miércoles, 22 de marzo de 2017

BUENOS PALADARES


CRÓNICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA
 
MUJER LA TERCERA
PILAR HURTADO
(MARZO) DEL BETO (Av. Manuel Montt 1828, Providencia / 22209 0206): “De la amplia carta del local, que revisamos con una panera con pan, sopaipillas y un chancho en piedra de la casa, elegimos probar un par de empanadas y dos platos de fondo en medias porciones. Esto de la media porción es una excelente idea, ya que hay mucha gente que prefiere comer poco, y también están los niños, a quienes no tenemos por qué condenar a los nuggets con papas fritas en cada local que visitamos. Algo que nos llamó la atención es que en la carta hay un aviso que dice que la segunda panera con chancho en piedra tendrá un recargo y la tercera, igual: las cuentas claras conservan las buenas amistades, decía mi padre, aunque en Chile no estemos acostumbrados a que nos cobren el pancito.” “El pastel de choclo estaba muy bueno, pastelera cremosa y pino bien aliñado; ¡rico! Como postres, pedimos manzana asada al vino tinto y puré de castañas.”

WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS
(MARZO) DONDE EL CRIOLLO (Bilbao 2839 / 23220 7372): “Se trata de un local bien montado, limpio y ventilado, con su pantalla de televisión y una pizarra que proclama su vocación cervecera aparte del tema comida. La atención fue atenta, pero ya ver que solo dos personas hacían TODO -hacer los jugos, cobrar, cocinar, etc.- hacía presagiar parte de lo que vendría. Y aquí la culpa es de quien no dio el afrecho, citando el refrán aquel.” “Una hamburguesa Desubicada ($6.800) que se pidió tres cuartos y llegó muy cocida. ¿Cómo lograr que la carne molida quede igual que sin moler? Aquí tienen la respuesta. Y venía esta con unas lonjas de tocino que apenas habían pasado por la plancha (en el estilo gomoso del lugar, parece). Acompañaba la combinación una triste hoja de lechuga, un suspiro de tomate y un huevo frito con la yema cocida.”

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(MARZO) LA TASCA DE ALTAMAR (Noruega 6347, Las Condes / 22211 1041): “Este es el único lugar en que, en los últimos años, hemos logrado comer las auténticas "machas a la parmesana" ($8.900), con mantequilla y queso parmesano rallado y punto. Así son. No son esos catafalcos de kilos de queso derretido en los que yacen pichi-lenguas enmudecidas de machas difuntas. Y el perol de machas ($8.900) fue exactamente eso: un perol con abundantes machas cocidas a la perfección, blandas, rosadas, con un sabor y un aroma a mar impresionantes. Por todo aditamento, un pocillo con cilantro y cebolla picados para aliñarlos. Para mí, la cebolla estaría mejor desaguada, en un país en que este bulbo tiene una ferocidad ancestral.” “¡Pejerreyes fritos con batido crujiente, dorado y seco, en buena porción, acompañados de una papa "pará" y lechuga escarola! ($7.800). ¡Oh! Y panqueques rellenos de mariscos en una salsa cremosísima de un sabor marino estupendo ($7.600), que habría estado mejor todavía con panqueques más gruesecitos. Después de esto nos dejamos llevar por el entusiasmo y pensamos que no podía perdonarse el clam chowder ($6.900), la famosa sopa de almejas con crema de la Costa Este de los Estados Unidos, con sus papitas picadas. Perfecta.”