martes, 11 de julio de 2017

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR


SABORES DE ANTAÑO

Nadie aprendió a comer en restaurantes. Con suerte –y cuando niños-, nos llevaban tarde, mal y nunca a alguno de ellos. Nuestra cocina fue entonces el hogar. Ahí dimos los primeros pasos y experimentamos los primeros placeres gastronómicos. Recetas de siempre que hoy aún se conservan en algunos comedores de nuestro país. Platos inolvidables que fueron la base de nuestros gustos culinarios. Para recordar sabores de antaño, recomendamos diez sabores y diez restaurantes donde poder deleitarse nuevamente con estos recuerdos que quedan para siempre en la memoria.
 



EMPANADA DE PINO
En algún momento de la historia, los hombres tuvieron la genial inspiración de cocer los alimentos envueltos en una hoja de masa, conservando todos sus jugos y olores en una costra comestible, una de las preparaciones más típicas y consumidas de nuestro país. Elaboradas en casa o en amasanderías, son de gusto transversal y sin distinción de clase. En este artículo destacamos las fabricadas en la panadería Tomas Moro, siempre ubicada en el ranking de las mejores empanadas de pino de la capital. (IV Centenario 1072 / Las Condes / 22220 8079

 

 
CAZUELA
Ya sea pollo, pava o distintos cortes de carne, la cazuela es y seguirá siendo uno de los íconos de nuestra tradición. Servida en un inmenso lebrillo de greda, una de las más sabrosas y enjundiosas es la que prepara diariamente Doña Tina, en su negocio del Arrayan. Es uno de los pocos platos que prepara personalmente y realmente es una bendición casi celestial (Los Refugios 15125, Lo Barnechea / 22321 6546)

 


 
 
 
FRICASÉ
Nuestro popular fricasé no tiene relación alguna con la receta francesa, sin embargo el placer que producen las texturas de las papas fritas, crutones de pan, acelga y huevo revuelto, lo convirtió en uno de los platos favoritos de los domingos de antaño. Perdido hace años en nuestros restaurantes, es parte del menú fijo de Raúl Correa y Familia, quien lo ofrece sus versiones filete o criadillas (para los más osados). (Av. Las Condes 10480 /2 2243 4747)

 



EMPANADAS FRITAS DE QUESO
Infaltable en el menú familiar del siglo pasado, las empanaditas de queso son una adicción para los que gustan de las masas fritas con un buen queso derretido en su interior. Famosas y siempre recién elaboradas, en El Rápido, con ochenta años de existencia, son las favoritas de los que disfrutan o trabajan en el centro de la capital ( Bandera 347 / Centro / 22697 0213) 

 

BIFE A LO POBRE
Este plato tiene la virtud de romper la sencilla y a veces relativamente poco sofisticada cocina nacional, donde la estructura colonial de la sociedad criolla nos legó muchas recetas más propias de comedor de un regimiento que las delicadezas de una cocina más refinada. Más aún: es la única preparación que tiene su propio día -19 de abril-, cuyo mito urbano lo basa en la mezcla de dos recetas: el bistec con huevo (y papas fritas) y el bistec con cebolla. En Juan y Medio ofrecen uno esos que cuesta terminar, pero se hace difícil poder dejar. Es un lomo liso o veteado de 400 gramos a la parrilla, acompañado de un cerro de papas fritas de corte casero, junto a los clásicos huevos fritos y una porción enorme de cebolla rubia. (J.M. Infante 51, Providencia / 22378 9277)

 


PALTA REINA
La Palta Reina es una de las entradas más típicas de la cocina chilena y solía estar presente en la mayoría de las celebraciones familiares como también tradicionales. Dejada de lado por los restaurantes debido a la popularización de esta receta, hoy podemos degustarla tal como se preparaba en los años 80 en La Casa Vieja, donde su versión clásica amerita conocer y saborear. (Av. Vitacura 8411  /22202 0355)

 

 
 
 
PESCADO FRITO
En épocas donde nada se sabía de merluza austral ni otros sofisticados pescados de nuestras costas, lo normal era comer lo que llamaban “merluza” o actualmente “pescada”. Generalmente frita y acompañada con puré, era plato obligado en las “fiestas de guardar”, como Semana Santa. En la actualidad, una de las mejores pescadas son las que ofrecen en El Ancla, donde cada plato lleva dos grandes filetes que sobrepasan los bordes. A la antigua y con el mismo puré de siempre, evoca recuerdos perdidos en nuestra memoria (Santa Beatriz 191, Providencia / 22264 2275)

 



POLLO ARVEJADO
Un viaje a la inocencia con sabor de hogar es una de las cualidades de este plato que por años fue considerado como uno de las recetas más apetecidas por todos los integrantes de la familia.  Con pollo y arvejitas en su composición básica, hoy es posible comerlo en el restaurante El Beto, acompañado con arroz o papas fritas para que los jugos de la preparación se impregnen en la guarnición. Rico y casero, es un clásico de nuestro folclore gastronómico. (Av. Vitacura 5321 / 22218 5474)

 



GUATITAS  A LA JARDINERA
Se aman o se odian. No hay terceras opiniones. Las guatitas eran uno de los subproductos cárneos más recurrentes en los hogares familiares.  Por ello, de vez en cuando nos cocinaban guatitas preparadas con una mezcla de arvejitas, zanahoria, longaniza, pimentón y aliños propios (como La Negrita). Aunque en España y Francia sea un plato gourmet, acá nunca se le rindieron los honores que merece. Sin embargo en la carta de Don Peyo, es dato fijo y sabroso. (Lo Encalada 465, Ñuñoa / 22341 5978)

 


LECHE NEVADA
Los que aún recuerdan el aroma a vainilla que emanaba del horno cuando estaban preparando la leche nevada, uno de los postres más tradicionales que tiene nuestra limitada repostería, buscan con interés algún lugar que preparen esta delicada preparación. En el Divertimento Chileno tienen una receta infalible, con canela y todo, que seguramente trasladará a más de uno a la mesa familiar de antaño. (Av. El Cerro s/n, esquina Pedro de Valdivia Norte, Parque Metropolitano / 22975 4600)