miércoles, 21 de diciembre de 2011

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR







COQUINARIA
La nueva casa de Pamela Fidalgo

Cuentan, ni siquiera sé si es verdad, que cuando Pamela Fidalgo asumió como chef ejecutiva de Coquinaria, le dijeron: “Puedes hacer lo que quieras con la carta del restaurante, menos tocar los huevos benedictinos. Eso es prioridad del jefe”.

Y no los tocó. Años de experiencia le sirven para no llegar a destruir lo que mucho tiempo ha costado conquistar. No está en esa. Dejó los huevos benedictinos y toda la carta, pero de a poco está agregando algunos de su propia cosecha. Platos llenos de “alma”, es decir de curries y especias que no dejan a nadie indiferente.

A decir verdad, tiempo que no veía tan feliz a Pamela. Luego de sus propias aventuras gastronómicas, entre ellas Alma y Santiago Grill, aterrizó en el Senso del hotel Grand Hyatt pero nunca logró involucrarse con la burocracia de un gran hotel. Cansada de ser empresaria, entró al Coquinaria a realizar una misión fundamental: hacer crecer el restaurante y bajar los costos operativos. Ella ahora está como chancho en el barro. Feliz y haciendo lo que siempre quiso hacer, Cocinar y tener todo a mano. No es llegar y sacar en este emporio, pero las delicatessen que tienen, ella las convierte en gastronomía y hasta el momento, todos felices.

Rica terraza para estas noches de verano. Espumoso Cruzat Rosé y una mini tabla de foie gras con peras, chutney de mango – piña y tostaditas. Mini ya que era sólo para la bienvenida, una donde logré percatarme que el lugar estaba repleto de un publico transversal en edades y disfrutando del lugar.

Debo reconocer que cuando partió este proyecto pensé que sería un fracaso. El valor del metro cuadrado del lugar era muy elevado para vender pan y frutas. Sin embargo, la dupla Alejandra Elgueta – Kevin Poulter han hecho bien las cosas. Esos casi mil metros cuadrados los ha llenado de satisfacciones (huevos benedictinos incluidos).

Un cebiche de camarón – huepo a continuación. El huepo es nuestro conocida navajuela y un excelente acompañante para formar un cebiche distinto. Luego, y acompañado de un pinot noir Montes Alpha, un buen trozo de atún encostrado en pistachos y puré de zucchini. (8.980), para finalizar con uno de los clásicos de Pamela: un curry thai de pollo y camarón con arroz basmati y bastoncitos de mangos frescos (7.500).

Buen aporte de Pamela a la carta tradicional de Coquinaria. Como dulce final una textura de chocolate (créme brûlée, helado de nutella, Browne y chocolate de la Fete), sabores dulces para agradecer una cena llena de sabores exóticos a la mode de Pamela Fidalgo. (Juantonio Eymin).

Coquinaria: Av Isidora Goyenechea 3000, local S 101, subsuelo, Las Condes, fono 245 1958.