martes, 5 de febrero de 2013

LA NOTA DE LA SEMANA

ISO 9001 Y LAS PATENTES DE ALCOHOLES
¿LA ÚLTIMA PELICULA DE SPIELBERG?

Para muchos pareciera que la ISO 9001 es una película inédita de Steven Spielberg. Otros saben que estas normas son básicas para la buena gestión de sus restaurantes y la miran con desprecio. Satisfacer al cliente es un detalle menor para ellos. Vender es su misión y poco importa si el cliente se va satisfecho o no del lugar. Y restaurantes que no tienen gestión de calidad alguna son muchos. Bastantes más de lo que podemos imaginar. ¿Qué la carne se está descomponiendo? Echémosle para adelante no más. Con un tarrito de crema ni se notará. En estos tiempos no se puede perder nada.

Y junto a la mala gestión empresarial regresamos al tema de las patentes de alcoholes (dos buenas ideas para Spielberg). Boliches de mala muerte las tienen a perpetuidad, mientras grandes (y serios) proyectos gastronómicos sufren lo indecible por lograr vender alcoholes en sus nuevos establecimientos. La municipalidad y el concejo es el amo de los permisos y a pesar que si bien en un comienzo autorizan la construcción de determinado restaurante, otra cosa es entregar las patentes respectivas. ¿De Ripley?

El sistema ya no sirve y hay que modificarlo. Pero para ello se requiere cohesión y fuerza para cambiar una ley que se contrapone al desarrollo turístico del país. En tiempos de cambio de autoridades buena idea sería poner estos temas en el tapete para tratar de encontrar soluciones acorde al siglo que vivimos. Rascárselas con las propias uñas tampoco es bueno. Se necesitan gremios fuertes, reglas claras y no criterios personales. Así no se avanza.