miércoles, 23 de noviembre de 2011

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR



ESTRÓ
Lo nuevo del Ritz Carlton

Es posible que la novedad de los nuevos espacios gastronómicos del hotel Ritz Carlton de Santiago sea el Arola, un lugar de tapas y tragos que se ubica en el mismo lugar donde antes estaba el Adra. Arola, con sus estrellas Michelin y con su corrección culinaria debería ser parte intrínseca del circuito gastronómico de la capital. Sin embargo, a su lado y manejado por el chef mexicano Marcos Riva, el Estró no lo hace nada de mal. Por lo menos el día de mi visita, a mediodía, penaban las ánimas en el Arola (¿Síndrome Michelin por sus precios?); en cambio el Estró, si bien no estaba repleto, tenía varias mesas ocupadas.

Ahora: ¿Qué hace un chef mexicano manejando una carta influenciada con productos patagónicos? Buena pregunta que aun está en el aire. Sin embargo, el buen sabor está presente en los platos y la presentación de ellos es inmejorable. Más aun: el nuevo chef ejecutivo del hotel es el mexicano Rodrigo Torres.

Varios cambios en el equipo: la antigua sobriedad de los mozos ya no es tal. Incluso el sommelier ya no usa corbata. El estilo es más informal y menos “meloso”. No así los precios, buenos en la parte gastronómica (normales por así decirlo), pero la carta de vinos es extremadamente onerosa. Algo para tener en cuenta.

Cava Freixenet Carta Nevada de aperitivo. Junto a él unos pequeños cucuruchos de tortilla de maíz rellenos con atún y con un picor bastante característico a la comida mexicana. Luego, y acompañado de un Amaral sauvignon blanc (4.000 la copa), un agradable tártaro de atún (rojo y banco) con maní, salsa de tamarindo y soya ( 8.000) de gran gusto y linda presentación.

Turbot apanado con un mix de verdes de fondo (12.000) y creo que erré en mi pedido. No era lo que esperaba y feliz habría comido un Ossobucco de cordero magallánico (12.000) con puré de porotos blancos que devoró mi acompañante. Ambos platos acompañados de Maycas del Limarí pinot noir.

Los postres (casi todos a $ 5.000) llegaron junto al café. O más bien dicho después del café. Uno de los presentes solicito uno que se elabora a la minuta y como norma todos los postres deben servirse al mismo tiempo. Minutos de espera para detalles que deberán solucionar de alguna manera.

La escenografía está perfecta ya que los detalles de diseño de los tres ambientes que tiene este espacio (Arola, el bar y Estró), lucen maravillosamente.

Almorzar o cenar en el Estró es muy buena idea. Conocerá un lugar cómodo y de muy buen gusto. Los platos son elaborados con excelente materia prima y están a valores competitivos con el resto de la buena oferta capitalina. Si obvia el pan (que supuestamente es elaborado en casa), que no esta a la altura del lugar, todo debería funcionar de mil maravillas. Ojo eso si con los bebestibles. Es posible que le arruinen (por su precio) una buena velada.

Y un último detalle: el estacionamiento del hotel está concesionado y le cobrarán si lo ocupa. O sea, siempre guarde algo de sencillo en su billetera. (Juantonio Eymin)

Estró: Hotel Ritz Carlton, El Alcalde 15, fono 470 8500