martes, 26 de febrero de 2013

LA NOTA DE LA SEMANA

FUMADO ESPERO…


Esta semana, más bien dicho el 1 de marzo, comienza a regir la nueva ley del tabaco. Más restricciones que buscan detener el alto consumo de cigarrillos en nuestra población. Sinceramente creemos que se ha armado una batahola sin necesidad alguna ya que los impedimentos para fumar en restaurantes (es nuestro caso) ya estaban bastante limitados desde hace bastante tiempo.

¿Qué cambia?: para ser sinceros, casi nada. Posiblemente extrañar un cigarrillo mientras bebemos una copa en un bar o jugamos una ficha en el casino. Realmente pensamos que esta ley favorece a los no fumadores y veremos en algunos días el retroceso de nuestra civilidad al ver a cientos (o miles) de personas fumado en las calles y por lógica inundando de colillas la ciudad. Por más restricciones que pongan, el fumador seguirá haciéndolo aunque sea encerrado en un baño o escondido, como escolar, en cualquier lugar.

El problema es el libre albedrío. El Estado, poco a poco se entromete en la libertad de sus ciudadanos y sin mediar siquiera un diálogo, crea una ley que sinceramente, servirá muy poco.

En pleno siglo XXI, prohibir por prohibir, por no gustar lo que hace el otro y por quedar bien con Dios y con el Diablo (ambos con mayúsculas ya que con los escándalos del Vaticano ya no sabemos quién es quien); eso de ser una sociedad libre, parece una farsa. Fumar es tan malo como todos los excesos. Decididamente a nuestros legisladores les faltó un algo de criterio para aprobar una ley que poco resultado práctico tendrá.