martes, 2 de septiembre de 2014

BUENOS PALADARES

CRÓNICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA

EL MOSTRADOR
CARLOS REYES
(AGOSTO) EL PALACIO DEL POROTO CON RIENDA (General Amengual 494, Estación Central, fono 22779 8017): “La calle General Amengual es de vereda angosta y no permite demasiados autos para estacionarse. Luego es evidente que poco a poco, el local fue creciendo desde sus inicios en 1962, hasta convertir cada rincón de esa casa de fachada continua y parrón, en un ente consagrado a este plato estrella, con algunos satélites anexos (eso sí, ojo con el orden después de que se va una mesa). Por sólo $ 1.800 se puede conseguir una porción inicial. De ahí en más aparecen agregados que van desde la chuleta ($ 2.600) al doble costillar ($ 4.500), aparte de variantes tipo Pancho Villa (longaniza, chuleta y huevo) que se completan con un compendio pop consistente en cazuelas, pescados fritos y carnes a lo pobre. Los porotos tienen la cocción precisa, con un poco de soltura para que resalte esa textura que le da consistencia al caldo. Los tallarines también aportan un poco a esa sensación de fuerza al gusto y lo más rico es que se nota que tienen reposo; que no están hechos al momento así nomás, sino que se dejan querer hasta que agarran todo el sabor. Si se acompañan con una longaniza, por suave que sea, cabe todo el centro de Chile en una sola cucharada.”

QUÉ PASA
DANIEL GREVE
(AGOSTO) LA CAV (Av. Kennedy 9001, Mirador Alto Las Condes, local 3253): “Una cosa amarra a la otra: siendo un club de vinos, sumó una revista. Siendo revista, sumó tiendas. Y ahora que están las tiendas, dentro de una de ellas funciona un restaurante. Con un servicio aún distraído, poco fluido, la sencilla y acotada carta sale del paso sin mermas. Diseñada por el chef Rodrigo Tapia, quien se inició con éxito en las cocinas del NH Santiago, propone entradas estimulantes y sabrosas como los Camarones CAV ($4.500), salteados en pesto, servidos sobre dos grandes tostadas montadas en cruz. Fondos de gran fuerza gustativa, como la Entraña de Angus marinada de chimichurri ($12.500), con rösti de papas y alcachofas. Un suculento Sándwich de ropa vieja ($4.400), con suave alioli y vegetales, nos devuelve a la situación de mall, de cocina al paso bien resuelta. Con todo, cocina y vino en un precioso nudo ciego.”

MUJER
PILAR HURTADO
(AGOSTO) BAR MERCADO (Av. Vitacura 4080, fono 22980 8145): “Con gran influencia peruana la cosa, sin ser un restaurante de esa nacionalidad. Elegimos un cebiche de salmón nikkei y unas papas rellenas con setas y aceite de trufa sobre salsa huancaína como entradas. La huancaína y su combinación con el aceite de trufa llamaban poderosamente nuestra atención. Al llegar el plato, venían dos papas medianas, con cáscara, ahuecadas y rellenas con champiñones picados sentadas sobre la salsa. Sí, se sentía el aceite de trufa, pero la huancaína no estaba picante ni sabrosa. Era, eso sí, un plato contundente y un tanto rústico. El cebiche de salmón con palta en cubos, maní molido, cebolla morada pluma y salsa de soya alimonada estaba salado pero sabroso, cumplía bien su objetivo y daba sed.” “Los fondos fueron un curioso salteado de langostinos con chorizo, cebolla morada, papas nativas y cubitos de queso fresco que en la boca como que se desarmaban, opinó mi amigo. A mí tampoco me pareció gran cosa, ya era un tremendo riesgo combinar chorizos con langostinos. Yo pedí los ñoquis de castaña, exquisitos, con salsa de queso pero con unas tiras de pimentones de colores que estropeaban el plato; no combinaban con la sutileza de la castaña.”

WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS
(AGOSTO) EL MUNDO DEL QUESO (Providencia 1421, fono  22231 9139): “Para comenzar un carpaccio muy frío ($5.900), con unas peregrinas láminas de pato curado y parmesano, aparte de unos trocitos de queso roquefort y unas cuantas tiritas ya oxidadas de alguna hierba. A la par, un gratín de cebolla ($5.900), una versión más seca de la sopa misma, con harto pan y parte de las cebollas quemadas.” “A continuación, unos fetuccinis frescos ($7.900) con una supuesta salsa de foie gras que no se sentía, aparte de trozos muy grandes -ni siquiera "láminas" como decía en la carta- del ya mentado hígado. Al mismo tiempo una tartiflette ($5.900), un sencillo y llenador gratín de papas con cebolla caramelizada, con harto brie, y ensalada mixta que no llegó a la mesa.”

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(AGOSTO) EL TXOCO ALAVÉS (Mosqueto 485, fono 22638 2494): “Nuestro cabrito fue perfecto; no así el acompañamiento de papas salteadas que pedimos; llegaron papas cocidas, con un espolvoreo de perejil picado. Mal haya. ¿Por qué? ¿Qué costaba? Pero, sin duda, a este restorán ha de venirse a comer cabrito asado.” “Las croquetas de jamón ($6.000 las 6), muy correctas. Las almejas a la marinera ($8.000), buenas, con su sabrosa salsita. La corvina al compuesto ($9.500), en buen punto de cocción, con camarones y trocitos de palta y tomate: novedoso y agradable. El rabo de toro, correcto. Pero, algo que nos dejó perplejo en todos estos platos: a todos les faltaba un punto de sal; está bien que el restorán cuide la presión sanguínea de sus comensales, pero déjenlos decidir por sí mismos, caramba: no es lo mismo la sal añadida en la mesa.”

LAS ÚLTIMAS NOTICIAS
RODOLFO GAMBETTI
(SEPTIEMBRE) CATEDRAL (Miguel de la Barra y Merced, Santiago centro, fono 22664 3048): “El Catedral propone, por ejemplo,  un impecable congrio frito, que no tiene miedo de acompañarse con un chilenísimo y  gustoso charquicán de cochayuyo con pebre ($9.600). Un éxito donde conviven jóvenes y mayores, especialmente a la hora de almuerzo. En la noche, de martes a sábado, la música domina. Y la página web de ambos restaurantes ofrece un calendario de actuaciones de diversos grupos y solistas, para quienes quieren ponerle punchi punchi a la noche.” “Por su parte  la carta propone  platos de todos los puntos cardinales, desde gyosas ($8.600) hasta mariscos al pilpil (camarones, ostiones y champiñones en salsa de vino blanco y ajo, con un toque de ají cacho de cabra, $9.800), o la delicadeza crocante de unos fazzoletti (pañuelos) Camilo (triángulos de masa phylo, a la griega, rellenos con zapallitos italianos, champiñones, tomates cherry y espinacas a la crema, $ 8.400).” “Punto de reunión jovial, y para ello provisto un arsenal de tragos largos y cortos, aperitivos y bajativos, bebidas y cervezas con y sin alcohol, amplia cafetería. Su propia selección de aperitivos (entre $3.500 y $4.000), desde el rica rica sour a los pétalos de rosa, espumante tropical, spritz veneciano o gin sombreado. Y por cierto tablas y platos para compartir, seis ensaladas y una sopa del día. Y larga lista de fondos, con salmón, corvina, risotti, plateada al horno y bastante más.”