COQUINARIA
La nueva casa de Pamela Fidalgo
Cuentan, ni siquiera sé si es verdad, que cuando Pamela Fidalgo asumió como chef ejecutiva de Coquinaria, le dijeron: “Puedes hacer lo que quieras con la carta del restaurante, menos tocar los huevos benedictinos. Eso es prioridad del jefe”.
Y no los tocó. Años de experiencia le sirven para no llegar a destruir lo que mucho tiempo ha costado conquistar. No está en esa. Dejó los huevos benedictinos y toda la carta, pero de a poco está agregando algunos de su propia cosecha. Platos llenos de “alma”, es decir de curries y especias que no dejan a nadie indiferente.
A decir verdad, tiempo que no veía tan feliz a Pamela. Luego de sus propias aventuras gastronómicas, entre ellas Alma y Santiago Grill, aterrizó en el Senso del hotel Grand Hyatt pero nunca logró involucrarse con la burocracia de un gran hotel. Cansada de ser empresaria, entró al Coquinaria a realizar una misión fundamental: hacer crecer el restaurante y bajar los costos operativos. Ella ahora está como chancho en el barro. Feliz y haciendo lo que siempre quiso hacer, Cocinar y tener todo a mano. No es llegar y sacar en este emporio, pero las delicatessen que tienen, ella las convierte en gastronomía y hasta el momento, todos felices.
Rica terraza para estas noches de verano. Espumoso Cruzat Rosé y una mini tabla de foie gras con peras, chutney de mango – piña y tostaditas. Mini ya que era sólo para la bienvenida, una donde logré percatarme que el lugar estaba repleto de un publico transversal en edades y disfrutando del lugar.
Debo reconocer que cuando partió este proyecto pensé que sería un fracaso. El valor del metro cuadrado del lugar era muy elevado para vender pan y frutas. Sin embargo, la dupla Alejandra Elgueta – Kevin Poulter han hecho bien las cosas. Esos casi mil metros cuadrados los ha llenado de satisfacciones (huevos benedictinos incluidos).
Un cebiche de camarón – huepo a continuación. El huepo es nuestro conocida navajuela y un excelente acompañante para formar un cebiche distinto. Luego, y acompañado de un pinot noir Montes Alpha, un buen trozo de atún encostrado en pistachos y puré de zucchini. (8.980), para finalizar con uno de los clásicos de Pamela: un curry thai de pollo y camarón con arroz basmati y bastoncitos de mangos frescos (7.500).
Buen aporte de Pamela a la carta tradicional de Coquinaria. Como dulce final una textura de chocolate (créme brûlée, helado de nutella, Browne y chocolate de la Fete), sabores dulces para agradecer una cena llena de sabores exóticos a la mode de Pamela Fidalgo. (Juantonio Eymin).
Coquinaria: Av Isidora Goyenechea 3000, local S 101, subsuelo, Las Condes, fono 245 1958.
La nueva casa de Pamela Fidalgo
Cuentan, ni siquiera sé si es verdad, que cuando Pamela Fidalgo asumió como chef ejecutiva de Coquinaria, le dijeron: “Puedes hacer lo que quieras con la carta del restaurante, menos tocar los huevos benedictinos. Eso es prioridad del jefe”.
Y no los tocó. Años de experiencia le sirven para no llegar a destruir lo que mucho tiempo ha costado conquistar. No está en esa. Dejó los huevos benedictinos y toda la carta, pero de a poco está agregando algunos de su propia cosecha. Platos llenos de “alma”, es decir de curries y especias que no dejan a nadie indiferente.
A decir verdad, tiempo que no veía tan feliz a Pamela. Luego de sus propias aventuras gastronómicas, entre ellas Alma y Santiago Grill, aterrizó en el Senso del hotel Grand Hyatt pero nunca logró involucrarse con la burocracia de un gran hotel. Cansada de ser empresaria, entró al Coquinaria a realizar una misión fundamental: hacer crecer el restaurante y bajar los costos operativos. Ella ahora está como chancho en el barro. Feliz y haciendo lo que siempre quiso hacer, Cocinar y tener todo a mano. No es llegar y sacar en este emporio, pero las delicatessen que tienen, ella las convierte en gastronomía y hasta el momento, todos felices.
Rica terraza para estas noches de verano. Espumoso Cruzat Rosé y una mini tabla de foie gras con peras, chutney de mango – piña y tostaditas. Mini ya que era sólo para la bienvenida, una donde logré percatarme que el lugar estaba repleto de un publico transversal en edades y disfrutando del lugar.
Debo reconocer que cuando partió este proyecto pensé que sería un fracaso. El valor del metro cuadrado del lugar era muy elevado para vender pan y frutas. Sin embargo, la dupla Alejandra Elgueta – Kevin Poulter han hecho bien las cosas. Esos casi mil metros cuadrados los ha llenado de satisfacciones (huevos benedictinos incluidos).
Un cebiche de camarón – huepo a continuación. El huepo es nuestro conocida navajuela y un excelente acompañante para formar un cebiche distinto. Luego, y acompañado de un pinot noir Montes Alpha, un buen trozo de atún encostrado en pistachos y puré de zucchini. (8.980), para finalizar con uno de los clásicos de Pamela: un curry thai de pollo y camarón con arroz basmati y bastoncitos de mangos frescos (7.500).
Buen aporte de Pamela a la carta tradicional de Coquinaria. Como dulce final una textura de chocolate (créme brûlée, helado de nutella, Browne y chocolate de la Fete), sabores dulces para agradecer una cena llena de sabores exóticos a la mode de Pamela Fidalgo. (Juantonio Eymin).
Coquinaria: Av Isidora Goyenechea 3000, local S 101, subsuelo, Las Condes, fono 245 1958.