martes, 2 de septiembre de 2014

GASTRONOMÍA

LA GUÍA 100
LOS MEJORES RESTAURANTES DE CHILE

Hace unos meses terminó el trabajo de la cuarta edición de la GUÍA 100 LA CAV, que viene a ser una suerte de mapa culinario chileno escrito a cuatro manos: dos de Carlos Reyes, y el otro par a cargo de Rodrigo Martínez. A esta dupla se le permite a través de sus páginas ofrecer una panorámica nacional donde ambos cronistas ponen todos los sentidos en alerta para dar con lo que, a sus respectivos juicios, es lo mejor disponible en las mesas criollas. Un desafío de peso mayor peso como elegir a los 10 mejores del país. Suele ser una tarea compleja, porque buenos hay muchos y en estos casos, las diferencias entre locales son milimétricas y por supuesto muy subjetivas como en toda antología. Pero aparte de eso hay espacios que se mantienen en el tiempo, porque se han acostumbrado a entregar excelencia, lo que les facilita bastante el trabajo. En otros, los nuevos, ha primado el espíritu de crecer, de ofrecer propuestas sólidas que no se pueden soslayar, como también descubrir o redescubrir espacios donde prima la calidad y el cariño por la gastronomía, estén donde estén

Los diez mejores restaurantes según esta Guía son:

Afrigonia, Puerto Natales: que un africano se instale en Puerto Natales, para fusionar sabores de su tierra con los de la Patagonia, y encima lo haga con clase y con un servicio superior, mueve al aplauso… y a pegarse el viaje.

Ambrosía: el toque personal de Carolina Bazán y la dupla en someliería de Rosario Onetto rinde sus frutos. Influencias francesas, harta enjundia y sazones vitales y pensadas para la temporada, les hacen debutar en esta selección.

Astrid y Gastón: una cocina que ya es un clásico en Santiago gracias a esa peruanidad señorial que no desdeña influencias francesas y europeas en su listado de platos. Aparte, su carta de vinos es sencillamente magnífica.

Boragó: es el gran restaurante de cocina contemporánea del país en el que se aplica toda la modernidad culinaria en función de un territorio llamado Chile. Dicho esto, comienza un viaje por los sentidos que nunca deja indiferente a quien lo come.

Bristol: un estilo más bien clásico en el que se concentra una serie de productos chilenos tratados con refinamiento y talento, aparte de harto sabor, cortesía de Axel Manríquez, que sigue haciendo carrera en ese lugar del Centro.

Dalí, Coyhaique: una pareja que ha sembrado gastronomía de calidad en una pequeña casa allá lejos, en la Patagonia. Calidez, sabores locales gourmet, trazo culinario de artista y mucho amor de por medio, hacen de este sitio un lugar entrañable.

Espíritu Santo, Valparaíso: cocina de mercado sin aspavientos pero en un ambiente donde la elegancia alcanza para muchos, en un cerro Bellavista de Valparaíso que se las arregla para ser tanto para el turista como para sus vecinos. Ojo con sus pescados de roca.

Europeo: el trabajo de Francisco Mandiola tiene hace rato camino propio y gracias a sus ingenios que cambian menú tras menú, va por el camino de su antecesor Carlos Meyer. Y a lo mejor mucho más allá.

La Mar: un peruano que se ha ganado el cariño de la elite santiaguina gracias a esa agilidad de ambiente y servicio que le da fama, tanto por la precisa, concisa, sabrosa y expresiva carta de pescados, mariscos, carnes y verduras con sello de nuestros vecinos.

Osaka: cuando vean a Ciro Watabane sonriendo en cualquier portada de diario, o ahora en la tele, créanle: es de verdad. Su alegría de vivir la traspasa a la cocina y su restaurante es un lujo lleno de chispa y sazón. La puerta al Perú más agradable y gourmet