MEZE
Turquía en Santiago
En
Turquía, país que alberga a 80 millones de habitantes, llaman meze al
aperitivo, que suele ser suculento, atractivo y sano. Ahí, y en pequeños
platillos, grupos de turcos se reúnen y degustan köfte, falafel, mücver,
champiñones rellenos, hojitas de parra, queso blanco, melón y un largo etcétera
que generalmente lo acompañan con Raki, su licor nacional, una bebida
aromatizada con anís y producida a través de la doble destilación de la uva,
que se bebe mezclada con agua.
Pero
no todo es aperitivo en este inmenso país.
Hace
seis años, Onur Erdemir, un turco con estudios de gastronomía en Francia y que
llegó a Chile a turistear pero se encontró una chilena que le abrió el corazón,
decidió instalar un restaurante con la cocina que le apasionaba. Encontró un local
en Manuel Montt y comenzó a preparar su restaurante con ayuda de sus amigos
turcos (una colonia bastante pequeña) y el beneplácito de la embajada de ese
país en Chile. A poco abrir, el boca a boca fue su campaña publicitaria y hoy
se alza como único que presenta la verdadera comida turca - otomana en Chile.
Claro, todo el mundo conoce los Döner kebab, esa carne en láminas con mucho de
fast food, pero eso no es turco, es alemán (aunque fue inventado por un
emigrante turco). La real cocina turca es diferente y tiene influencias de
todos los países que estaban en el imperio otomano: Grecia, Bulgaria, Líbano,
Armenia, etc., pero también del Asia central.
Ubicado
entre Europa y Asia Central, en Turquía se ha creado con el tiempo una
gastronomía que es abrumadora por su variedad, alegre a la vista y muy sabrosa
al paladar. Turquía huele a cilantro picado, a verduras frescas, a damascos
orientales, a carne a las brasas y pescado recién salido del mar. Huele a
canela y a pan crujiente recién horneado, a dulces de miel, almendras y
pistachos y a aromáticas especias. La verdad es que Turquía huele bien y sabe
mejor.
La
carta del Meze ha ido creciendo con los años. Su carta es muy representativa de
la cultura gastronómica actual de los turcos. No hay picores. Obvio que los
sabores varían por el uso de especias que poco utilizamos, aun así, se dice que
la cocina turca es sencilla y honesta, sin falsos artificios ni promesas a
medio cumplir. La variedad de sus platos y la calidad de su materia prima la
convierten en un placer asequible y saludable. A pesar de lo que se pueda uno
imaginar en un principio, la comida turca no enmascara los sabores de sus
ingredientes principales y, por ello, aunque el país sea famoso por sus
especias, éstas sólo realzan su sabor, jamás los ocultan.
Bonito
lugar con una terraza interior muy acogedora. Limpio, ordenado y con un
servicio acogedor, la fachada poco dice de su amplio interior. Acá hay que
venir con ganas de probar platos nuevos y combinaciones de sabores atrevidos,
pero muy agradables. A los mezes
iniciales (una tabla de diferentes platillos por $ 15.900), hay que probar la
típica ensalada del pueblo turco, la Peynirli çoban salatasi (5.850) con
tomate, pepino, cebolla morada y sumac (especia con sabor a limón), hojas de
menta fresca, limón y queso de cabra, servido con aceite de oliva y salsa de
granada, que lo transportará inmediatamente a este lejano país.
Para
los fondos, dos buenos ejemplos son el Centik Kebap (tiras de filete de vacuno
salteado, acompañado de papas fritas hilo, y salsas de yogurt y tomates ($8.950),
y el Begendili tavuk şiş (8.750), que son brochetas de pechuga de pollo
marinado, puré rustico de berenjenas y queso acompañado con arroz. Para fechas
especiales cocinan uno de los platos más típicos de la cocina turca, el Testi
kebabi, que es una de las grandes atracciones del lugar. Se trata de una vasija
de cerámica sellada completamente y que en el interior se cocinan lentamente al
fuego directo y arena, trozos de cordero, tomates, ajo, pimiento, papas, cebollas
enanas y comino. Tras horas en el fuego, el cocinero llega con la vasija a la
mesa y procede a romperla y repartir entre los comensales uno de los estofados
-o guisos- más maravillosos que se pueden probar alrededor del mundo. Con una
suavidad y sabor que sorprende.
A
la hora del postre, lo mejor y más representativo es su degustación de postres
(5.250), con Baklava, irmik helva, sekerpare y helados.
Agende
una visita. ¡No se arrepentirá ¡
Meze / Av. Manuel Montt 270
/ 22378 3646