martes, 10 de mayo de 2016

BUENOS PALADARES


CRÓNICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA

WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS
(MAYO) 040 (Antonia López de Bello 040, 2 273 29214): “Si en Santiago hay restaurantes alucinantes contados con los dedos de una mano, este es uno de esos dedos. Semi escondido dentro de un hotel de Bellavista, en Antonia López de Bello, entre Pío Nono y Constitución, lo que ofrece 040 es una cocina casi única en su estilo. Por su formato minimalista pero no por eso exento de gran sabor. Ni de genialidad.” “Y ahora, lo bueno, aunque el único problema para quienes lean esto es que las tapas van variando día a día, por lo que esta descripción es más un ejemplo que una recomendación. Pero bueno, vaya no más la descripción: y primero llegó una única ostra con helado de manzana verde y ají del mismo color. Luego, cuatro lenguas de almeja, limpias de sus naturales cochinadas anexas, con una ánfora llena de sopa de miso, para verter sobre ellas.A continuación, un paquetito hecho con láminas de palta -¡¿cómo lo hicieron?!-, relleno de sierra ahumada y con una gran mancha de gazpacho de comparsa. OMG. A continuación dos nigiris rodeados de una lámina de betarraga en vez de nori, con palometa y arroz inflado, algo agridulces y ligeramente picantes. OMG.” “Todo esto en el transcurso de una hora reloj. Sin esperas, con pura sonrisa y buena onda en el servicio, siendo que se trata de un restaurante que podría ser rancio en su estilo, debido a su calidad y precios. Pero no es así. Y tampoco es el local ultra hipster design. Es sencillo, despojado y al servicio del protagonista de esta obra: la cocina.”

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(MAYO) MATSURI (Hotel Hyatt. Av. Kennedy 4601, 2 2950 1234): “Esta vez quisimos partir por platos fríos y culminar con algunos calientes. El nigiri de pulpo Tako ($3.500, 2 grandes piezas) lucía un pulpo blandísimo y sabroso. El Aburi maki que vino después ($7.500, 8 piezas) fue de camarón con palta, queso crema, y envuelto en láminas de salmón grillado; también muy bueno, aunque quizá el salmón crudo hubiera estado mejor. La corona de estos introitos fríos fue el Futo maki ($7.800, 8 piezas), compuesto de camarón, huevo, pepino, espinaca, jengibre y champiñones shiitaki: una obra de arte de equilibrio de texturas y sabores.” “En el capítulo caliente, nos fuimos con un Kushi age ($9.000), frituras hechas con una mezcla de mariscos y pescados apanados, con salsas de jengibre y mirin. El tempura, hay que decirlo, se aprecia mejor cuando el batido envuelve a un solo producto. Pero, aparte de este comentario, no hubo nada que repararle a este plato.” “La culminación -y gloriosa corona- de la comida fue un plato de filete (Gyu tataki) que consistió en láminas de filete en buena cantidad, apenas selladas por fuera (pero selladas perfectamente), acompañadas de verduritas, y con una salsa de jengibre y jugo de algún cítrico, que resultó ser una perfecta delicia: algo que no debe omitirse en una visita a este lugar ($7.500).”

MUJER
PILAR HURTADO
(MAYO) PUERTO BELLAVISTA (Pío Nono 77, local 71, Patio Bellavista, Providencia. 2 2656 7015): “El restaurante es informal, uno como comensal no espera un servicio tan detallista y que por momentos parece exagerado por su excesiva preocupación en un ambiente tan relajado. Pero sigamos con la comida, de fondos pedimos un congrio frito (la carta ofrece albacora, congrio, corvina, merluza austral, reineta y salmón; yo pedí primero corvina pero no había) y como acompañamiento elegí cebolla caramelizada. El batido -opté por ajo chilote y hierbas- estaba muy bien hecho, crocante y del grosor preciso que permitía al pescado mantener su humedad interna. La cebolla, maravillosa, ¡me la comí toda! El otro fondo fue un plato sugerencia del chef, salmón envuelto con papas hilo -que se pidió a punto y venía así- con ragú de verduras y salsa de almejas a la albahaca.