LA FUENTE CHILENA
Al
hablar de historia, pensamos en la trayectoria, algo que calza
perfectamente en esta nota acerca de La Fuente Chilena, una sanguchería que
abrió hace diez años en uno de los costados del centro comercial Omnium en
Apoquindo y que en su época revolucionó el sector por la oferta de sus
preparaciones, en su gran mayoría sánguches con identidad nacional.
La
buena mano y conocimientos del chef Álvaro Barrientos (que incluso llegó a ser
chef ejecutivo de Lan Airlines y del Mesón de la Patagonia), lo hizo crear junto a
su primo, Pablo Leal, su primer desafío comercial y gastronómico, que con el
tiempo llegó a convertirse en una de las grandes sangucherías de la década. Una
labor encomiable que luego replicó en el sector Nueva Las Condes y finalmente
en Providencia, una ubicación
privilegiada y buscada por muchos empresarios.
El
local de Pedro de Valdivia –en Providencia- es amplio y cómodo. Aquí, como un
verdadero laboratorio, se están probando y analizando nuevas propuestas con el
fin de hacer crecer la cadena. Nuevos y novedosos cocteles que van más allá del
tradicional Pisco Sour, como el Ponche de la Fuente (3.100), con frutas
previamente asadas y vino blanco; o El Tibio, con yerba mate, jugo de pomelo y
aguardiente de Chillán (3.100), que son parte de una batería de cócteles, vinos, cervezas (posiblemente lo más vendido)
y digestivos.
Tablas
para iniciar, que son más allá que un mero picoteo y son verdaderamente un
plato (grande) de delicias, casi todas a $ 6.900. Pichanga, crudo, pernil, lengua, churrasco,
prietas y empanadas (con varios rellenos) para iniciar un peregrinaje por la cocina
criolla, donde no faltan las sopaipillas ni el pan casero. El servicio –hoy en día
en manos de una mayoría de inmigrantes bastante cultos- supera en tiempo y
disposición para atender a sus clientes. Sin excederse en los precios, tiene un
público leal que repleta las instalaciones día a día.
Una
de las mayores gracias del local es que si bien saben de productos criollos,
también poseen un amplio conocimiento acerca del pan, el producto clave a la
hora de comerse un sánguche. Tan importante como la masa y el equilibrio de un
raviol –para los italianos-, para los sangucheros el pan es la quintaesencia de
la especialidad y aquí encuentran calidad panadera de elaboración propia. Ahí
se entusiasman con las fricandelas de wagyu (la especialidad de la casa),
churrascos, lengua, plateada, arrollado, pernil, lomito, gorda y mechada (entre
otros), que expenden en diferentes versiones que varían entre los $ 4500 y
7.000, cubren las necesidades de una clientela que ama los sánguches desde su
más intima perspectiva.
Los
postres, tradicionales y todos a $ 2.200, dejan “la guatita llena y el corazón
contento” a sus fieles parroquianos. Desde unos excelentes panqueques rellenos
con manjar y nueces, hasta el conocido pero esquivado Turrón de vino tinto con
frutillas, convierte a este lugar en uno de los mejores dentro de su
especialidad, donde incluso de tarde en tarde tienen música y cantantes en vivo,
como una forma de darle vida a este sector de Providencia.
Una
buena iniciativa. (Juantonio Eymin)
La Fuente Chilena: Pedro
de Valdivia 0149, Providencia / 22963 7692