QUIZUNA
Un nikkei viñamarino
Gastronómicamente,
Viña del Mar es una ciudad que se comporta como balneario, por ello los
restaurantes de prestigio se pueden contar con los dedos de una mano. En verano
todo cambia y se produce un boom de locales de todo tipo, pero cuando se
esfuman los turistas, la ciudad comienza a dormir… hasta que la despierta un
nuevo verano.
Una
corta reflexión para describir que en Viña del Mar la gastronomía no tiene la
misma dimensión que otras ciudades y/o balnearios del país. Su vecina
Valparaíso cubre las necesidades gastronómicas de los viñamarinos y pareciera
que este tema no tiene vuelta atrás.
Aun
así hay emprendimientos que vale la pena destacar y que buscan revertir el casi
nulo panorama gastronómico de la ciudad. Hace un par de meses, tres jóvenes
hermanos provenientes de una de las familias más conocidas de la región,
decidieron abrir un restaurante de características Nikkei, esa fusión
japo-peruana, que si bien aún no es comparable a la oferta capitalina, podría
convertirse en uno de los buenos lugares de la ciudad.
Un
cómodo y bien diseñado comedor y una amplia terraza enfrentan el sushi-bar
donde el itamae Lou Remy Asato, peruano con ancentros japoneses y de amplia
experiencia en Lima, realiza cortes precisos para las entradas nikkei, a las
que se suman otras preparaciones provenientes del cuarto caliente como unas
maravillosas Gyosas de verduras (3.500 x 6 unidades) y cerdo (a igual precio).
Buen inicio para destacar una entretenida coctelería de autor donde el Sake es
uno de los interesantes protagonistas.
Imaginación
y sabor para destacar en esta nota unos Espárragos Maki (6.700), envueltos en
lomo de vacuno y salsa miso; un Pulpo picante (8.500) a la plancha con salsa
spicy y papas al perejil, o disfrutar su deliciosa sopa Ramen (7.900),
elaborada con fideos hechos en casa y verduras orientales.
A
la versión japo de sus preparaciones, suman algunos platos típicos peruanos
como el Lomo salteado (10.500) y los ya conocidos rolls californianos (6.500),
en una extensa carta donde prima una buena materia prima y un correcto e
informado servicio. Sin ser extensa, la carta de vinos -separada por cepas-,
tiene precios bastante adecuados y seductores.
Lo
único que se espera es que el Quizuna se mantenga en el tiempo. La temporada
(como todos los comedores de la ciudad) la tienen asegurada, pero es
absolutamente necesario que Viña del Mar se convierta en un referente
gastronómico durante el año corrido. No puede ser que no tenga más opciones que
el San Marco, La Ciboulette o El Austriaco. Por eso destaco el trabajo de estos
emprendedores que si bien tienen mucho aun que aprender, ojala reciban el
aprecio de los viñamarinos y se convierta en uno más de la estrecha oferta
gastronómica de la ciudad. Sería lo justo… y es necesario.
Quizuna: 12 Norte 640,
Viña del Mar / 32280 0877