martes, 3 de octubre de 2017

MIS APUNTES


 
QUIZUNA
Un nikkei viñamarino

Gastronómicamente, Viña del Mar es una ciudad que se comporta como balneario, por ello los restaurantes de prestigio se pueden contar con los dedos de una mano. En verano todo cambia y se produce un boom de locales de todo tipo, pero cuando se esfuman los turistas, la ciudad comienza a dormir… hasta que la despierta un nuevo verano.

Una corta reflexión para describir que en Viña del Mar la gastronomía no tiene la misma dimensión que otras ciudades y/o balnearios del país. Su vecina Valparaíso cubre las necesidades gastronómicas de los viñamarinos y pareciera que este tema no tiene vuelta atrás.

Aun así hay emprendimientos que vale la pena destacar y que buscan revertir el casi nulo panorama gastronómico de la ciudad. Hace un par de meses, tres jóvenes hermanos provenientes de una de las familias más conocidas de la región, decidieron abrir un restaurante de características Nikkei, esa fusión japo-peruana, que si bien aún no es comparable a la oferta capitalina, podría convertirse en uno de los buenos lugares de la ciudad.

Un cómodo y bien diseñado comedor y una amplia terraza enfrentan el sushi-bar donde el itamae Lou Remy Asato, peruano con ancentros japoneses y de amplia experiencia en Lima, realiza cortes precisos para las entradas nikkei, a las que se suman otras preparaciones provenientes del cuarto caliente como unas maravillosas Gyosas de verduras (3.500 x 6 unidades) y cerdo (a igual precio). Buen inicio para destacar una entretenida coctelería de autor donde el Sake es uno de los interesantes protagonistas.

Imaginación y sabor para destacar en esta nota unos Espárragos Maki (6.700), envueltos en lomo de vacuno y salsa miso; un Pulpo picante (8.500) a la plancha con salsa spicy y papas al perejil, o disfrutar su deliciosa sopa Ramen (7.900), elaborada con fideos hechos en casa y verduras orientales.

A la versión japo de sus preparaciones, suman algunos platos típicos peruanos como el Lomo salteado (10.500) y los ya conocidos rolls californianos (6.500), en una extensa carta donde prima una buena materia prima y un correcto e informado servicio. Sin ser extensa, la carta de vinos -separada por cepas-, tiene precios bastante adecuados y seductores.

Lo único que se espera es que el Quizuna se mantenga en el tiempo. La temporada (como todos los comedores de la ciudad) la tienen asegurada, pero es absolutamente necesario que Viña del Mar se convierta en un referente gastronómico durante el año corrido. No puede ser que no tenga más opciones que el San Marco, La Ciboulette o El Austriaco. Por eso destaco el trabajo de estos emprendedores que si bien tienen mucho aun que aprender, ojala reciban el aprecio de los viñamarinos y se convierta en uno más de la estrecha oferta gastronómica de la ciudad. Sería lo justo… y es necesario.

Quizuna: 12 Norte 640, Viña del Mar / 32280 0877