miércoles, 16 de marzo de 2011

BUENOS PALADARES

LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA

CARLOS REYES
(Unocome.cl)
(9 marzo) EL ANCLA (Santa Beatriz 191, Providencia, fono 264 2275): “Luego de tres años funcionando en La Cisterna consiguió convertirse en el principal referente de la cocina marina en Santiago Sur. No sólo es la opinión de quien suscribe, sino también de bloggers amigos, gente que publica en diarios, los medios en general y del comensal anónimo que permitió que El Ancla pasara de tener cupo para 70 personas, a ser un respetable comedor para más de 200 cupos y donde hay que ser un tipo muy afortunado para encontrar estacionamiento a la puerta, en cualquier día y hora de la semana, en el medio de la nada en Vespucio.” “En esta nueva etapa, la idea es imponer dos argumentos que suelen no fallar en el medio local: cantidad por precio, con el agregado de buena sazón y frescura a concho, lo que debería redundar en una feliz muerte de la mufa en esa casona, y de la recuperación de esa zona de Providencia para la buena cocina.”

YIN Y YANG (La Segunda Internet)
(10 marzo) BISTRÓ (8 Norte 375, Viña del Mar, fono 32-297 6174): “El “Bistró” está instalado con simplicidad y buen gusto y dispone a la entrada de una agradable terraza cubierta. Quizás su mayor diferencia con el local anterior esté en que ahora da menos importancia al rubro carnes y enfatiza en cambio la oferta de pescados, aunque el conjunto de la carta resulta bastante equilibrado, con un acento mediterráneo que no excluye otros aportes, como algunos íconos de origen americano o asiático (cebiche peruano, crema de almejas estilo New England, tempura de salmón).” “En materia de pescados y mariscos, presenta salmón y mahi mahi pascuense a la parrilla, así como este último y atún en recetas más elaboradas ($ 7.500 a $ 10.700). En carnes, suculentos trozos de vacuno: filete toscano, bife de lomo grillé y medallón de Angus ($ 8.400 a $ 8.600).” “Sin duda, el “Bistró” en su nueva locación se halla entre los cuatro o cinco mejores restaurantes de Viña del Mar.”

SOLEDAD MARTÍNEZ (Wikén)
(10 marzo) SOUL OF INDIA (Vitacura 4111, fono 228 2825): “Para comenzar nos sirvieron unas hojas de harina de garbanzo con tomate, cebolla y cilantro, muy livianas, y salsas para untar de cilantro con menta, tomate picante y la clásica raita de yogur y pepino. Como novedad había una torta de camarones ecuatorianos trozados, rellena con pasta de tomate al garam masala, cubierta de delgada capa de los mismos camarones con algo de crema, y que debe comerse recién hecha para que no se endurezca ($9.600). Del horno tandoori probé pollo en cortes redondos con suave salsa de tomate y almendras ($6.800), y como curry rojo, el de cordero marinado en yogur, con pimiento rojo y verde, almendras y garam masala ($6.900), todo acompañado de arroz basmati con frutos secos ($4.900), finas lentejas algo perjudicadas por cebolla muy crujiente ($4.000) y cerveza británica Taiphoon, con lemon grass, elaborada expresamente para esta comida ($4.900).”

ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(10 marzo) LA CASA VIEJA (Vitacura 8411, fono 202 0355): “Para dar inicio a este tour por la tradición, aros de cebolla ($1.990) de verdadera cebolla (al punto que el retoño, fanático de los de trupán, los rechazó... Oh tempora, oh mores) y unos bastones de congrio fritos ($3.890) con una salsa tártara no muy gloriosa (muy molidos los ingredientes, no se pegaba la salsa al pescado). Todo esto con dos bebidas servidas al acto y una carta de vinos muy bien provista.” “Luego fue el turno de la plateada BLANDA y a lo pobre ($7.390), con papitas fritas de verdad, pero un poquito muy hechas. De todas formas, todo el resto del acompañamiento muy ok. Y, para el contertulio, un trozo de costillar ahumado al horno con una papa parada, igual de bueno y sabroso ($5.690).” “Para el postre, lo que amerita una cita con este recetario de la chilenidad: un flan de la casa ($2.090) bañado en caramelo. Eso sí, antes hubo que pedir un doggy bag para llevarse parte de la carne... lo que corrobora que la cantidad es parte de la propuesta simple y honesta de La Casa Vieja, donde todo funciona harto bien (menos la música, del tipo sala de espera de dentista, ojo).

