LA BODEGUILLA
DE CRISTÓBAL
Menos es más…
Hace
unos días se celebraron los once años de La Bodeguilla de Cristóbal, esa
españolísima taberna del barrio Bellavista y hoy famosa por convertirse en
guarida de pequeños productores vitivinícolas, que se sumaron a cientos de
clientes que viene arrastrando desde que el murciano Cristóbal Morales se hizo
cargo de un negocio que poco le quedaba de negocio… en los tiempos de Antonio García
Lorca, otro español que en algún momento intentó ponerle las riendas a este
simbólico comedor.
Once
años y un aplauso. Es posible que La Bodeguilla sea el único restaurante del
país que se maneja con sólo cuatro personas: Cristóbal, su dueño; Jessica, su
socia; un mozo y un cocinero, que reemplazó a Guacolda Ibaceta, la eterna
maestra de cocina de este lugar, que desgraciadamente falleció hace algunos
meses.
Cuatro
personas para manejar (y mejor de lo que se piensa) uno de los grandes exponentes
de la cocina
española en nuestra capital. Todos se ayudan, desde la cocina hasta el salón.
Más aun, se dan el tiempo para saludar sin sentirse presionados por su público.
Más
allá de sus paellas, sus habitas salteadas con jamón, sus tortillas y guisos
populares de la Madre Patria, como el cocido madrileño, el rabo de toro y el
delicioso tocino de cielo que sirven a la hora del postre, el modelo de negocios
que impuso Cristóbal en La Bodeguilla, es el típico de las tabernas españolas,
donde con el mínimo de personal, son capaces de brindar un servicio agradable y
rápido. Ese modelo debería ser copiado por muchos, algo vital para la
gastronomía de este nuevo Chile, que de nuevo no tiene nada, ya que solo hemos
visto un gran retroceso.
Chapó
para La Bodeguilla, y felicitaciones por el éxito logrado.
La Bodeguilla
de Cristóbal: Domínica 5 / 22732 5215