DE LA OSTIA
Los
españoles saben divertirse. También con tapas y pintxos que son casi una
exclusividad en Europa. Si bien es cierto que en nuestro país salir “de tapas”
no se practica ya que nos gusta sentarnos y que nos atiendan, en esta típica
tasca española que ha crecido con nuevos comedores gracias a la demanda, se
genera un ambiente mágico, donde los habitantes y turistas disfrutan una
variada cocina que incluye la cocina más típica de la península Ibérica.
El
lugar es acogedor y bastante heterogéneo de público. Es de esos lugares con
onda, que la mayor parte del tiempo está repleto, lo que le da un ambiente
entretenido y dan ganas de quedarse pegado por horas, probando sus platos y
tapas presentadas en un gran menú puesto en la mesa a modo de mantel. Con un
servicio atento y cercano, poco tardan en comenzar a llegar las especialidades
que equivalen a media porción en el caso de los platos y una unidad en el caso
de la mayoría de las tapas y pintxos. Acá la reina de los líquidos son las
cervezas (Inedit en todas sus versiones), pero su carta de vinos –si bien no es
extensa- posee buenas etiquetas y mejor valor. La sangría y el tinto de verano
entusiasman a muchos y la barra junto a mesas comunes del segundo piso,
incentiva a los solitarios a conversar de la vida con vecinos generalmente
desconocidos.
Imposible
probar todo en una o dos jornadas. Buenas la croquetas de jamón (1.200) y los
pimientos al piquillo rellenos de merluza (3.900). Mejor aún –aunque no son
firmes sino muy jugosas- son las tortillas (en promedio $ 4.000) que alcanzan
perfectamente para dos personas normales y que vienen con agregado a elección.
La idea es entretenerse comiendo, conversando y compartiendo. Es posible que
algo no le agrade, como me pasó con unas alcachofas rellenas y fritas (4.100),
pero es la nada en comparación a la extensión de una carta que incluye
entretenidos y sabrosos productos.
Ubicado
en una de las calles más lindas (urbanísticamente hablando) de Providencia, hoy
en día repleta de buenos restaurantes e incluso un hotel boutique de renombre,
De la Ostia es uno de los grandes aciertos de una cuadra que comienza en la Av.
Providencia y finaliza en la Costanera Andrés Bello. Si la idea es compartir,
experimentar, sentir esa onda española donde todos son iguales, beber, comer y
–si desea- botar las servilletas al piso, es necesario visitar este bastión
español en Santiago que ya cumple 13 años desde su inauguración. No trabaja con
reservas y muchos esperan un buen rato para ingresar, lo que manifiesta el
prestigio de un lugar que pocas veces aparece en las páginas gastronómicas de
la prensa.
De
la Ostia no es el único restaurante de “tapas y pintxos” de Santiago, pero sí
es el mejor en su especie Sin duda un restaurante para tenerlo presente.
(Juantonio Eymin)
De la Ostia / Orrego Luco
065, Providencia / 22335 1422