martes, 27 de noviembre de 2018

MIS APUNTES


 
PUERTO CLARO
El otro Valparaíso

Techos altos, maderas nobles, piedra en su cava subterránea, ladrillo a continuación para finalizar con adobe; un acogedor patio interior con abundante luz natural y jardín vertical, a pasos del paseo Atkinson, de la Fundación Lukas y ruta obligada de turistas, suenan bastante atrayentes. Si a eso le sumamos una cuidada remodelación, y una cocina de autor de manos del chef Antonio Moreno, ya estamos hablando de un imperdible.

Un resumen de lo que es Puerto Claro, el restaurante que está de moda en Valparaíso, tan atrayente que está convirtiéndose en uno de los referentes de esta ciudad que tiene dos miradas: el destruido plan, lleno de suciedad y sus turísticos cerros, donde se vive y respira cordialidad.

El proyecto es grande. Con entrada por dos calles, la casona incluye dos departamentos que se arriendan por días y una cafetería que pronto se convertirá en una alternativa para que los turistas coman algo al paso mientras conocen las atracciones del cerro. Mientras tanto, el restaurante se lleva todas sus miradas ya que sus propietarios se preocuparon de todos los detalles que son necesarios para el buen funcionamiento del lugar. Una buena cocina con sus respectivas cámaras de frio, para que el chef Antonio Moreno se sienta a sus anchas y, por otra parte, una vajilla especialmente escogida para satisfacer al cliente más difícil.

Con una cava de vinos de buena factura que incluye vinos de autor a precios bastante razonables, la gastronomía asombra. De una carta con cinco entradas, siete fondos y cuatro postres, el menú degustación (27.000) es una atracción ya que por su valor ofrece un abrebocas, dos entradas, dos fondos y dos postres (a elección del chef) logrando conocer gran parte de la oferta. Felicítese si le sirven un plato de chochas con salsa verde y limón, suaves y tremendamente sabrosas, tanto como los Ostiones magallánicos con crema de coliflor, salsa de mandarina y cereales suflados, otra de las grandes preparaciones del chef Moreno, que antes de hacerse cargo de esta cocina, fue durante años chef del hotel Casa Higuieras de Valparaíso.

Desde la simpleza de una fenomenal pasta fresca cocinada con crema de almejas y tártaro de cangrejo (12.500) a la fuerza de unos porotos granados servidos con locos y calamares a la parrilla (12.500), los fondos son tan interesantes como las entradas frías. Una carta sólida y tremendamente bien ejecutada que entusiasma a moros y cristianos, ya que sean carnes, pescados y/o mariscos, la cocina cumple tanto o más que el atractivo del restaurante, algo que poco se visualiza en regiones.

Los cerros de Valparaíso sacan la cara por la ciudad completa. Es cierto que montar una infraestructura de tales dimensiones es posiblemente algo quijotesco, ya que la temporada turística es corta. Sin embargo, aún hay porteños que sueñan con una ciudad próspera y atractiva.

Abierto a la hora de almuerzo y cena (domingos sólo almuerzos) y emplazado a pocas cuadras del plan de la ciudad, el Puerto Claro conquista a todos los que han ocupado sus mesas durante estos primeros meses de operación. El circuito de buenos restaurantes que se descuelgan de los cerros porteños no es grande, pero es un deber conocer este lindo lugar, que lo dejará contento como unas pascuas. (JAE)

Puerto Claro / Papudo 612, Cerro Concepción, Valparaíso, Teléfono 22792 8196