miércoles, 6 de junio de 2012

BUENOS PALADARES

LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA

SOLEDAD MARTÍNEZ (Wikén)
(1 junio) EL ROCOTITO (Merced 571, Santiago Centro): “En dos cuadras de la calle Merced se acumulan los locales de variado estilo cuyo fuerte son los almuerzos para quienes trabajan en el sector y los desean abundantes, rápidos y baratos, a veces con filas de clientes esperando y algunos también con "delivery". Una novedad la aportan los de sándwiches peruanos calientes y opté por uno recién inaugurado, que ofrece 17 tipos, algunos que invocan recetas clásicas: chicharrón, lechón (?) y lomo saltado. Dos de ellos con carne de cerdo en lonjas gruesas y zarza criolla (cebolla morada y tomate), en uno puesta sobre delgadas láminas de tieso camote frito, y el tercero de vacuno en trozos largos con la cebolla en hojas anchas, tomate, cebollín, algo de ají y una base pastosa, acompañado de una porción de papas fritas blancas y desmayadas. Había otro de "pavo amarillo", asimismo con zarza, más lechuga y pésimas papas hilo remojadas en una "salsa especial" que traía huevo duro y rocoto. Lo menos malo de la serie estuvo en uno de lomo (autocalificado de "fino") gracias a unos champiñones con crema que lo rodeaban. Todas las carnes parejamente secas y duras, y -las detalladas- en blandas marraquetas muy mal aliñadas (nada de sazón peruana), aunque podían pedirse vasitos con salsas bien hechas, como huancaína y de ají amarillo.”

ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(1 junio) TAPAS Y BIRRA (Avenida 19 de abril, local 110-112. Plaza Ñuñoa, fono 344 4376): “Hay algo que se palpa en el ambiente de este restaurante, y es la intención de hacer bien las cosas. El problema es que hay protocolos que ayudan a profesionalizar esto. Por ejemplo, si se pide un pulpo a feria ($2.700) y se deja prácticamente sin probar (por lo chicloso), alguna alarma debe saltar. Lo mismo, si el plato para el niño de la mesa llega al final y tarde, esa fue otra alarma que no se activó. Si a esto se suman algunas deficiencias en la cocina, ojalá noten que un iceberg se acerca.” “Entonces, al grano. Una media porción de tortilla española ($2.690), rica-rica, pero sin sal. Luego el pulpo-goma, y una ensalada César de camarones ($5.890) sin el aliño característico de esta preparación. Una presa de congrio delgada y salada ($7.490) sobre puré de habas, con unos camarones adornando. Y unos escasos ñoquis rústicos, demasiado ($6.900), con una salsa de carne -y trocitos- muy líquida y aplastados por una sobredosis de orégano.”

YIN Y YANG (la Segunda Internet)
(1 junio) ÓPERA (Merced 395, esquina José Miguel de la Barra, fono 6645491): “. Entre las entradas hay, por ejemplo, terrina de foie gras al cognac con pan brioche ($ 12.800); blinis de salmón fumé ($ 7.600); consomé de cola de buey con ravioles rellenos con la carne ($ 6.400), y lièvre en croûte, un paté de liebre envuelto en masa con jalea al cognac ($ 7.800). De los platos principales, comenzando por los pescados en que se encuentran seis variedades sin contar los mariscos, filete de salmón envuelto en tocino, servido con pequeñas lentejas ($ 9.600); corvina apanada en maní tostado y envuelta en masa filo, servida con muselina de papas al perejil ($ 10.200); bacalao --producto escaso en nuestras mesas--, cocinado al vapor, espolvoreado con nori y servido con risotto a la milanesa ($ 12.800), y pot au feu de la mer, con ostiones, camarones, lenguado y congrio en caldillo con verduras baby ($ 11.400).” “Como lo hemos sostenido muchas veces, el cambio de carta en un buen restaurante suele ser más significativo, gastronómicamente hablando, que la aparición de un nuevo local escaso de aportes reales, así como la calidad de un chef riguroso en la aplicación de las normas de la gran cocina clásica pero con personalidad propia vale más que las aventuras culinarias de un inexperto.

PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(3 junio) SHAHRAZAD  (El Bosque Norte 083, Las Condes, fono 233 5871): “… compartimos una cerveza y acompañamos con un hummus que la Ale celebró por bien preparado, y un baba ganuk, de berenjenas ahumadas, al limón y con una salsita de granada. A mí me encantó aunque a mi amiga no tanto porque le pareció distinto al que ella acostumbra. De fondo sonaba un cantante egipcio, que Ale reconoció como uno de los top en música árabe actual. También pedimos unas correctas y sabrosas hojitas de parra. El pan pita, a mi juicio recién horneado (tenía ese olorcito a harina cuando recién sale del horno), venía en canastitos con servilleta de género para que no se enfriara, pues si no se pone duro. Picoteando todo esto ya estábamos llenas, pero era demasiado poco para hacernos una opinión del restaurante, por lo que pedimos una sopa de pollo, cebolla y trigo, sabrosa, distinta y contundente, y un sándwich de falafel con pepino, tomate, lechuga y hojitas de menta en pan pita, que nos pareció tan rico que lo devoramos completo.” “Detalles mínimos y fácilmente solucionables para un lugar muy grato y de comida sabrosa.”

RODOLFO GAMBETTI (Las Últimas Noticias)
(3 junio) NOSO (Hotel W, Isidora Goyenechea 3000, fono 770 0082): “El Noso, refinado restaurante francés del cuarto piso del cotizado Hotel W, está en la primera fila de calidad nacional: diez puntos sobre diez. Allí los platos cuestan lo que valen y nadie pregunta precios, con un público exigente que tiene sus preparaciones favoritas en la carta, pero también exige novedades de la estación. Y lo máximo, en ese lugar topísimo para ver y ser visto, es la mesa del chef, frente a las rutilantes sartenes de cobre y los febriles preparativos de cocina.” “Su arsenal de platos de temporada fría tiene apetitoso pronóstico. Para abrir las papilas una remoulade (salsa derivada de la mayonesa) de centolla patagónica con sopa de mango, en una copa de martini. En seguida, como entrada, una versión de la bouillabaisse (la sopa marsellesa de diversos pescados), con cremosa salsa rouille (“la oxidada”), un crouton o tostada alargada de ajo, en un ramequin, ollita individual.” “En platos de tierra, con un syrah cabernet 2008 Morandé, Edición Limitada, un perfecto confit de pato (una pierna cocinada en su propia manteca), con espinacas, en salsa de frutos rojos. Luego un filete de vacuno con papas fritas caseras y salsa de pimienta. Culminando con el notable cordero de la Patagonia con ñoquis, en salsa de queso de cabra y tomates confitados. Para concluir luego de una granité de tomillo-limón, con una selección de postres, escoltados por una cosecha tardía de Montes. Como para sentirse flotando sobre los afanes de Las Condes.