LA INVASIÓN GASTRONÓMICA PERUANA
Según cifras manejadas por la embajada del Perú en Chile, en Santiago hay 150 restaurantes peruanos. ¡Un placer!, dirán algunos, pero en la embajada están preocupados a tal punto que tienen intenciones de categorizarlos con la finalidad de entregar una visión verdadera de esta gastronomía. Aun existiendo la libertad para que cada empresario cree o ponga cualquier variedad de cocina en su restaurante, el problema va mucho más allá. Temen, por así decirlo, que malas experiencias ligadas con esta cocina terminen destruyendo la fama de la gastronomía peruana en Chile.
Para el Estado peruano su gastronomía es un estandarte en el mundo y por ello apoyan todos los buenos emprendimientos que se oficializan fuera de sus fronteras. El gobierno alaba y está dispuesto a invertir en ello (algo tan lejano para nuestra cocina chilena), y el hecho de que se hayan instalado tal cantidad de locales, no los tiene para nada contentos.
Conocemos la mayoría de los buenos emprendimientos que han formado los peruanos en Chile. También hemos visitado lugares que teniendo gastronomía peruana, sus creadores son chilenos al igual que sus cocineros. Hay de todo. Excelente, bueno, mediocre y malo de frentón, y preocupa a las autoridades que el mal producto afecte el prestigio de la cocina peruana en nuestro país. Ellos cuidan su gastronomía y creemos que tienen razón.
El boom de la gastronomía peruana podría llegar a causar los mismos estragos que tuvieron en algún momento los criadores de conejos angora, los que plantaron kiwis y los nuevos ricos que compraron terrenos para poner viñas. Se ilusionaron y perdieron. Nadie les advirtió quizá que el negocio es un problema de oferta, demanda y muchas espaldas. Y 150 restaurantes peruanos sólo en Santiago… ¿no será mucho?