LOS PREMIOS DEL CIRCULO
DE CRONISTAS
El premio al chef del año
quedó desierto
Diez
fueron los galardonados en el área gastronómica. Como Mejor Restaurante se destacó al 99
RESTAURANTE por su gran labor realizada durante el año pasado en base a una
cocina de autor a precios realmente sugerentes. Un concepto diferente, cuya
gracia es la sencillez para ofrecer y preparar alta cocina sin pretensiones ni
ampulosidades.
Como
Mejor Restaurante
de Cocina Chilena fue premiado THE GLASS, perteneciente al Hotel
Cumbres de Vitacura, gracias al trabajo de su chef Claudio Úbeda y su
incansable labor para rescatar recetas y sabores de antaño y darle un toque
moderno, sin apartarse de la tradición. En la categoría Servicio, el reconocimiento fue para
la sucursal chilena del RUBAIYAT,
sin duda todo un ejemplo en lo que respecta al difícil arte de la atención al
cliente y el correcto desempeño de sus sommeliers.
La
relación precio
/calidad es en la actualidad uno de
los factores que más incide en el éxito de los restaurantes, por ello LE BISTROT mereció con ganas uno de los
premios más difíciles y complicados que se entregan año a año. Aun así, los
aplausos aumentaron cuando se dio a conocer que el típico bar-restaurante LAS LANZAS, una tradición de la Plaza
Ñuñoa, creado en el año 1964, fuese reconocido como uno de los lugares más
clásicos de la capital y merecedor del premio a la Trayectoria Gastronómica.
Poco
a poco los restaurantes ubicados fuera de nuestra capital están llamando la
atención de los amantes de la gastronomía. Por eso el Circulo decidió hace un
tiempo premiar cada año a tres restaurantes (norte –centrosur- sur) con la
finalidad de que sus cocinas se vayan fortaleciendo y masificando. En el norte
de Chile, el premiado de este año fue el restaurante RAYU, especializado en cocina peruana de mantel largo, que ha
logrado mantenerse dentro de los más significativos lugares de la Península de
Cavancha, en Iquique. En las regiones del centro sur venció LA FLEUR DU SEL, comandado por el chef
vasco-francés Michel Moutrousteguy y ubicado en las cercanías de Pucón; y en la
región sur, el galardón fue para la cocina del HOTEL SINGULAR PATAGONIA, a cargo del chef Laurent Pascualetto,
ampliamente conocido por todos los amantes de la gastronomía ya que también
lidera las cocinas del hotel homónimo en nuestra capital.
Uno
de los grandes premios, el de Chef Revelación, fue para JONATHAN MICHEL, actual chef del restaurante La Misión, quien llegó
hace dos años a Chile, pero había pasado desapercibido. Es quien se hizo cargo,
durante 10 meses, de la cocina del Ambrosía, mientras Carolina Bazán estaba en
su pre y posnatal. Y hace ocho meses brilla con luz propia en el restorán La
Misión, donde está haciendo una cocina de autor que encantó a la crítica
especializada. Por otra parte –y al contrario de otros años- el Círculo no
entregó reconocimiento al Chef del Año, ya que consideró que no existían
merecedores a este galardón.
EL PAN EN CHILE,
más conocido como “El libro del pan” de Antonio y Alberto Ferrán, fue
considerado como la Publicación del Año. Este es un libro inédito de
investigación y recopilación de relatos e imágenes que recupera el patrimonio
emocional, industrial y nutritivo del pan en nuestro país, rindiendo un
homenaje a los protagonistas que han aportado desde siempre de forma anónima a
la maravillosa historia de una de nuestras industrias más tradicionales.
El
vino logró cinco distinciones Como Bodega del Año, los cronistas resaltaron las
bondades de la VIÑA SANTA CAROLINA y
el equipo enológico de la bodega, gracias a una filosofía que tiene relación
con el perfeccionamiento constante tanto de la calidad como del desarrollo y
uso de nuevas técnicas productivas -en el viñedo y la bodega-, con el fin de
producir vinos de excelente calidad con una orientación hacia la innovación y
la sustentabilidad de largo plazo. Como Proyecto Vitivinícola Artesanal, la distinción fue
para la viña CANCHA ALEGRE, un
proyecto vitivinícola dirigido por Sergio Amigo, un apasionado del vino cuya
familia es de la zona de Cauquenes, que tras ver amenazados muchos viñedos
antiguos por empresas forestales que adquirían los predios para sacar las
patrimoniales parras y plantar bosques de eucaliptus y pinos, se decidió a
comprarlos y salvar las parras e iniciar la producción de vinos de calidad pero
manteniendo sus características silvestres, artesanales y sin químicos.
Con
más de 21 años a cargo de la enología de la Viña De Martino y un extenso
curriculum que va desde la elaboración de vinos tradicionales y otros
experimentales de gran éxito, el enólogo MARCELO
RETAMAL fue considerado para el galardón a la Trayectoria Vitivinícola, por su
excelente desempeño en el crecimiento de la identidad del vino en nuestro país
y que se atrevió hace algunos años a que las viñas grandes también podían hacer
“locuras”.
Hasta
hace algunos años, la enología era cosa de hombres… hasta que comenzaron a
aparecer las mujeres y cambiaron la sociedad vitivinícola nacional. Entre ellas
está ANDREA LEÓN enóloga responsable
de la línea Apalta de la viña Lapostolle que recibió el premio como Mejor Enóloga.
Antes, había trabajado vendiendo barricas, lo cual le permitió conocer más del
rubro y también viajó a Estados Unidos a hacer vendimias orgánicas. Todo eso le
sirvió para su trabajo de hoy: es decir, para producir vinos de un desarrollo
agrícola sin pesticidas ni fertilizantes artificiales, pero que en la bodega
son trabajados con conservantes.
El
ganador absoluto de la jornada fue EDUARDO
CHADWICK, quien se llevó el máximo galardón que entrega el Circulo
(dedicado a Rosita
Robinovitch), empresario vitivinícola que consiguió que su vino
Viñedo Chadwick cosecha 2014 obtuviera el máximo puntaje (100 puntos), posicionándolo
como “el primer vino perfecto de Chile, según lo expresado por James Sucklin,
el crítico de vino más influyente del mundo.
La
ocasión también sirvió para entregar un reconocimiento a LAS ROSAS CHICAS, ganadora de la última versión del Concurso Anual de
Empanadas que el Círculo de Cronistas
realiza para las Fiestas Patrias.
En
resuman: 16 galardones, muchas sonrisas y una señal de profesionalismo para el
Circulo de Cronistas Gastronómicos que desde hace 22 años entrega estos
reconocimientos que sin duda son de gran utilidad para el desarrollo de nuestra
cultura eno-gastronómica. (JAE)