EL COCHAYUYO
Nuestros padres y abuelos corrían a perderse cuando
escuchaban hablar del aceite de ricino y del cochayuyo. Hoy, convertido en un
must gracias a sus nuevas recetas, el cochayuyo ha comenzado a conquistar
adeptos, sobre todo en la generación
joven, que busca en su alimentación una forma de vida.
A
pesar de que los japoneses ponen los ojos blancos y suspiran de placer con solo
ver la palabra “alga”, nosotros le hacemos la cruz. Es una lástima que, quién
sabe en qué momentos de la cocina de nuestros antepasados, esta alga – la más
extendida en la costa chilena, tan rica en nutrientes esenciales, ácido fólico
y calcio- sea tan despreciada. De hecho, contiene tanto calcio como un trozo de
queso y un alto porcentaje de ácidos grasos omega 3, los mismos que vienen en
el salmón o la chía, pero a precios muchísimo más bajos, y que sirven para
prevenir enfermedades cardiovasculares, reducir el colesterol, prevenir
síntomas de hipertensión y la lista de sus propiedades se extiende como la
costa del Pacífico. Por ello, en esta edición presentamos cuatro increíbles
muestras de lo que se puede lograr con esta alga tan incomprendida y
contradictoria.
GYOSAS DE COCHAYUYO Y
PAPAYA / NAOKI
Alguien adelantó que el restaurante Naoki era primer exponente donde se fusiona la tradición gastronómica japonesa con el producto típico chileno. Y lo que hace el Itamae Marcos Baeza es una joya que logra merecidos aplausos, ya que unir unas gyosas al vapor con cochayuyo y papaya, sólo puede salir de mentes brillantes, de esas que nunca dejan de sorprender. El sabor profundo de nuestra alga emblema, unido al dulzor de la serenense papaya, logran sacarle un gran provecho a este tradicional bocado de origen nipón, que unido a la tradicional salsa ponzu picante y transforma este plato en uno de las favoritos de este singular restaurante. (Av. Vitacura 3875. Teléfono: 22207 5291)
TARTARO DE COCHAYUYO /
QUÍNOA
Si
algo tiene el cochayuyo es su profundo sabor a mar y a yodo. Por eso, cocinarlo
no es fácil. Sin embargo, Sol Fliman lo picó muy pequeño e hizo similar corte a
los pimentones, zapallo italiano, zanahoria y perejil, uniendo todo en un
pequeño timbal aderezado con la justa proporción de jugo de limón. Acompañado
de un mix de ensaladas donde destacan los verdes, betarragas y aceitunas negras,
hasta los más acérrimos cavernícolas le hacen un guiño a esta entrada, muy
valorada en este santuario de la cocina vegetariana. (Av. Luis Pasteur 5393,
Vitacura. Teléfono 22954 0283)
PEBRE DE COCHAYUYO CON
SOPAIPILLAS /
DIVERTIMENTO CHILENO
Chilenidad
pura en esta preparación que compite con los mejores apetizers de la capital.
Untar una cucharadita de pebre de cochayuyo sobre una sopaipilla recién frita
es irresistible. La gracia está en la equilibrada proporción de ingredientes y
un delicioso jugo que a veces chorrea con placer sobre la palma de la mano. No
es un plato en sí, más bien es parte de todo inicio de un almuerzo o cena que
puede transformarse en inolvidable. (Av. El Cerro s/n, esquina Pedro de
Valdivia Norte. Providencia. Teléfono 22975 4600)
ENSALADA DE COCHAYUYO /
LA ESTANCIA
En
este lugar la ensalada de cochayuyo forma parte del buffet de entradas que está
a libre disposición de los clientes. Ver que un restaurante de ambiente
familiar, ni tan gourmet ni picá de barrio, incluya una ensalada de cochayuyo
en su carta, da esperanzas de que algo está cambiando, para bien, en el paladar
y la salud de los chilenos. La ensalada tiene
trozos de cochayuyo, es decir, no trata de disimular lo que es. Está muy
bien aliñada con aceite, limón, cebolla y perejil. ¡Y tampoco hace falta más!
Esa es la maravilla: lo simple, lo nutritivo y sano a la vuelta de un plato y
un tenedor. (Av. Nueva Providencia 2250, piso 16 / 22232 1827)