AMANDINE
El nuevo “must”
de la capital
Hay
palabras en inglés que difícilmente se pueden traducir al español cuando se
desea expresar algo grandilocuente, y eso es lo que nos pasa cuando escribimos
del Amandine, el comedor del hotel Hyatt Centric, que luego de conocer y probar
parte de la carta –elaborada por el chef belga Rudy Scholdis -, no nos queda
otra que alabar y felicitar esta apertura que repleta su comedor de día y
noche.
“Cocina
francesa adaptada al paladar chileno”, nos cuenta el chef, que con un perfecto
español nos relata parte de su vida, que incluye varias estrellas Michelin en
sus lugares de trabajo en Europa y sus años como chef ejecutivo en grandes
cadenas de cruceros. Como ya es usual en los chefs europeos que llegan a Chile,
él también se vino por el amor de una chilena y está comenzando a echar raíces
en nuestra tierra.
Su
leivmotiv es el pato. En todas sus formas y versiones. Como foie gras, ya sea
poêlé (13.000), con tarta de peras y salsa Williams; en terrina (12.000), con
una tarta de peras; en el clásico filete Rossini (24.000), hasta magret y confit
(14.000), en una partitura que conquista adeptos.
Pero
hay más… y bastante más. Con un servicio eficiente, atento y rápido, los platos
llegan a volar a mediodía, cuando llegan los ejecutivos del sector a disfrutar
las bondades del lugar. Una amplia cocina con una mise en place preparada para
esta invasión de comensales, que salen contentos y regresan periódicamente al
lugar, ya que en pleno Apoquindo es difícil encontrar un lugar de esta
categoría y con estas características.
Imperdibles
son el Gravlax de salmón con tostadas de pumpernikel, crema ácida y caviar oscietra
(8.000); el Ragú de champiñones con huevo pochado (8.000); la sabrosa carne del
Esturión, una novedad en Chile (13.000) y la famosa repostería francesa, como
sus Crêpes Suzette, Tarte Tatin, Gateâu Amandine y una soberbia Crème Brûlée,
todos al mismo valor (5.000).
Grato bistrot. Ameno y con una gastronomía que
asombra. Buenos vinos por copa, que desde los $ 3.000 es un gran aliado a la
hora de las cuentas. Entre nosotros, insistí que el café estaba ácido y debí
probar tres especialidades distintas para encontrar el sabor perfecto. Pero
mantuve mi posición. Veremos quién tiene la razón. Me las juego por una
limpieza al entramado de cañerías de la cafetera. Como en todos los comedores,
los detalles se solucionan cuando se advierten. Ojalá esté equivocado y ya lo
veré en mi próxima visita. Sea como sea, Amandine es una de las mejores
experiencias que he tenido este año. Hay que visitarlo. (JAE)
Amandine / Hotel Hyatt
Centric /Enrique Foster 30, El Golf