MATSURI
En plena transición para
convertir el ex Grand Hyatt en un hotel de la cadena Mandarin Oriental, el
Matsuri propone una nueva carta de Teppanyaki, donde se cocina sobre una
plancha de acero.
El
teppanyaki es una moda que a pesar de lo que muchos piensan, no es de origen
tradicional japonés. Fue ideado por el restaurante Misono en Japón en 1945 y
dio muy buen resultado entre los turistas. Desde entonces en occidente se ha
ido enfatizando el espectáculo y restaurantes como el Benihana de New York
fueron los primeros en combinar este arte con un poco de malabarismo.
Cuando
abrió en Santiago el restaurante Matsuri -y ante el éxito logrado en el
occidente- se instalaron dos mesones de acero en el segundo piso del local.
Tras el traslado del chef Roberto Yagui, los ejecutivos a cargo de la
remodelación del establecimiento (que actualmente opera con el nombre de hotel
Santiago), decidieron contratar a Juan Osaki, chef japo-peruano ligado a una
familia de cocineros. Con Osaki a la cabeza, idearon un nuevo menú Teppanyaki
de seis tiempos y que estará en forma fija y diariamente en este restaurante,
uno de los más célebres de la capital.
El
menú y la operación de la plancha caliente está a cargo de Amaro Valdés, maestro
de teppanyaki, quien aprendió el oficio luego de ser ayudante de los chefs
japoneses que manejaban estas tablas de acero. Para iniciar, y luego de un
pequeño aperitivo con cuatro pequeños rolls, Valdés nos sorprende con unas
sabrosas empanadas japonesas de atún (Maguro Gyosas), que venían acompañadas de
dos brochetas de pollo con salsa teriyaki, de equilibrado sabor. Mientras
degustábamos las gyosas y el pollo, disfrutábamos la visión del chef, quien con
destreza cocinaba a la plancha trozos de salmón y grandes camarones que junto a
vegetales de la estación y salsa ponzu, sería el próximo plato de este menú,
convirtiéndolo -personalmente- en lo mejor de este relajado almuerzo.
Hay
que ir con tiempo y ganas, ya que una vez limpia la plancha, trozos de filete
de res en salsa de sésamo junto a un arroz frito y coloridos vegetales se
cocinan para entregar posteriormente el quinto paso (y final) de esta
experiencia que resultó ser de gran agrado. Es un menú sencillo y práctico que
finalizó con una selección de helados y fruta de la estación. Simple ya que no
existen esas memorables experiencias que nos entregaron Tokijiro Yamada, Miriam
Moriyama y Roberto Yagui, que llevaron al Matsuri a convertirse en uno de los
grandes referentes de la cocina japonesa en la capital. Probablemente eran
otros tiempos y los nuevos operadores del hotel no desean adelantar las
atracciones que tendrán cuando el Mandarin abra oficialmente sus puertas. Por
el momento nos quedamos con esta propuesta, que tiene un valor de $ 35.000 por
persona, a la cual hay que añadirle el consumo de los líquidos.
Si
hacemos un pequeño resumen, este menú Teppanyaki es el más occidentalizado de
todos los que hemos degustado en este lindo espacio. Sin mayores sorpresas,
cumple con los objetivos del lugar, que es causar emociones varias al cliente,
distando eso sí, bastante de sus mejores épocas.
Esperemos
mejores tiempos.
Matsuri, Hotel Santiago,
Av. Kennedy 4601, Las Condes / 22950 3088