martes, 4 de agosto de 2020

LA NOTA DE LA SEMANA


EL CLOCHE

Cloche (en francés) hace referencia a un sombrero, también define a la campana (instrumento musical), pero además es un término de uso gastronómico, concretamente es un utensilio de cocina que tiene una forma similar a la de un sombrero o una campana y se utiliza para cubrir.

Hay muchos tipos de cloches o cubreplatos, de distintos materiales, formas y tamaños para adecuarse a los distintos alimentos o elaboraciones culinarias que se deseen conservar. La principal característica es que se trata de un utensilio abombado con un asa, cuyo diámetro se adapta al de la bandeja o plato sobre el que se va a posar. Aunque no siempre son redondos, también los hay ovalados, cuadrados o rectangulares.

 A veces pueden ser utilizados para preservar el queso a temperatura ambiente o para la repostería. También es muy práctico el que se utiliza principalmente en los restaurantes, generalmente son de acero inoxidable y lo que pretenden es mantener caliente un plato cocinado.

 Al ser de un material que no permite ver el interior, muchas veces se utiliza por el efecto sorpresa para el comensal, pero la principal función es que el cloche o cubreplatos proteja una elaboración culinaria cuyo servicio se va a realizar en la mesa, de la fuente de servicio al plato, con ello se favorece la conservación de la temperatura y su debida sanitización.

 Así pues, un cloche cumple la función de proteger los alimentos del aire y dependiendo del diseño y material, de mantener la comida en condiciones favorables para su consumo, algo que deberán asumir los restaurantes cuando abran sus puertas luego de tanto tiempo cerrados.