martes, 26 de septiembre de 2017

MIS APUNTES


 
MERCADO BAR

El mismo nombre… la misma dirección, pero otros propietarios y una nueva propuesta gastronómica es la que hace un par de meses está operando en Vitacura y que llama la atención por el nuevo concepto gastronómico que quieren imponer en nuestra capital: el flexitarianismo, o sea, un lugar vegetariano con  una pequeña “trampita”, ya que algunos platos contienen pescados o mariscos.

El proyecto, liderado por José Francisco García y Luigi Vaccarezza, busca ser una conjunción de estimulación de los sentidos, ya que al concepto de comida sana, se une una decoración donde el verde es el color preponderante y una cocina preparada por el cocinero Álvaro Rey (ex Quínoa). Todo ello bajo el concepto de “flexitariano” (el primero en Chile en desarrollar esta tendencia), que es comida saludable y vegetariana, pero que no deja de lado – en este caso- los pescados y mariscos y la conjunción de alimentos de manera creativa. 

“Nuestro interés es desarrollar un concepto que nosotros sentimos como parte de un estilo de vida, donde comer sano y rico se conjuga con estar en un espacio agradable, con buena música, una barra con unos cocteles espectaculares, que te invite a compartir y que sea un lugar de reunión y de placer desde todos los sentidos”, señaló José Francisco García, quien agregó que la idea surgió en una estadía en Los Ángeles, Estados Unidos, y porque no encontraban en la oferta gastronómica local un restaurante que uniera estos conceptos.

Para muchos de nuestros lectores, la comida vegetariana es algo aburrida. Sin embargo en este Mercado Bar las cosas cambian. Al existir alternativas diferentes, como pescados o mariscos, el boca a boca ha surtido efecto y no es raro verlo repleto de clientes a las horas que atienden. Entradas, como el Tataki de atún sellado en sésamo y salsa hoisin (10.990), o una Ensalada de queso de cabra, apanada en panko, con escalibada, tomatitos deshidratados, mermelada de tomates, chips de pan pita y aceitunas verdes (6.990) son un acierto, tanto como su Lasaña de berenjenas (9.990) o sus Ñoquis (7.990) con pesto de albahaca, mozzarella, almendras laminadas, brócoli y parmesano. Raro y desconcertante es leer en la carta las calorías de cada plato escogido. Al menos en Santiago, a la hora de ir a un restaurante, las calorías no se cuentan ni se suman, algo que en algún momento podría hacerles algún daño comercial.

La carta de cócteles y licores es grande. La de vinos requiere asesoría ya que buenos platos requieren vinos adecuados para apreciarlos mejor. La idea de generar este espacio flexible (apto para vegetarianos que de vez en cuando consumen pescados o carne), podría poner este lugar dentro del circuito gastronómico de los capitalinos. Cosa nada de fácil en estos tiempos ya que el mercado de restaurantes está muy activo y no es tarea fácil sobresalir del resto. La idea es buena, pero la avenida Vitacura no es de las mejores para instalar un restaurante. Esa verdad -del porte de un buque- nadie la dice, pero la historia nos cuenta que emprender en esa arteria es muy difícil. Ojalá que Dios los escuche y que el diablo se haga el sordo…

MercadoBar / Vitacura 4089 / 94034 4197