CINCO CÓCTELES CHILENOS
Los bartenders o mixólogos del siglo
XXI nos sorprenden día a día con novedosos cócteles salidos de sus experiencias
e imaginación. Sin embargo, pasan los años y muchos continúan bebiendo los
cocteles de siempre, esos que nacieron en algún momento de nuestra historia y
se convirtieron en símbolo patrio. Nada de mezclas raras, colores fuertes ni
accesorios estrambóticos. Esas son algunas de las reglas, no escritas, de la
coctelería que aún se mantienen vigente.
Esta semana nos alejamos de las
mezclas, de las ramitas, de los humos artificiales y licores extraños, para
concentrarnos en cinco de los más populares cócteles que aún siguen reinando en
los bares del país.
PISCO SOUR (A LA CHILENA)
Miles
han sido las recetas de pisco sour que se han creado con el transcurso de los
años. Elaborado con limón amarillo, sutil o de Pica, azúcar y un pisco de marca
nacional, no hay chileno bien nacido que no se haya aventurado en el arte de
hacer el mejor pisco sour, la receta original, la madre del cordero, aunque no todos
los resultados han sido felices. PISCOLA
Postulada por algunos como "el trago nacional", la popular piscola (pisco + bebida cola) es la fiel compañera de tertulias, vituperios y carretes del país. Una buena piscola debe llevar hielo y limón. Y, aunque el origen del pisco puede estar en duda, la piscola es 100% chilena. ¡Única, grande y nuestra!
TERREMOTO
Surgido en "El Hoyo", bar de Estación Central, en la actualidad es el trago más consumido en "La Piojera", emblema del movimiento guachaca. A base de vino pipeño y helado de piña, más un toque de amargo o fernet y un chorrito de granadina, su prestigio ha trascendido las fronteras, incluso forma parte de casi todas las celebraciones multitudinarias.
PICHUNCHO
Cualquier bar que se jacte de rescatar comidas y bebidas de nuestro recetario tradicional no puede excluir al pichuncho de su carta de cócteles. Generalmente se prepara–salvo que se indique lo contrario– con vermouth bianco, pisco y una fina cáscara de limón. Elegante, refrescante y económico, pero no por eso menos distinguido.
VAINA
No
está de moda como otros cócteles de mediados del siglo pasado, y que ahora son
grito y plata en las barras santiaguinas. Sin embargo, hay un puñado de
nostálgicos y tradicionales bebedores que aún la piden. Incluso algunos
optimistas aseguran que viene de vuelta, que es sólo cosa de tiempo. Y aunque
es difícil encontrar vainas en la ciudad y mucho más una bien preparada, las
que se elaboran con oporto verdadero o un buen Jerez, son y serán sublimes.