Es cierto que la noche del lunes pasado fue especial. Pero una duda quedo rondando en mi cabeza. ¿Por qué siendo un país tan chico estamos tan divididos como China y Taiwán o Coquimbo y La Serena?
Es cierto que hay rivalidades en esto del mundo del vino chileno. Las grandes distribuidoras disputan palmo a palmo su primacía en la venta de vinos en nuestro largo país. Se pelean apenas el 10% del mercado de vinos embotellados. El sacrificio de los viñateros, a la larga, es una tarea titánica. No sólo elaborar sus vinos. Eso es la nada. El cómo, cuando y donde los comercializan pareciera ser el problema. Y en Catad’Or, tras 15 años de existencia, me dio parte de razón.
No vi sommeliers ni distribuidores en el evento. Tampoco muchos vitivinicultores presenciando quizá la entrega de una medalla otorgada por un jurado idóneo. Duele. Tanto como la apropiación indebida de la marca en países limítrofes para imitar un evento de esta naturaleza en Buenos Aires y Montevideo. Sin embargo, las medallas aplaudidas la noche del lunes tienen un mérito cierto. La cata fue a ciegas y tal como explicó el enólogo Sergio Correa, “Catad’Or es el norte de lo que está pasando con el vino en Chile”. Y tiene razón, ya que el número de muestras es significativamente la más grande que se logra reunir en un concurso de esta naturaleza en nuestro país.
La versión 15 de este certamen culminó con una cena de gala en los salones del hotel Grand Hyatt donde se degustaron platos coreanos elaborados por dos chefs de esa nacionalidad que trajo la organización del concurso. Un menú que se disfrutó con las muestras de los vinos enviadas al concurso.
En tierra derecha, los reconocidos. Siete grandes medallas de oro. Los triunfadores de la jornada. Entre ellos un descubrimiento: un cabernet sauvignon reserva de la viña Tamm, ubicada en Chimbarongo y novata en estas competencias. Otras novedades fueron las seis medallas para Casas Patronales; 5 para Carta Vieja, Casa Silva y Miguel Torres y el dominio absoluto de la cepa cabernet sauvignon, con 22 preseas igualando medallas con los tintos de mezcla. Mala fortuna para los pinot noir, con sólo una medalla, al igual que los petit verdot y malbec, con dos medallas cada cepa.
Un total de 52 viñas obtuvieron galardones y los principales, de una larga lista de premios, son los siguientes:
GRANDES MEDALLAS DE ORO.
Tamm Cabernet sauvignon Reserva 2008, Colchagua
Casas del Bosque Sauvignon blanc Reserva 20010, Casablanca
Casas del Bosque Sauvignon blanc Gran Reserva 2010, Casablanca
Requingua Potro de Piedra cabernet y cabernet franc 2008, Curicó
Caliterra Tributo Edición Limitada shiraz, cabernet y viognier 2008, Colchagua
Terranoble carménère Gran Reserva 2008, Maule
Haras de Pirque Character, cabernet sauvignon – carménère 2007, Maipo
En total se entregaron 7 grandes medallas de oro, 55 de oro y 47 de plata entre las más de cuatrocientas muestras que llegaron al concurso. Sinceramente Catad’Or merece un aplauso y ojalá una masiva participación el próximo año. Es el único concurso de vinos chilenos que tiene pantalones largos y eso debe reconocerse. (JAE)
Caliterra Tributo Edición Limitada shiraz, cabernet y viognier 2008, Colchagua
Terranoble carménère Gran Reserva 2008, Maule
Haras de Pirque Character, cabernet sauvignon – carménère 2007, Maipo
En total se entregaron 7 grandes medallas de oro, 55 de oro y 47 de plata entre las más de cuatrocientas muestras que llegaron al concurso. Sinceramente Catad’Or merece un aplauso y ojalá una masiva participación el próximo año. Es el único concurso de vinos chilenos que tiene pantalones largos y eso debe reconocerse. (JAE)