040 RESTAURANTE Y ROOM 09
Con
sólo ocho habitaciones, el hotel – boutique Tinto se encuentra en pleno barrio
Bellavista y ocupa una casona de estilo art decó construida en 1927,
completamente remodelada y restaurada. Allí, en su planta baja, se encuentra el
040, un restaurante con una gastronomía inusual que ha llamado la atención del
público y la prensa especializada.
Como
un espectáculo, de lunes a sábados el lugar ofrece dos funciones. A las 20 y 22
horas. La idea es que el público que asiste a este restaurante consuma los 12
pasos que contiene el menú en forma casi simultánea. Para ello, un pequeño
ejército de mozos –todos con estudios de sommelería- se mueven coordinadamente
entre las mesas explicando las porciones entregadas y su maridaje. Un reloj
como los suizos: a la perfección.
En
la cocina, otro ejército, esta vez comandado por Sergio Barroso, un español que
llegó al país hace algunos años a abrir el restaurante Alegre, en Valparaíso.
Allí se dio a conocer y se destacó por su pulcro y “artístico” trabajo
mezclando productos chilenos de altísima calidad con sabores mediterráneos. En
sociedad con el empresario Raúl Yáñez,
dieron forma a este 040, un lujito que es necesario conocer para entender la nueva
movida gastronómica de la capital.
Un
menú degustación de 10 platos salados y dos postres es la oferta, a un valor
único de $ 35.000. El maridaje –y dependiendo los vinos- puede variar entre 15
y 35 mil pesos, que no obliga a nadie ya que simplemente se puede optar por
beber una copa de vino o agua. La consigna es respetar los tiempos ya que toda
la carta debe ser consumida en poco más de una hora y media. Tan sólo ver cómo
van saliendo las preparaciones de la cocina ya es todo un espectáculo.
Las
porciones son pequeñas, obvio. Tipo tapas españolas pero con el agregado que
acá hay una preparación de los productos y no es una tapa tradicional donde se
ofrece un producto, ya sea frio, caliente o apanado. Acá hay elaboración y eso
lo hace absolutamente diferente. Vanguardista, la cocina no se incomoda con las
mezclas como un elegante y sabroso Dumpling de costillar de cerdo con un shot
de su caldo ahumado, o una porción de plátano frito con cebiche de reineta. Es
imposible en poco espacio analizar plato a plato, ya que será eterno, pero la
muestra completa es asombrosa y deja satisfecho a cualquier comensal. Son mini
platos sabrosos, creativos y bien pensados que convierten al 040 en un
imperdible.
Pero
eso no es todo. Finalizada la cena, los comensales son guiados –por intrincados
pasillos y un ascensor antiquísimo- a la azotea del edificio, donde recrearon
un bar de antaño, al estilo norteamericano en la época de la prohibición. Acá,
en el 09 Room, en referencia a la novena habitación de este pequeño hotel, la
coctelería moderna y viejos whiskys de malta y martinis invitan a un tranquilo
y conversado bajativo luego de la cena, obviamente que con un costo adicional.
En
resumen, en el 040 y el Room 09 se vive toda una experiencia diferente. El
lugar es absolutamente discreto y tranquilo para no perturbar a los pasajeros
del hotel. Con menos de dos años de operaciones, ya ha sido premiado en varias
oportunidades y merece una visita, la cual debe ser reservada con antelación ya
que el comedor sólo puede recibir a 40 comensales por turno (y todos deben
llegar a la hora exacta).
Si
quedó intrigado, vaya a conocerlo pronto. (Juantonio Eymin)
040 Restaurante /Antonia
López de Bello 040, Barrio Bellavista / 22732 9214