además, un menú de degustación y cada plato con su vino, a $ 18.900, que en esta carta se compone de varias de las recetas mencionadas, como el cebiche, el carpaccio, el risotto, el ossobuco y la crème brûlée. El local atiende entre 10 y 18 horas y posee una amplia y fresca terraza cubierta, con vista al paisaje y temperatura ideal para el verano.”
CARLOS REYES (Unocome.cl)
(27 febrero) RINCÓN AUSTRIACO (3 Norte 105, Viña del Mar, fono 32 – 268 3692): “Su dueño, un exingeniero austriaco afincado en Chile desde hace décadas, busca darle en el gusto a una clientela claramente mayor, claramente conservadora y que disfruta de los valses vieneses que, de seguro, los trasladan fuera del verano, de Viña, de Chile y de esta época. Pero por supuesto, la comida ayuda y si se vencen los prejuicios etáreos y de onda, cualquier persona podrá obtener una comida con clase en su comedor, que por lo demás es muy bien servido.” “Para la foto y luego para el paladar, llegó el Pernil Asado ($ 7.900) que viene ahumado desde Llanquihue (Moedinger), el que tras calentarse al microondas (el dueño es ingeniero, confía en la tecnología) sólo para soltar un poco la grasa, es cocinado durante unos 40 minutos a fuego lento para que el cuero abundante forme una cobertura crocante, que se funde con el sabor ya adosado al cerdito sureño. Su piel, encima, era una galleta (no le gustó mucho que dejara buena parte del cuero, pero no estamos en los Alpes y es verano ¿No?); en su interior, una textura firme y dos acompañamientos agradables como el puré a la albahaca y chucrut casero, que ayudaron a aportar la siguiente convicción: que en ese restaurante se trabaja en serio. Y todos los días del año.”
BEGOÑA URANGA (El Sábado)
(26 febrero) EL CARAMAÑO (Purísima 257, Barrio Bellavista, fono 737 7043): “Su arriesgada apuesta, cocina chilena-picada-crisis de los 80, dio resultado y El Caramaño se ha mantenido por tres décadas, fiel a sus principios. Claro que con algunos cambios.” “En una pizarra se presentan los "regaloneos" del día. Causeo de patitas, imperdible. En trozos pequeños, con queso de cabra, bien aliñadas, un plato sencillo, bien preparado y delicioso. Para picotear, empanadas de tamaño medio, de pino, queso o mariscos.” “Para continuar, un congrio frito, acompañado de puré de ensalada de palta. El trozo de pescado era de un tamaño perfecto, no muy ancho, más bien delgado, cubierto de un batido excelente. Además, un glorioso lomo a lo pobre. La carne y el huevo frito, nada que decir. La cebolla era apenas pochada, le faltó un poco más de cocción para acompañar bien el plato. Las papas fritas eran caseras, de buen corte pero también les faltaba un poco más de fritura para ser perfectas.” “Realmente una sorpresa. Una grata sorpresa, a precios más que módicos.”
PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(27 febrero) LOMITS (Av. Providencia 1980, fono 233 1897): “Un clásico de Providencia, esta sanguchería con barra y mesas está allí desde hace muchos años. Con sus manteles rojos y blancos y sus mozos expertos, Lomit's es ya parte del inventario de la comuna.” “Al examinar la carta me causó ternura -no sé cómo explicarlo mejor-, o tal vez nostalgia; el orden de los platos y las cosas que se ofrecen, como un capítulo especial para huevos y tortillas, algo casi extinto, y también los canapés de machas frescas o los de puntas de espárrago.” “… compartimos primero un crudo, que estaba muy bueno, venía perfectamente aliñado desde la cocina, y muy sabroso, con sus tostadas con mantequilla. Nuestro amigo pidió un barros luco en pernil con palta, que le encantó, pero en verdad era una oda al colesterol, muy bueno el pernil. Mi hamburguesa en frica me pareció un tanto apretada en su textura y aplastada en su presentación.”
YIN Y YANG (La Segunda Internet)
(25 febrero) HOUSE OF MORANDE (Ruta 68, cruce Algarrobo, Casablanca): “Destacan el cebiche House, con ostiones, camarones y pescado del día (que era blanquillo), cebolla morada, rocoto, jengibre y cilantro (con un sauvignon blanc Terrarum Reserva 2009, $ 7.100); la brandade de congrio molido con crema al azafrán, que probamos y en verdad tenía una consistencia espesa y nada cremosa, con olivas negras en trocitos y espárragos (con chardonnay Gran Reserva 2009 Terrarum, $ 8.100, y el carpaccio de filete con mostaza y pimienta negra servido con escalibada, queso parmesano y alcaparras (con merlot Reserva 2009 Terrarum, $ 7.100)." " Entre los platos principales hay ossobuco de wagyu, que pedimos y estaba bastante mejor, estofado al vino tinto con un timbal de puré de papas (o más bien papa chancada, como es frecuente ahora), con tomate, albahaca y bastante queso de cabra fundido, más un picadillo de carne en salsa con verduras y trocitos de tocino crujiente (con syrah-cabernet sauvignon Edición Limitada 2007, $ 11.900); risotto negro en tinta de calamar con mariscos salteados y finas hierbas (con merlot Reserva Vistamar Sepia, $ 10.200), y magret de pato marinado en miel y jengibre, sellado a la plancha y servido con salteado de espinacas, hinojo y mango en reducción de oporto (con cabernet franc Edición Limitada, $ 13.900).” “Se ofrece, además, un menú de degustación y cada plato con su vino, a $ 18.900, que en esta carta se compone de varias de las recetas mencionadas, como el cebiche, el carpaccio, el risotto, el ossobuco y la crème brûlée. El local atiende entre 10 y 18 horas y posee una amplia y fresca terraza cubierta, con vista al paisaje y temperatura ideal para el verano.”
CARLOS REYES (Unocome.cl)
(27 febrero) RINCÓN AUSTRIACO (3 Norte 105, Viña del Mar, fono 32 – 268 3692): “Su dueño, un exingeniero austriaco afincado en Chile desde hace décadas, busca darle en el gusto a una clientela claramente mayor, claramente conservadora y que disfruta de los valses vieneses que, de seguro, los trasladan fuera del verano, de Viña, de Chile y de esta época. Pero por supuesto, la comida ayuda y si se vencen los prejuicios etáreos y de onda, cualquier persona podrá obtener una comida con clase en su comedor, que por lo demás es muy bien servido.” “Para la foto y luego para el paladar, llegó el Pernil Asado ($ 7.900) que viene ahumado desde Llanquihue (Moedinger), el que tras calentarse al microondas (el dueño es ingeniero, confía en la tecnología) sólo para soltar un poco la grasa, es cocinado durante unos 40 minutos a fuego lento para que el cuero abundante forme una cobertura crocante, que se funde con el sabor ya adosado al cerdito sureño. Su piel, encima, era una galleta (no le gustó mucho que dejara buena parte del cuero, pero no estamos en los Alpes y es verano ¿No?); en su interior, una textura firme y dos acompañamientos agradables como el puré a la albahaca y chucrut casero, que ayudaron a aportar la siguiente convicción: que en ese restaurante se trabaja en serio. Y todos los días del año.”