martes, 11 de junio de 2019

MIS APUNTES


 
PANCHITA
Más vale tarde que nunca
¿Casualidad… marketing… el momento adecuado?... Son varias las preguntas que nos hacemos tras la apertura en Santiago del Panchita, otra de las marcas de Gastón Acurio que llega al país. Un apasionado de la gastronomía escribió en Facebook “Por fin Gastón Acurio decidió competir con el 99% de los restaurantes peruanos en Chile”.  Es posible que lo primero en pensar es que Panchita llegó tarde a Santiago, ya que debió abrir hace años -en Lima este restaurante de alta cocina criolla peruana, tiene diez años de vida-. Pero… ¿a qué y a quién nos enfrentamos?

Cuando la fiebre por la cocina peruana en Santiago comenzaba a decaer, una nueva generación de restaurantes peruanos (criollos, mezclas chinas, japonesas o de autor), daban otro impulso a esta gran cocina. A decir verdad, el típico ají de gallina, la causa rellena o el pulpo al olivo poco estaban llamando la atención. En la actualidad, lo nikkei (como el Karai) o la cocina autoral (como Jerónimo), se llevan los aplausos de esos clientes que no se fijan en gastos. ¿Viene Panchita a revolucionar y adueñarse de la cocina criolla peruana de mantel largo a precios que precisamente no se ven en otros locales de cocina criolla peruana? 

La cocinera y chef peruana Martha Palacios, jefa de cocina de Panchita Lima, realizó
numerosos viajes a Santiago para asegurar una carta que logre la misma experiencia, sabores y esencia de Panchita Perú. Acá, dejó en la cocina al chef peruano Leni Cruz, que, absorbiendo los sabores de Martha, entrega una experiencia similar a los restaurantes madres, donde han rescatado recetas de la cocina regional peruana (como unos deliciosos rocotos rellenos, propios de la cocina arequipeña), junto a otras delicias culinarias de ese inmenso país.

Así, Tamales verdes (similares a nuestras humitas, pero con cilantro), anticuchos de pulpo y corazón, piqueos chalacos, tiraditos, cebiches y chicharrones, se unen a fondos imperdibles como el Seco Limeño, una preparación de garrón de cordero con más de cuatro horas de cocción, acompañado de un puré de porotos pallares, arroz blanco, verduras y cilantro. También el Aguadito de pollo con ají amarillo o el clásico Lomo Saltado en su mejor presentación. Maravillosa es su Lengua estofada, su Seco de asado de tira y el Arroz con pato, una de sus exclusividades, que no deja a nadie indiferente.

De todo y para todos. Bueno… para todos no, ya que es caro, a pesar de que cada plato alcanza al menos para dos comensales. Buenos cócteles de origen peruano y una gran carta de vinos nacionales de alta gama. Si a todo eso le sumamos sabrosos postres, como los Picarones o el Queso helado, la experiencia es insuperable, ya que el lugar merece al menos una visita.

Definitivamente, lo que hace Acurio, lo hace bien. Esta especie de rey Midas de la gastronomía, que puso en el podio la cocina peruana y que en Chile está asociado con el grupo Mil Sabores, nos sigue sorprendiendo con sus propuestas y sabores. No es fácil crear marcas y hacerlas famosas. Pero Acurio, desde su inicial y refinado Astrid y Gastón, hasta su popular Barra Chalaca, nos ha permitido que –por fin- un latino entre en la galería de la fama de los grandes cocineros a nivel mundial. Y eso hay que agradecerlo.

Panchita: Nueva Costanera 3979, Vitacura / 22380 9906