CARRER NOU 2.0
¡Nuevas sorpresas!
Cuando
un restaurante sin mayores pretensiones fue considerado como el mejor del país
(según la revista Wikén, 2016), hasta sus propietarios (Amalia Pesutic y
Cristóbal Pérez) se alarmaron. Bien en cierto que en siete años de operaciones,
el Carrer Nou había demostrado una solidez gastronómica de proporciones, pero
de allí a obtener el premio mayor, el desafío que se les venía por delante era
inmenso.
Aprovecharon
febrero para darle una “manito de gato” al restaurante. Aire acondicionado y
nuevas sillas, pintura nueva y barnizados con la finalidad de corregir algunos
problemas que suceden con el paso de los años. Una pequeña remodelación que sus
clientes celebran.
Pero
lo importante –más que las instalaciones- es la mano que existe en la cocina.
Amalia Pesutic aprovechó como nadie su estadía en el País Vasco y a su regreso
quiso replicar un estilo de cocina donde se involucran los sabores catalanes
intensos, sabrosos y reconfortantes. Su camino en nuestra capital fue largo
pero provechoso, ya que a pesar de que su restaurante estaba alejado del
circuito gastronómico tradicional, de a poco y con el famoso “boca a boca”,
comenzaron a hacerse conocidos por toda una legión de seguidores.
La
buena salud se observa desde el ingreso al local. Las reservas son casi
obligatorias y se nota cuando los comedores están casi repletos. Una pasada por
el bar para conocer su nuevo “look” mientras preparaban mi mesa. Sangrías para partir compartiendo como
aperitivo una Tortilla de huevos
envuelta en jamón serrano (5.700) de agradable consistencia y sabor. Luego, mi compañero de
mesa –algo más conservador que este cronista- comenzó a darle el bajo a unas Chuletitas francesas de cordero cuya
superficie estaba bañada con un crujiente batido de ajo y perejil y acompañado
con puré de alcachofas; yo, en busca de sorpresas me atreví con el Capicúa, un ma-ra-vi-llo-so salteado de
garbanzos, rúcula, tomatitos cherry, almendras tostadas y mozzarella artesanal,
logrando una sensacional combinación ideal para este otoño – invierno que
estamos comenzando. (Los fondos promedian los $10.000)
Rica
cocina y esmerada atención. Una Crema Catalana –para equilibrar dulces y
salados- sirvió para dar el toque final a un almuerzo de esos que dejan “la
guatita llena y el corazón contento”. Personalmente no me creo eso de que
Carrer Nou sea el mejor del país, ya que los requisitos que deberían cumplir están
sobre la lógica de sus creadores y la de sus clientes. Más bien pensemos que
acá la oferta es generosa, sabrosa y que sus habitués salen más que
satisfechos. Un lugar entrañable que sus propietarios definen como “Un pequeño
rincón de libertad donde queremos que la amistad vaya de plato en plato y de copa
en copa.” (Juantonio Eymin)
Carrer Nou: Av. Miguel
Claro 1802, Providencia / 22727 1161