martes, 16 de abril de 2013

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR

LA PERCANTA

José Luis Merino fue (y es) hábil y osado. En los tiempos del Saint George, donde estudiaba, sus compañeros trataban de estudiar medicina, odontología, leyes, ingeniería o agronomía, él quiso ser cocinero, algo fuera de lo común para un colegio de esa categoría. Terminando sus estudios ingreso a INACAP y al poco tiempo se aburrió de las monótonas clases y talleres de terrinas, abandonando sus estudios con el fin de viajar a Uruguay y empaparse con la gastronomía de ese país.

A su regreso abrió Ciudadano, un restaurante juvenil dedicado a las masas y las pastas, cosa que había aprendido en su estadía en el país charrúa, luego fue el turno de Ciudad Vieja y más tarde Mamboleta y Bravo Cabrera, esta vez en Puerto Varas.  Inquieto, esta vez abrió su quinto establecimiento; La Percanta, en Bellavista y en una zona que poco a poco está revitalizando.

Con dos pisos, el superior alhajado como un lounge bar y el inferior para almuerzos y cenas, La Percanta ocupa la casona que antes albergó al Amorío, un proyecto gastronómico de los actores propietarios del Teatro Mori. Ahora, remodelado en parte y con una buena parrilla a la vista, la oferta es grande, potente y nada cara, algo que hacía falta en el barrio.

Iniciamos nuestro viaje con un buen espumoso escogido de una amplia carta de vinos, cervezas y licores. Un crudo ($4.600) aliñado a la pimienta de buena carne y mejor sabor. Luego, uno de sus must: Trío de sartenes ($ 4.900), con panita dulce, choricillos ahumados y unas superlativas criadillas de cordero, acompañado de un Marques de Casa Concha 2011, nos dejó al prestos para probar los fondos. Para comenzar, las pastas: Sorrentinos de cordero ($6.600) con menta y crema al funghi: deliciosos ñoquis rellenos con ciruela y nueces ($ 6.300), imperdibles) y unos Fetuccini $7.600) con crema de langosta en salsa de tomates con camarones y langostinos, otro plato de gran nivel.

A pesar de que per se con lo probado bastaba, aún faltaba más, como las brochetas mixtas y las pamplonas de cerdo (7.900), algo secas ese día pero que en su concepción natural son un manjar de dioses.  Todo esto sin olvidar los acompañamientos, donde sobresale un espectacular zapallo a la parrilla con queso de cabra.

Rico y entretenido lugar para pasar un buen almuerzo o mejor cena. Salmón y Oil Fish son presentados como los únicos integrantes marinos de una carta donde los aplausos se los llevan las carnes y las pastas. Música argentina (obvio) y un personal atento a las necesidades es otro de los plus de este lugar. A decir verdad, como para convertirlo en uno de los favoritos de la temporada. (Juantonio Eymin)

LA PERCANTA: Constitución 181, Barrio Bellavista, fono 2247 2358