LA BRASSERIE DE FRANCK Y
HÉCTOR
Cuando
Franck Dieudoneé cerró La Brasserie ubicada en Providencia, con la intención de
abrir un restaurante más amplio en el barrio alto, pocos creyeron que un par de
años después cumpliría su promesa, esta vez asociado con el Master Sommelier
Héctor Vergara, abriendo en la gastronómica Av. Alonso de Córdova, uno de los
más finos y exquisitos lugares creados en este último tiempo.
Dos
pisos (planta en dos niveles y subterráneo) para disfrutar desde el ingreso.
Cómodos sillones para esperar una mesa bebiendo un cóctel, mientras la conocida
Meche Calvo, jefe de atención al cliente, ajusta todos los detalles de los
visitantes. El marrón y los tonos beige le otorgan categoría al diseño del
restaurante, color similar a los mandiles de su entrenada brigada de sala,
donde nada ni nadie altera la satisfacción de degustar una cocina francesa –con
toques originales del chef Dieudoneé-, mientras Héctor Vergara y la sommelier
canadiense Heater Barthau oficializan el servicio de burbujas y vinos.
La
cocina, ubicada en el subterráneo, es el reino de Dieudoneé, apoyado por el
chef Mauricio Núñez, quien fue parte de la delegación chilena al Bocuse d’or
2019. Ambos trabajan codo a codo para entregar oportunamente cada una de las
comandas. Mi visita, concretada a fines de abril, partió con espumante Gemma,
originario del Limarí, y prosiguió con diferentes vinos acordes a cada plato
degustado, en perfecta armonía, como es de suponer, ya que Héctor Vergara -el
Master-, acá oficia como parte del equipo de sala.
Seis
platos degustados me confirman que este lugar se podría convertir en uno de los
más comentados del año. Razones tiene de sobra. Desde sus precios a la óptima
calidad de cada preparación. Desde su Tártaro –aliñado en la cocina, donde nada
falta ni nada sobra- por $ 6.500; pasando por su famoso Huevo trufado sobre pan
campesino ($6.000), o su Médula con cebolla caramelizada, espinacas y jugo de
carne ($6.000), son ejemplos concretos de que en esta Brasserie están haciendo
las cosas bien, con una gran relación precio / calidad, con la finalidad de
mantener una fiel clientela.
Una
sinfonía de sabores a la hora de los fondos. Desde un alucinante Risotto
trufado con champiñones y Grana Padano ($10.500), a un perfectamente cocinado
Róbalo meunière con gratín de berenjenas ($10.500), a un tradicional – y hecho
en casa- Vol au vent relleno con cola de buey y salsa forestière ($ 9.500). Los
vinos, con énfasis en los pinot noir y escogidos por Héctor Vergara, varían de
precio según su prestigio. En copas, desde los $4.000, y en botellas… lo que
demande la imaginación –y el bolsillo-.
Una
carta típica francesa, donde la intervención de Franck Dieudoneé es clave para
reinterpretarla, modificando de una manera sutil algunas recetas con el fin de
otorgarle mayor placer al cliente, como las famosas Crêpes Suzette ($ 5.500),
donde el Grand Marnier fue reemplazado por Jack Daniel’s… sin temblarle la
mano.
Un
éxito por donde se lo mire. En el subterráneo, al lado de la cocina y con
salida propia, un salón equipado para veinte personas, está siempre listo para
ocasiones especiales. Acá las catas de vino y cenas empresariales son comunes.
Solo falta lo que prometieron. Uno de estos días, Franck y Héctor cambiarán de
roles. El Master Sommelier se hará cargo de la cocina y el chef Dieudoneé
realizará el servicio del vino. Sin duda
sería el evento gastronómico del año.
Lugares
como éste en la capital, si los hay, son contados con los dedos de las manos. Y
sobran dedos.
La Brasserie de Franck
& Héctor / Av. Alonso de Córdova 4355, Vitacura / 94077 0830