Hace poco más de tres
meses abrió sus puertas el nuevo restaurant japonés Issei –cuyo nombre
significa "primera generación" - en la capital.
Teniendo en cuenta lo
arriesgado que puede ser probar un restaurant estando todavía en su “marcha
blanca”, nos encaminamos hacia La Dehesa para almorzar.
Grata sorpresa al
llegar: nos recibe un sonriente garzón, que camino a la mesa nos enseña una
vitrina llena de fresquísimos productos de mar, que de inmediato nos abren el
apetito. Tras recibir la carta y pedir algo de beber a la mesera encargada del
área donde tomamos asiento (sí, se nota y agradece que haya sistema en el
servicio), al saber que venimos a degustar, nos recomienda algunas entradas,
especificando los ingredientes y modos de preparación.
El menú fue ingeniado
por todos los socios del restaurant Issei, los empresarios gastronómicos
chilenos Alberto Ventura (Sakura, Osaka, e.o.), Catalina de la Cerda, Ignacio
Montaner y Eduardo Arriarán (Pad Thai), así como también del maestro de sushi
peruano, Mario Suárez. Mario es peruano radicado en Chile desde 2000. En su
país trabajó en los restaurantes Yokosuka, Juji y Sushiito, finalizando su
trayectoria en la Residencia el Embajador de Japón en Perú donde siguió
especializándose en la comida japonesa. A su llegada a Chile, estuvo en el
restaurante japonés Sakura y Sakura Express, incorporándose este año como socio
al proyecto Issei.
La cocina aquí es
internacional con fuerte inspiración asiática. Todos los platos tienen un toque
japonés, ya sea por alguno de los ingredientes, por la forma de preparación o
por la condimentación. Ante tamaña propuesta, elegir se convierte en un agradable
desafío…
Partimos con un Ceviche mikussu ($7.900) de corvina, camarones
ecuatorianos, ostiones y ají amarillo, marinados a la perfección y acompañado de
zapallo camote suavemente apanado. El otro plato, Tosa tarutaru ($8.400), un tártaro de atún y salmón con palta,
masago (caviar del pez capelán, considerada como un producto de alto valor,
sobre todo en Japón), semillas de sésamo, aceite de oliva y cebollín muy bien
adobado, resaltando la leve dulzura de la espesa salsa de soya.
No podemos
resistirnos y compartimos, además, una porción de Nigiri Koushinoniku ($3.900): bingo! La calidad del filete Angus y
los huevos de codorniz al punto, perfectos para reventar sobre la carne y arroz, nos dejan con
una sonrisa sobre los labios.
El diligente y cordial personal nos sugiere, por lo mismo, continuar con una trilogía de sushi-rolls al estilo nikkei. Mientras esperamos con
bossa nova de fondo, disfrutamos del ambiente minimalista del lugar, donde
llaman la atención los cuidadosos detalles de colores en las paredes, con cajones
de madera a modo de macetas, llenos de plantas naturales.
Pasados algunos
minutos llegan nuestros sushis, dispuestos sobre un barco de madera decorado
con camote
al hilo, y continuamos nuestra
travesía culinaria. La presentación y la mezcla de sabores y texturas son
absolutamente logradas. El Ebi kani roll
($8.900) es un crujiente roll apanado de camarones, carne de jaiba, cebollín y
queso crema, cubierto en salmón apanado en panko y acompañado por una cremosa
salsa tibia. La nota frutal la pone el Mango
roll ($8.900), siendo sus componentes fresco atún, carne de jaiba,
crujiente pepino, palta con láminas de mango – todo bañado en una salsa del
mismo fruto. Nuestra trilogía queda completa con el Acevichado roll ($7.900), una delicada composición de crocantes camarones
apanados y palta cubiertos con láminas de pescado blanco, ceviche y una suave salsa
de mayonesa al limón. De cada roll llegan nueve bocados, suficiente para probar
diferentes combinaciones.
Podríamos dejarlo
hasta ahí, pero la carta de postres es demasiado tentadora. Compartimos un Toffee de nuez ($4.400), un tibio kuchen
artesanal en combinación con helado de alfajor de vainilla y salsa de chocolate
blanco - ideal para los amantes de postres cálidos – y un Cheesecake de té matcha con sorbete de frutos del bosque, que convence por su excelente
consistencia y el logrado balance entre la acidez y dulzura del helado.
El espresso italiano Illy que tomamos al final tampoco se quedó atrás: granos
de café arábiga extraídos al punto, algo reconocible antes de siquiera probarlo
debido a la espesa y abundante crema café-rojiza en la superficie. Summa summarum: una experiencia redonda.
En las próximas
semanas se inaugurará la azotea, un espacio ambientado como bar-lounge, donde
se estrenará su coctelería… ¡ya programaremos una nueva visita! (KB
& LAB)
Issei
Av. José Alcalde Délano 10492, Local 1512
Mall Vivo Los Trapenses (estacionamiento gratis)
Lo Barnechea, Santiago
Reservas (con 24 hrs.
anticipación): +56 2 3224 6913 / contacto@issei.cl