martes, 9 de junio de 2020

MIS APUNTES


SIETE GRANDES SOPAS DEL MUNDO

Cada continente, cada país y cada región tiene sus costumbres y tradiciones propias. Una manera de conocer mejor las particularidades de cada lugar es a través de su gastronomía. Muchos de los platos nacionales son sopas, una elaboración completa, reconfortante y muy apetecible en épocas de frío. Recorriendo el planeta a través de sus sopas, hemos elaborado una selección deliciosa, que darán ganas de degustar.



JAPÓN / SOPA DE MISO
La sopa de miso se toma en Japón en todas las comidas, la sopa de miso se prepara a partir de soja disuelta en caldo dashi, de pescado, y se le pueden añadir otros ingredientes como el tofu, algún pescado de temporada o alga wakame, que según la medicina tradicional china puede ayudar a mejorar la calidad de la piel y el cabello y a purificar la sangre. Es un plato que nos invita a la relajación, a pensar y a encontrar ese equilibrio entre cuerpo y alma que tanto cuesta alcanzar hoy en día.



UCRANIA / BORSCH (Sopa de betarraga)
La remolacha (o betarraga) es una hortaliza con propiedades antioxidantes que ayuda a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. La Borsch forma parte de la herencia culinaria de muchos países del Este, pero su origen lo encontramos directamente en Ucrania. Es una sopa que ha viajado, ha traspasado fronteras y ha ido adaptándose a las necesidades de aquellos que la preparaban para refugiarse de las gélidas temperaturas, es una sopa con historia.



MARRUECOS / HARIRA (Sopa de legumbres, carne y tomate)
La cocina marroquí es una muestra más de la diversidad y de los intercambios culturales que ha habido en este país a lo largo de los años. La harira, una sopa elaborada a partir de tomate, legumbres y carne, no decepciona. Es una elaboración completísima que nos aporta altas cantidades de nutrientes y es capaz de estimular y fortalecer nuestro cuerpo. La contundencia de esta sopa provoca que a menudo se incluya en la ruptura del ayuno durante el Ramadán para recuperar las fuerzas perdidas durante la abstinencia.



FRANCIA / SOPA DE CEBOLLA
La tradicional Soupe à l’oignon es una de las elaboraciones más reconfortantes y sencillas de preparar. A pesar de que en el siglo XIX esta deliciosa sopa pasó a formar parte de la gastronomía francesa, sabemos que muchas civilizaciones ya la preparaban durante la Edad Media. Nació como un plato humilde, como alimento de aquellos que no tenían nada más que comer, pero con los años se fue convirtiendo en un manjar muy preciado. La receta original se prepara con caldo de carne, tiras de cebollitas, pan y mantequilla, y cuando el plato se sofisticó, se incorporó un ingrediente clave, el queso que se funde con el calor de la sopa.



PORTUGAL / CALDO VERDE (Sopa de repollo y chorizo)
Este tradicional plato portugués es un clásico de su gastronomía y se prepara con chorizo ahumado, papas y repollo. Aun guardando muchas similitudes con el caldo gallego, el caldo verde es una elaboración propia de la región Miño, situada en la antigua frontera entre Galicia y Portugal. Esta receta, que en los inicios se preparaba para ocasiones especiales como después de medianoche o en plena madrugada durante las fiestas de fin de año, tiene dos de las cualidades que necesita un plato para ser reconfortante: posee un sabor suave y se sirve muy caliente.



PAÍSES BAJOS / ERWTENSOEP (Sopa de arvejas)
Cuando pensamos en los Países Bajos nos imaginamos campos de tulipanes y canales rodeados de gente en bicicleta, no solemos pensar en las prácticas culinarias que nos podría brindar el país. La verdad es que detrás de todo eso se esconden algunos secretos gastronómicos que son auténticos manjares para el paladar de muchos. Uno de ellos es esta sopa de arvejas consistente y sabrosa, que lleva también carne picada y salchichas y suele acompañarse con pan y queso, dos de los ingredientes que más se emplean en la cocina neerlandesa.


ESPAÑA / SOPA DE AJO
De la necesidad y el ingenio de la España antigua surgieron recetas como esta, que no solo son nutritivas y reconfortantes, sino que además permiten el aprovechamiento del pan duro. Esta delicia de la gastronomía española tiene también un origen humilde: agua, pan, ajo, huevo y pimentón son los protagonistas.