THE SINGULAR
Gastronomía de gran
nivel
Hace muchos años tuve la ocasión de viajar a Arica para
participar en un Concurso Gastronómico que organizaban en esa ciudad. Allí
probé (por primera y última vez) la carne de guanaco, una experiencia bastante
dura de superar debido al sabor y el aroma que emanaba de la carne de este
camélido. Tan intenso era su olor que dejó mis fosas nasales inundadas durante
un par de días. En esa ocasión juré nunca más comer de esta carne.
Grande fue mi sorpresa cuando la semana pasada almorzaba en
los comedores del The Singular Lastarria, un fino y lujoso hotel de 62
habitaciones ubicado en el corazón de la ciudad. Ante mis ojos, un lindo y
jugoso tártaro de guanaco que sacó aplausos entre los asistentes al almuerzo y
una bofetada a mis juramentos juveniles. “El mismo guanaco”- me comenta el
chef- , pero distinta alimentación”.
No me costó nada cambiar de switch ya que al rato estaba
raspando el plato con un tenedor y pensando si sería bueno sopear el jugo que
restaba por consumir. Un tremendo inicio para una muestra gastronómica
elaborada por el francés Laurent Pascualetto, que luego de quince años
trabajando en los hoteles Explora, a fines de 2011 desembarcó en The Singular
de Puerto Natales para elaborar con gran creatividad una cocina basada en los
sabores magallánicos. En Natales, el chef armó un equipo formado por cerca de
diez jóvenes cocineros, entre los que, además de chilenos, hay argentinos,
mexicanos y colombianos. Con ellos Pasqualetto salía a explorar los alrededores
del hotel y en conjunto diseñaron platos que, en sí, resultan un viaje por la
estepa patagónica: el sabor del filete de guanaco, que maceran largas horas en
jugo de naranja, recuerda de inmediato el aroma de los pastos sureños; la merluza austral, más grasa y tierna de lo común, delata las gélidas aguas desde donde la extraen; lo mismo los ostiones, que aquí casi no tienen coral, o el conejo silvestre, de sabor inconmensurable. Tal como reza la introducción de su carta, en The Singular el chef logró desarrollar una cocina noble que aprovecha las bondades de los ingredientes naturales y orgánicos del territorio patagónico y lo fusiona con una cocina de raigambre francesa –como su delicioso foie gras- para lograr que cada visita sea una tremenda experiencia visual y gastronómica.
Fino, exquisito, sofisticado y caro. No podría ser de otra
manera ya que el comedor merece cada peso que se invierte con el fin de probar
su gastronomía. Un servicio impecable que incluye sommelería y uno de los pocos
restaurantes capitalinos que se pueden recomendar a ojos cerrados. Un must. (Juantonio
Eymin)
The Singular Lastarria, Merced 294, Barrio Lastarria / 2 2306
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