martes, 30 de julio de 2013

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR

FUKAI
El imperio del roll naciente

Nicolás Rosen es un venezolano hijo de chileno, que tras ver el descalabro de la economía en su país, se trasladó a los Estados Unidos y de ahí a Francia a estudiar gastronomía. Luego se vino a Chile y en el recién inaugurado Patio Bellavista instaló su primer Fukai, un restaurante de corte nipón, donde los rolls son los protagonistas y los cócteles, su atractivo acompañante.

Definitivamente no soy de rolls y eso debo explicarlo antes de comenzar esta crónica. Aun así, y como corresponde en la práctica en esto de escribir de gastronomía, debo probarlos y evaluar cada uno de los platos que llegan a mi mesa. A pesar de que casi el 100% de su carta está basada en este californiano producto, existen algunos platos diferentes, aunque todos deben ser sazonados con la infaltable soya, el padrenuestro de la comida japo en el mundo.

Hace frío en Santiago y en el Fukai también. Para abrigar –al menos la garganta- aparece una botella de espumoso mendocino Finca Flichman Rosé, que recibimos de buen talante. Para partir, y engañar el estómago con algo que no fueran rolls, unas estupendas costillas de cerdo confitadas y glaseadas con salsa hoisin ($6.500 x 6 unidades), blandas y de gran sabor.

Hora de almuerzo y a pesar del frio reinante, el Fukai se comienza a llenar de familias y parejas que van por sus especialidades. Entre ellas, una nueva como el Trufa Roll, sin arroz, con camarones y verduras salteadas, envuelto en filete con salsa de trufa ($ 6.400), que realmente me gustó. De tamaño más pequeño que el normal de los rolls, es posible degustarlo sin desarmarlo, cosa que me ocurre con las demás preparaciones. Sin embargo, son varios los platos nuevos que están promocionando, como un buen Ceviche Furai Roll ($ 6.800), con pulpo, cebolla morada y fideos de wantan, todo cubierto con un ceviche de salmón y camarón.

El local, de paredes blancas y muy luminoso, no parece un sushi bar. Su decoración minimalista no intimida a los amantes del sushi en todas formas, que cancelan y un promedio de 11 mil pesos a mediodía y 15 mil en la noche, ya que a esa hora comienzan a salir los cocteles, donde los caballitos de batalla son el sour-jengibre y un especial largo preparado con sake.

Lo caribeño del propietario se palpa notoriamente en una de sus nuevas especialidades: el Banana Crunch Roll ($ 6.900), con salmón apanado en corn flakes, palta, queso crema y lonjas de plátano y miel de palma. Un roll agridulce de buen sabor y retrogusto.

A pesar de que la gran mayoría va por los rolls, y a sabiendas que no a todo el mundo le agrada esta especialidad, la carta del Fukai viaja por otros países ofreciendo especialidades como el Pad Thai, platos con arroz, al wok y algunos fondos menos nipones, donde la gran mayoría fluctúa entre los 5 mil y nueve mil pesos, algo bastante razonable en estos tiempos de buenas cosechas.

Si a un anti-roll (como lo soy), me preguntan si volvería próximamente, mi respuesta sería positiva, ya que el lugar es cómodo, limpio y aunque algo frío en invierno, merece una nueva visita. Claro que esta vez no iría a probar rollos y me dedicaría más a las especialidades como las variaciones al wok y a su buena coctelería. Además de su sopa miso, una de las genialidades de la cocina japo alrededor del mundo.

Existe otro Fukai en la Ciudad Empresarial. Me cuentan que es un exitazo desde las 13 a las 15 horas, donde llegan verdaderas hordas humanas a almorzar en esa ciudad que no es ciudad. Les creo, ya que pasadas las cuatro de la tarde en su local del Patio Bellavista, aun muchos se deleitaban con sus especialidades japo-californianas. Platos sabrosos ideados con un criterio amplio y que sobresale a otros lugares de esta naturaleza.

Bien por Fukai. Cumple su objetivo y no transa con la calidad y el servicio. Un pequeño ejemplo de cómo se pueden hacer bien las cosas. (Juantonio Eymin)

Fukai, Sushi Lounge & Asian Bistro, Patio Bellavista, Pío Nono 67, locales 66, 67 y 68, fono 2249 8750