martes, 12 de diciembre de 2017

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR


 
LA CASCADE
Un clásico absolutamente vigente
 
Los capítulos del menú de La Cascade se han mantenido por años. Clásico entre los restaurantes franceses de nuestra capital y tras dos cambios de domicilio, congrega a una fiel clientela que gusta de la cocina gala de bistró, en un ambiente refinado y muy bien atendido. Su propietario y chef, Edouard Weisz, nieto de Mme. Ivette Raillard, fundadora del local, ha sabido mantener con el paso de los años las recetas que hicieron famoso este lugar. Sin embargo, los tiempos modernos y la proliferación de las terrazas en BordeRío, lo llevaron a asumir ciertos cambios (desde bajar sus precios), aportando una cuota de dinamismo y modernidad al local.

Primero fue su nueva terraza apropiada para beber un aperitivo acompañado de tablas de queso, charcutería o mariscos, donde en un ambiente típico de lounge, la conversación y los largos ocasos del verano la hacen ideal. Luego, apostó por nuevas ensaladas que van más allá de las típicas que se ofrecen en los restaurantes, ya que cada una de ellas conforman un plato de fondo, como la Detox (9.000), con kale, palta, brócoli, salmón apanado, tomates baby y bastones de pepino con aderezo de cilantro, yogurt y lima; o la de Quínoa (9.000), con palta, ricota, almendras, camarones apanados en panko, con aderezo de mostaza y chiffonade de crepes al horno, a las que se suma la French Burger (8.900), una hamburguesa preparada con filete y sobrecostilla, tocino, queso azul, cheddar y mantecoso, pepinillos, papas fritas y salsa bernaesa, una verdadera y nueva opción gastronómica para este clásico francés. 

Sin embargo, los platos de siempre son sublimes. El carpaccio de filete con aderezo de trufa blanca (8.500) es de exposición y sus Caracoles a la Bourguignon (8.900) –con ajo y todo- se ha convertido en uno de los favoritos de la carta. Más allá, en los fondos, las Ancas de rana (no siempre hay) con papas hilo (13.900), son tan solicitados como el  Coq–au–vin o su afamado Boeuf bourguignon.

Buena materia prima y buenas manos en la cocina lo convierte –junto su diseño y arquitectura- en uno de los buenos restaurantes de BordeRío, donde llegaron hace ocho años. A la hora del postre, no se vaya sin probar los crêpes Suzette (5.900) preparados como se debe, o sea, con sus verdaderos ingredientes, como lo elaboraba Mme. Ivette hace 55 años en su primer local de Pedro de Valdivia.  (Juantonio Eymin)

La Cascade: BordeRío, local 8 / 22218 9640