martes, 11 de julio de 2017

MIS APUNTES


 
040 RESTAURANTE Y ROOM 09

Con sólo ocho habitaciones, el hotel – boutique Tinto se encuentra en pleno barrio Bellavista y ocupa una casona de estilo art decó construida en 1927, completamente remodelada y restaurada. Allí, en su planta baja, se encuentra el 040, un restaurante con una gastronomía inusual que ha llamado la atención del público y la prensa especializada.

Como un espectáculo, de lunes a sábados el lugar ofrece dos funciones. A las 20 y 22 horas. La idea es que el público que asiste a este restaurante consuma los 12 pasos que contiene el menú en forma casi simultánea. Para ello, un pequeño ejército de mozos –todos con estudios de sommelería- se mueven coordinadamente entre las mesas explicando las porciones entregadas y su maridaje. Un reloj como los suizos: a la perfección.

En la cocina, otro ejército, esta vez comandado por Sergio Barroso, un español que llegó al país hace algunos años a abrir el restaurante Alegre, en Valparaíso. Allí se dio a conocer y se destacó por su pulcro y “artístico” trabajo mezclando productos chilenos de altísima calidad con sabores mediterráneos. En sociedad con el empresario  Raúl Yáñez, dieron forma a este 040, un lujito que es necesario conocer para entender la nueva movida gastronómica de la capital.

Un menú degustación de 10 platos salados y dos postres es la oferta, a un valor único de $ 35.000. El maridaje –y dependiendo los vinos- puede variar entre 15 y 35 mil pesos, que no obliga a nadie ya que simplemente se puede optar por beber una copa de vino o agua. La consigna es respetar los tiempos ya que toda la carta debe ser consumida en poco más de una hora y media. Tan sólo ver cómo van saliendo las preparaciones de la cocina ya es todo un espectáculo.

Las porciones son pequeñas, obvio. Tipo tapas españolas pero con el agregado que acá hay una preparación de los productos y no es una tapa tradicional donde se ofrece un producto, ya sea frio, caliente o apanado. Acá hay elaboración y eso lo hace absolutamente diferente. Vanguardista, la cocina no se incomoda con las mezclas como un elegante y sabroso Dumpling de costillar de cerdo con un shot de su caldo ahumado, o una porción de plátano frito con cebiche de reineta. Es imposible en poco espacio analizar plato a plato, ya que será eterno, pero la muestra completa es asombrosa y deja satisfecho a cualquier comensal. Son mini platos sabrosos, creativos y bien pensados que convierten al 040 en un imperdible.

Pero eso no es todo. Finalizada la cena, los comensales son guiados –por intrincados pasillos y un ascensor antiquísimo- a la azotea del edificio, donde recrearon un bar de antaño, al estilo norteamericano en la época de la prohibición. Acá, en el 09 Room, en referencia a la novena habitación de este pequeño hotel, la coctelería moderna y viejos whiskys de malta y martinis invitan a un tranquilo y conversado bajativo luego de la cena, obviamente que con un costo adicional.

En resumen, en el 040 y el Room 09 se vive toda una experiencia diferente. El lugar es absolutamente discreto y tranquilo para no perturbar a los pasajeros del hotel. Con menos de dos años de operaciones, ya ha sido premiado en varias oportunidades y merece una visita, la cual debe ser reservada con antelación ya que el comedor sólo puede recibir a 40 comensales por turno (y todos deben llegar a la hora exacta).

Si quedó intrigado, vaya a conocerlo pronto. (Juantonio Eymin)

040 Restaurante /Antonia López de Bello 040, Barrio Bellavista / 22732 9214