RODOLFO GAMBETTI (Las Últimas Noticias)
(10 marzo) GRILL 2920 (Hotel InterContinental, Luz 2920, Las Condes, fono 381 5500): “Con la buena mano del chef Felipe Farías y una carta que habrá que aprender de nuevo. Desde una deliciosa “Ensalada 2920” con berenjenas, zucchini y tomates encurtidos, jamón crudo y espinaca fresca, hasta carnes (promedio $9.000). Desde el lomo liso al punto que uno pida, con nueve agregados, al soberbio Chateaubriand para dos. Y tártaro de atún con palta y buena salsa asiática ($4.900), langostinos a la parrilla o un sabroso plato de wagyú. Buenos vinos, tentadores postres: pruebe el Pecador ($3.500), que lleva helado de chocolate blanco y naranjas confitadas, queque marmoleado, salsa de manjar y crocante de avellanas. En realidad, un pecado imperdible.”

BEGOÑA URANGA (El Sábado)
(11 marzo) PACHAMAMA (Antonio Varas 2207, fono 885 0035): “En plena Antonio Varas, cerca de Santa Isabel, renació un lugar que antaño no tuvo mucho brillo y que hoy, con el nombre de Pachamama y nuevos dueños, tiene encantado al público.” “Para comenzar, un picoteo mixto, caliente, para compartir. Unas ricas croquetas de pescado, brochetas de carne y camarón, wantanes de camarón y un pulpo suave y gustoso. Todo muy rico.” “Luego un congrio al ajillo con arroz, del que no quedó nada. Sabroso, en el punto justo de sabor, con una salsa ligera que acompañaba muy bien al pescado y el arroz. El lomo salteado. Todos los platos fueron presentados bien decorados y en su temperatura correcta.” “En síntesis, un lugar para ir en familia o con los amigos. Buen servicio y una estupenda cocina, respetuosa de la tradición peruana.”

PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(12 marzo) JOHNNY ROCKETS (Av. La Dehesa 1201, loc. 103, Lo Barnechea, fono 321 2029): “¿Salida con niños? Buena oportunidad para conocer la cadena norteamericana Johnny Rockets. Al entrar uno se siente en una película de los años 50, en una fuente de soda, por cierto: barra, asientos de cuero rojo, afiches alusivos a la época. Hay hasta una mini-rockola en cada mesa que por 100 pesos toca la canción elegida en todo el local.” “Nuestra favorita fue la hamburguesa smoke house (tocino crispy, aros de cebolla y salsa BBQ). También pedimos la bacon cheddar y la rocket, en tamaño single. Las hamburguesas, de mejor calidad que las de otras cadenas americanas rápidas, tenían una rica contextura, no apretada ni demasiado esponjosa.” Probamos también los anillos de cebolla, pero ella se perdía en una fritura muy gruesa. De postre, un brownie gigante con bolota de helado y salsa caliente de chocolate fue cuchareado entre los que aún tenían espacio para probarlo. No pude resistirme a un shake de chocolate. Llegó en vaso coronado con crema chantilly y el resto en un recipiente de acero inoxidable; chanchamente bueno.”

ENRIQUE RIVERA (Apuntesdesobremesa.cl)
(12 Marzo) GRILL 2920 (Hotel InterContinental, Luz 2920, Las Condes, fono 381 5500): “Entre las entradas destaco una tierna lengua de vacuno en salsa demi glace ($4.900), con ensalada de tomate y raíz picante (una carne la de este plato que antes era muy apreciada y que hoy apenas figura en las cartas de los restaurantes). También fue muy celebrada la ensalada 2920 ($5.200), con láminas de prosciutto, berenjenas, zapallitos italianos, hojas de rúcula, tomates encurtidos y un buen aderezo, y los langostinos a la parrilla ($7.200), grillados en mantequilla de albahaca. En cambio, un pulpo grillado que se sirvió ($7.200), si bien sabroso, estaba muy tenaz. Fue difícil hincarle el diente.” “…hubo unos excelentes pescados y carnes a la parrilla, servidos en tablas que tenían una plancha metálica caliente en el centro. Venían rodeados de ocho pocillos con guarniciones diversas y una mini ensalada verde en una copa. Las carnes de vacuno, de acuerdo a su tipo y peso, figuran en la carta con precios entre $9.900 y $13.900” “…el servicio del vino debe mejorarse aquí. Es un mal generalizado en nuestro medio ofrecer los vinos tintos “a temperatura ambiente”, lo que significa que llegan a la copa a 23-24° C en los meses más calurosos de la temporada. Hay que servirlos a 15 o 16° como máximo, pues no se demoran mucho en alcanzar tres o cuatro grados más dentro de un comedor normal (incluso con aire acondicionado). Y otro detalle: un restaurante como este tiene que contar con copas de vino de más calidad. No es necesario que sean las costosas Riedel, que además son muy frágiles, pero sí de mayor tamaño y cristal más delgado que las que había en esta presentación. Son detalles que hacen la diferencia.”