miércoles, 7 de marzo de 2012

MIS APUNTES GASTRONÓMICOS







WINEMAKER DINNER EN EL HOTEL W

¿Qué pasa si en una cena donde se presentan los mejores vinos de una bodega, los platos los superan largamente y opacan a la estrella de la noche?

Todo un dilema aun sin respuesta.

¿Qué pasa cuando la cocina de un chef de apoyo supera a la de sus propios jefes?

Otro dilema

Pero vamos por partes. Gracias a una iniciativa de la viña Morandé tuve la ocasión de estar la semana pasada en una muestra de platos y vinos en el NoSo del hotel W. La idea era presentar un vino diferente cada vez en conjunción con un plato preparado por Sergio González, el nuevo chef del lugar. Para los no conocedores, el chef asesor de este restaurante capitalino es el francés Jean Paul Bonduox, propietario de La Bourgogne, con sedes en Mendoza, Buenos Aires y Punta del Este. Él es el responsable gastronómico del lugar y durante largo tiempo alternaba sus estadías en Santiago con uno de sus chefs ayudantes Sabastién Fontes, que partió a México el año pasado. Ahí, Jean Paul le ofrece a Sergio, un argentino de 30 años y su ayudante en el hotel Alvear de Buenos Aires, venirse a Chile a asumir la titularidad del NoSo. Y gracias a ese intercambio de chefs, González preparó un menú especial de siete tiempos para degustar siete vinos de Morandé. Una buena ocasión para probar su mano.

Innumerable la presentación de los vinos y sus respectivos platos. De ellos, lo mejor en un pequeño resumen. Un siete para un trozo de salmón ahumado sobre una velouté de berros y huevo de codorniz junto a una pequeña tostada de pan brioche. ¡Sublime!, más aun cuando la acompañamos de un carignan Morandé Edición Limitada.

Indescriptible, como un jardín de atún apenas grillado con salsa de pimientos del piquillo y almendras tostadas, esta vez acompañado de un carménère de la misma línea Morandé.

Suave, como un tártaro de ostiones jumbo sobre un espejo de mango, que fue el plato que inicio esta presentación. Suave y rico, además de bien armonizado con un sauvignon blanc.

Potente, como un timbal de pollo acompañado de un risotto al azafrán.

Simple, como un trozo de asado de tira confitado, chalotas glaseadas y papines salteados al romero.

Dulce, como una crustillant de chocolate y helado de vainilla en rama, donde el Golden Late Harvest de Morandé obtuvo el aplauso final.

Gran cena y habrá que estar atentos al desempeño del chef González para conocer más de su creatividad y simpleza en el manejo de productos. La cocina del W y su comedor NoSo se está afianzando y si las cosas siguen en su cauce normal, el circuito gastronómico santiaguino tendrá un nuevo exponente. Acá hay una cocina seria, sabrosa y elegante. ¡Bien por ellos! (Juantonio Eymin)

NoSo: Hotel W. Isidora Goyenechea 3000, piso 4, Las Condes, fono 770 0082