martes, 9 de enero de 2018

BUENOS PALADARES


CRÓNICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA

LAS ÚLTIMAS NOTICIAS
RODOLFO GAMBETTI
(ENERO) CAPPERI (Av. Italia 1463): “Buena ocurrencia: ir a comer en italiano al barrio avenida Italia. Una casa larga, de patio con matas de laurel, arce y buganvillas, reciclada en un fresco y plácido ristorante.” “Y vengan el ragú en sobrias albondiguillas, y los refrescantes involtini de verduras. Y una maravilla entre las pastas: sus penne rigate con guanciale, como llaman los italianos a los fideos acompañados preparada con tiras de mejillas de puerco (carrilleras en español), ricas en colágeno, secreto de la eterna juventud, que no es común encontrar en la oferta nacional. Entre las rellenas ofrece ravioli mediterranei ($9.000) con forma de peces, hechas con mariscos y pescado. Destaca un plato de pequeños, sabrosos y ligeros gnocchi al pesto ($7.500).” “Tiene vinos italianos por copa, lo que da la oportunidad de probar estos mostos generalmente más delgados que los nuestros, pero con amplitud expresiva. Como un rosso piceno, un tinto de Ascoli Piceno, de la región italiana de Le Marche. Tiene también vinos de La Toscana, Emilia y Friuli.”

WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS
(ENERO) PIPIOLO (Orrego Luco 34, Providencia / 22710 5451): “Bien ubicado en Providencia, donde antes estuvo El Jardín de Epicuro y luego Luco, la sanguchería Pipiolo lleva unos meses abierta, pero a ratos no se nota.” “Aquí se apuesta por combinaciones atractivas entre panes. Y por contar con cervezas artesanales de calidad, hartas en formato schop. Esa es la combinación ganadora. Y el sabor, tanto en lo líquido como en lo sólido, no defrauda. Pero hay una situación que debe cambiar urgentemente, aparte de los tiempos: la frescura del pan.” “Entonces, aquí hay cocina y hay buena propuesta. Les falta más cuidado no más, señores del Pipiolo.”

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(ENERO) DA NOI (Av. Italia 1791, Ñuñoa / 22274 2001): “Este local, sencillo, sin grandes preocupaciones decorativas y de precios moderados, suele experimentar llenos de tal magnitud los fines de semana que, a menudo, hay que hacer cola en la entrada. Lo que es un testimonio de la afición chilena a los "tallarines" y a todo lo que lleve salsa de tomate y queso.” “…otro plato que catamos fue uno de panzotti rellenos con alcachofa y un poco de aceite de oliva ($7.900) que nos deslumbró por su sencillez y calidad: el relleno de alcachofas estaba constituido por láminas de esta hortaliza, perfectamente reconocibles y mordibles, algo que jamás nos había tocado en preparaciones similares en otros lugares, donde suele uno encontrarse con un purecito de alcachofas más bien insípido. ¡Qué absoluta delicia estos grandes panzotti, que llegaron en buen número! Ciertamente hay en la cocina alguien que sabe, que tiene refinado paladar. O sea, no todo aquí es dar en el gusto al palurdo que llega pidiendo que en su plato haya harta, harta salsa y harto queso.”