CÓCTELES VINTAGE
Té y otras hierbas, especias, frutas y destilados son las armas
con que los mixólogos –modernos alquimistas de la bebida- conquistan a sus
seguidores. Sin embargo, los cócteles vintage –los de antes - no pierden
terreno ya que se renuevan y cautivan a todas las generaciones. Acá les
entregamos nuestras diez preferencias. ¡Pase y brinde!
BLOODY MARY
El
origen de este cóctel fresco y salado, que tiene tantos fanáticos en el mundo
es incierto. Se dice que fue inventado por un barman llamado Fernand “Pete”
Petiot, cuando trabajaba en el famoso Harry's New York Bar en París a comienzos
de los años '20. Uno de los atractivos de este universal cóctel es que de los
preferidos para acompañar un tardío desayuno de domingo o un almuerzo. Además,
la mezcla de jugo de tomates y diversas especias y condimentos, permite a cada
barman amateur jugar con sus propios gustos. Incluso algunos le agrega el jugo
de algunos mariscos, como almejas.
NEGRONI
Vaso
corto, hielo y tres partes exactas de vermouth, campari y gin es la base de
este famoso cóctel creado en Florencia en los años ’20. Con un triunfal regreso
a las barras capitalinas ahora lo elaboran con hielo de aguas filtradas y el
gin preferido del consumidor, otorgándole personalidad y sabor personal a cada
preparación.
CYNAR JULEP
Muy
de moda en los bares socialité, el Cynar es un aperitivo tradicional de origen
italiano. Su peculiaridad es que está hecho en base a 13 hierbas y plantas, con
predominio de la alcachofa. Fue creado en Padova (Italia) en 1950 y se sirve
como aperitivo con hielo y soda o en cócteles con jugo de pomelo, variedad
denominada Julep.
MANHATTAN
Su
nombre hace gala al barrio de la ciudad de Nueva York donde se creó en el año
1870. Una mezcla justa de glamour, elegancia
y diversión que ofrece la posibilidad de disfrutar el sabor típico del whisky
de centeno en una mezcla perfecta y equilibrada de dulzura y sabores amargos de
origen vegetal que son aportados por el amargo de Angostura y el vermouth.
APEROL SPRITZ
Cada
licor o destilado que se precie tiene un antepasado glorioso. Se sabe que los
soldados austríacos acantonadas en Venecia solían añadir agua a los vinos
locales, demasiado fuertes para su paladar germano. Para corregir esta
abominación, Giuseppe Barbieri creó en 1919 la receta del Aperol, con
infusiones de naranjas dulces, amargas y hierbas. Hoy, mezclada con espumoso,
agua gasificada y cascara de naranja, es uno de los cócteles más apetecidos en
el país.
MARTINI
Este
cóctel fue creado en 1911 por Martini De Arma DeTaggia quien era el barman del
hotel Knickerbockers. Originalmente contenía cantidades iguales de gin y
vermouth, lo que ha pasado a conocerse como Fifty-Fifty. Pero las porciones
pueden variar, llegando al Martini ultra seco, que se prepara enjuagando apenas
la copa con vermouth antes de añadir el licor. En la actualidad dos versiones
se llevan los aplausos, con gin o vodka, pero muy secos.
OLD FASHIONED
La
historia cuenta que este cóctel nació en la década de 1880 en Louisville,
Kentucky, pero fue popularizado por James E. Pepper, propietario del famoso
whisky Old 1776, quien fue el encargado de llevar la receta del Old Fashioned a
la barra del conocido hotel Waldorf-Astoria de Nueva York. Whisky, Angostura,
agua y naranja son la base de esta apetecida pócima.
GINTONIC
Hace
algunos años el gin-tonic era una bebida que sólo consumían señores mayores,
periodistas y escritores alcohólicos. Una bebida amarga, fuerte y poco
agradecida. Pero entonces, como por arte de magia aparecieron las ginebras
premium cítricas, especiadas, herbales y florales; las copas de balón, las
bayas de enebro, las aguas tónicas de alta gama y se convirtió en uno de los
cócteles favoritos del nuevo mundo.
CAMPARI
Desde
su introducción, en 1860, en el norte de Italia, el Campari no ha logrado
vencer una candente dicotomía: se le ama o se le odia. No hay términos medios,
ya que se trata de una bebida amarga y densa, que obliga a diluirla con jugo de
naranjas o agua tónica para sensualizarla. Ahora, si la combinación funciona,
ya no hay marcha atrás. En la actualidad, el Campari se ofrece en varios
estilos y mezclas para acomodarse a distintas ocasiones de consumo, sin embargo
la principal función de la bebida es servir de aperitivo.
ARAUCANO
Vilipendiado
por los no conocedores, este clásico se ha transformado en un bajativo
“underground” propio del cierre de una comida contundente. El Araucano es
complejo y esa enmarañada sabrosura y textura se explica por sus más de 23
tipos hierbas que lo componen. Su mejor publicidad se encuentra al interior de
la botella, donde apenas se perciben toques de azúcar y vainilla, dejando la
incógnita del resto. Sólo o con hielo, el Araucano es el licor de culto de la
bohemia nacional.
PISCOLA
La
vieja piscola, el eterno pisco con ginger ale y el moderno pistón (pisco y
tónica) es el combinado transversal de los chilenos ya que se bebe “de capitán
a paje”. A la mezcla le han sumado una gran variedad de jugos y piscos de mayor
jerarquía, lo que permite a los nuevos bartenders lucirse con joyitas etílicas
de toda índole, audacias que están posicionando nuestro pisco entre los grandes
destilados latinoamericanos. Desde estas líneas, un tributo a la piscola, ya
que es única, grande y nuestra… más allá de la cerveza propietaria del
eslogan.