miércoles, 23 de marzo de 2011

LOS APUNTES GASTRONÓMICOS DE LOBBY


EL ANCLA
XL Y CON SABOR A MAR

No lleva dos semanas abierto y ya se repleta todos los días. No estamos hablando de un nuevo restaurante peruano sino de El Ancla, la sucursal pituca de su homónimo de La Cisterna. Emplazado en una esquina de Providencia y con los mismos precios que su local hermano, ya esta provocando la envidia de muchos de sus vecinos y la admiración de sus clientes.

Porciones XL. Y aunque no lo crea, cada una alcanza de más para dos personas. La receta: pescados y mariscos frescos a buen precio. ¡Y que precios!

Buen pisco sour para iniciar. A la minuta y con limones sutil (2.200). Mientras bebíamos el aperitivo y para picar, unas grandes patas de jaiba y blandos locos con mayo. Pero sólo para degustar, nos comentaron. Si se lo comen todo, no soportarán el almuerzo.

Me reí ya que los cronistas tenemos algo de cosacos. Lo que nos ponen encima de la mesa lo comemos. Opté por un mariscal frío (5.500) con almejas, ulte, piures, pulpo y choritos que no fui capaz de darle el bajo. Mi compañero de mesa eligió unos erizos (7.500) que aliñó a su modo y que fácilmente podrían comer tres personas del plato. Ricos ambas preparaciones. Realmente mucho tiempo había pasado sin sentir sabor a mar.

Amaral Sauvignon blanc para acompañar –y muy buena compañía- para estos platos (9.400). Poco rato nos dieron de respiro los garzones cuando llegaron los platos de fondo. Merluza frita para mí y merluza austral para mi acompañante. Dos inmensas merluzas fritas (3.500) una encima de otra en un plato gigante me dejó anonadado. Sabrosas y crujientes, preparadas como debe ser y sin ninguna espina. Ensalada chilena (2.200) para terminar más contento que Geppetto con una Black & Decker.

Tampoco pudo mi vecino con su merluza austral (5.000). Tanto que ni siquiera probó las papas fritas que acompañaban el plato. ¡Es mucho! Comentó. ¡Mucho, pero muy bueno!

Aprendida la lección, sólo una lecha asada de postre (2.200). Realmente, sirvió para mirarla ya que quedamos francamente saciados.

No se haga el valiente si va a El Ancla. De lo que escoja pida sólo una porción y de ella comerán dos personas fácilmente. Y aquí no se trata de ser avaro. Es que no hay forma de comerse una porción completa.

Araucano de bajativo (2.500). Fue la única forma de lograr pararse de la mesa.

El Ancla en Providencia es un gran descubrimiento. Y junte hambre si los visita y reserve mesa para no quedarse fuera.

No se arrepentirá (Juantonio Eymin)

El Ancla: Santa Beatriz 191, Providencia, fono 264 2275