miércoles, 6 de abril de 2011

BUENOS PALADARES

LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA

SOLEDAD MARTÍNEZ (Wikén)

(1 abril) SANTO REMEDIO (Román Díaz 152, Providencia, fono 235 0984): “… probamos, con poca suerte, un mal cebiche a la peruana con cebolla amortiguada; ensalada griega sin más novedad que un abanico de palta; camarones ecuatorianos chicos a la bahiana con salsa dulce de coco y verduras salteadas; curry verde con bastantes ostiones y un penoso arroz con cilantro, y mediocre postre de tres leches. “En una segunda visita probamos el menú que ofrece Acevedo ($5.990), con sopa del día (espesa crema de choclo bien hecha con albahaca), plato principal a elegir entre seis, ensalada, postre y té frío con limón. Optamos por lasagna de berenjena, zucchini y tomate, con salsa blanca demasiado densa y queso gratinado, y un curry rojo de camarones de buen tamaño, en que la salsa -sabrosa aunque con el coco en pequeñas láminas secas- dejó sin cubrir parte del arroz. Bien la pannacotta con berries, y algo ácida la crema de maracuyá.” “Pienso que Pepe Acevedo merece un proyecto propio y completo, y ojalá pueda realizarlo, pues resulta perjudicado al promediar necesariamente los méritos de este extraño restaurante.”


ESTEBAN CABEZAS (Wikén)

(1 abril) 2920 GRILL (Luz 2920, Las Condes, fono 394 2000): “Primero un tártaro de atún y palta, rodeado de una salsa-sopa de sabor oriental ($4.900). Murió en menos de cinco minutos. Y luego láminas de lengua de vacuno en demi glas, sobre gajos de tomate despepado y con una ensalada de variadas hojas ($4.900). Para el amante de este "despojo" -qué calificación más dura y errada-, un ejemplo de cómo puede subir de pelo. Para quien aborrece esta carne, una posibilidad de cambiar de opinión.” “Ya en el fondo de la carta, un trío de preparaciones muy distintas y todas airosas. Una merluza austral con hojas salteadas y papitas, en su punto y en un tamaño ni mini ni mega ($8.900). Primer tanto. Luego, una ensalada realmente abundante, casi un cerro de hojas de espinaca con bastones grillados de berenjena y zapallito italiano, con algunos trozos de jamón crudo y tomatitos ($5.200). Demasiado grande, pero ¿quién protesta por eso?”


RODOLFO GAMBETTI (Las Últimas Noticias)

(2 abril) LA JUNTA (J.V. Lastarria 70, Santiago centro, fono 638 6864): “El restobar lo instaló Carlos Prochelle, también dueño del Bar Dublin de calle Constitución, y se extiende con sombrillas por la plaza con cervezas nacionales, importadas y especiales, desde artesanales a belgas. Su comida, informal: tablas de camarones, entraña, queso y champiñones ($12.000), salmón con ostión y puré de habas (($7.600), lomo vetado con charquicán ($7.500), o suprema de pollo con risotto de negro de calamar ($6.600). Una singular tubería que baja del techo, como periscopio, bombea el schop desde barriles de acero inoxidable. Y las construcciones de la plaza la dotaron de estacionamiento subterráneo, que sale directamente a ella.”


YIN Y YANG (La Segunda Internet)

(1 abril) LA MAR (Nueva Costanera 3922, Vitacura, fono 206 7839): “Para comenzar, hay un cebiche distinto llamado “a la piedra”, que lleva camarones ecuatorianos a la brasa, flambeados con pisco y leche de tigre, y con pasta de ají amarillo, que se acompaña con yuca andina y cebolla a la pluma. O las potentes “súper pinzas” de jaiba, aderezadas con ajo picado, rocoto, pisco, caldo de choro y pasta de ají amarillo. También ofrece un plato que suele ser difícil de encontrar en los locales de pescados y mariscos, las cocochas de merluza, en este caso servidas a la plancha y terminadas en un chimichurri caliente de rocoto, ajo, pasta de ají panka y vino blanco, algo muy distinto de la clásica receta vasca.” “Por último, dos recetas con el arroz como ingrediente principal: una paella “peruana” llamada arroz a la mar, que es un plato cocinado a fuego lento, con arroz arbóreo en caldo de crustáceos, ají panka, vino blanco y verduras salteadas, más pulpo, jaiba, calamares y pescado, todo bañado en salsa anticuchera además de alioli de rocoto. La otra receta, y la última que mencionaremos, es un risotto al pesto, también con arroz arbóreo cremoso y con el clásico sabor del pesto, acompañado de una chuleta de albacora fresca en salsa de soya y aceite de sésamo”


CARLOS REYES (Unocome.cl)

(2 abril) OSAKA (Isidora Goyenechea 3000 (4º piso), Las Condes, gfono 770 0081): “Ciro Watanabe, de negro y un cinto a la cabeza, viene a ser el rikishi, el luchador de sumo, de la jornada. Redondo pero con la gracia de un buen bailarín, rotundo en su sonrisa y ademanes, departe con todos los invitados con el mismo ritmo que dirige la cocina de Osaka, el restaurante nikkei de hotel W. Enfrente, la barra está poblada de cocineros que en días normales juegan con la velocidad, la precisión y la alegría, esa que proyectan a las mesas que lo llenan casi a diario. Es que debe ser una de las cocinas más entretenidas de Santiago, no sólo por el sentido del humor en el trato, sino también porque su propuesta gastronómica suele entregar tanto pirotecnia como contenido; mezclas culinarias con sentido; solidez de conceptos y sabor, sabor y sabor.”


BEGOÑAURANGA (El Sábado)

(2 abril) DEL BETO (Manuel Montt 1828): “Buen servicio, ágil y amable, que comienza con una panera con deliciosas sopaipillas y pancitos amasados, junto a un chancho en piedra, en mortero. Para morirse de rico. Hay todo tipo de especialidades chilenas, como sus famosas discadas, una mezcla entre parrillada y discos. La de mariscos es increíble. También hay perniles muy bien preparados, así como las papas fritas, buenas, buenas.” “El chupe de mariscos fue más decepcionante; seguramente traía muchos choritos, aunque el causeo de patitas, con queso de cabra y aceitunas, es delicioso. Postres de la abuelita, como la torta de merengue con lúcuma y la leche asada, dulce, dulce. ¡Un local que no falla! Todo un clásico y a muy buen precio.”


PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)

(3 abril) MILCAO (Vitacura 7580, fono 584 0103): “La carta no es muy larga pero sí variada. Probamos un tártaro de atún con mango, palta y sésamo, acompañado con plátanos verdes fritos cortados a lo largo (por lo que no los llamaría chips) y fideos de arroz fritos, en una bonita presentación. Estaba fresco y rico. Entre los fondos, una porción grande de panzotti rellenos de jaiba, con una salsa de ostiones y camarones que estaba sabrosísima, preparada con la cáscara de los camarones. También un salmón sellado con canela, crudito al centro, muy bueno, con puerros salteados y casi quemados a propósito para dar al plato un rico sabor. Venía acompañado de ollucos (tubérculos de origen peruano) cocidos. Nos pareció exquisito.” “El servicio fue muy amable aunque no tan expedito. La verdad, me gustaron mucho las propuestas y la comida del Milcao; habrá que volver.”