“Para cocinar no hay que ser chef”
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Una esquina difícil ya que las
experiencias anteriores, a pesar de ser buenas, fracasaron más que nada por su
ubicación, alejada de los circuitos gastronómicos. Aun así, el matrimonio
compuesto por Arturo Platt y su mujer Silvana (la chef), botaron todo y
reconstruyeron esta esquina, transformándola en un local de dos pisos,
acondicionado para recibir 150 comensales, quienes disfrutan de una estética,
servicio e instalaciones de primer nivel. La idea inicial era torcerle la mano
al destino… y en eso están.
Silvana nació con el perfume de la salsa
bolognesa. En su casa familiar elaboraban las pastas, las salsas, conservas,
mermeladas… incluso el pan. Recuerda que su padre traía las piernas de cerdo
del sur y hacían una verdadera fiesta en torno a ella. Él traía un saco de sal
y colocábamos la pierna en una tabla de madera inclinada terminada en la parte
inferior en forma de V. Vertíamos la sal sobre la pata de cerdo… y debíamos
esperar unos 60 días para luego limpiarla y ponerla dentro de uno de los sacos
vacíos. Y se colgaba en una bodega oscura y seca que estaba al fondo del patio,
por varios meses. Al abrirla, la casa se llenaba de amigos y todo era una
celebración… no faltaba nunca la pasta… y si era invierno…. no faltaba la
polenta con bolognesa.
Y, como tiene pasta, Silvana salió de su
cocina para presentar parte de su carta de invierno, que sin ser sorprendente, es
un buen aporte a la continuidad de su ristorante. El uso de buena materia prima
es fundamental para la excelencia de sus antipasti, ya sean con prosciutto,
salmón o champiñones. Rica (y elegante) es también una sopa de zanahorias y
choritos, terminada con mascarpone; y la infaltable Caprese (9.800), con
mozzarella de búfala y tomates cherry.
La carta tiene un largo destacado en pasta
rellena y dura; risottos y ñoquis. Curioso, pero fino Spaghetti limone servido
con una salsa de queso mascarpone, limón y un toque de tomillo fresco (8.200). Fino
y recio resultó un Agnolotti di mele e
Gorgonzola, con ragú di coniglio (11.900), pasta al huevo rellena con chutney
de manzanas, pasas, nueces y queso
Gorgonzola D.O.P., servido con ragú de
conejo, y un potente Risotto di filetto (11.200), con grana padano, especias y
salsa de cabernet sauvignon, demostraron que uno de los buenos
conocimientos de Silvana, está en sus pastas, donde se nota dedicación y
trabajo.
Aplausos para los postres: Panna cotta
(3.900), tiramisú (4.200) y un Monte bianco (3.200), este último un
descubrimiento elaborado con castañas, cacao y mascarpone.
Abogada de profesión y cocinera de corazón,
Silvana sabe que aún tiene un camino que recorrer. Por ello, pronto viaja a
Italia a perfeccionarse en la elaboración de platos típicos italianos. Un
indicio de que tendremos Amicci para rato y que poco a poco está posicionándose
entre los que gustan de la cocina italiana, una de las más famosas a nivel
nacional. (Juantonio Eymin)
Amicci: Av. Apoquindo 7741, Las Condes, fono 2934 3725