LOS ACEITES
DE OLIVA
El
nivel de calidad de los aceites de oliva chilenos no permite, de repente,
juzgar calidades entre diferentes productores. Lo más importante es que sus
producciones sean buenas y ello les permite ingresar a los mercados
internacionales, que son absolutamente más importantes que el nuestro. Por
ello, cuando tenemos la ocasión de hacer una cata de aceites, más allá de
disfrutar suavidades, sabores herbáceos y sutilezas, nuestras preguntas van por
el lado de la comercialización, tanto en Chile como en los grandes mercados
internacionales.
En
la actualidad no existen normas para la elaboración y venta del aceite de
oliva. En los anaqueles de los supermercados se pueden encontrar decenas de
marcas y de precios. El problema, que pronto deberían regular, es que no todo
el aceite que se vende es realmente oliva-virgen. Y como las etiquetas dan para
mucho, es importante saber reconocer marcas y productos de calidad. Irse por lo
seguro es hoy en día muy necesario. Hemos probado en muchas catas aceites de
distinto origen, etiquetados como oliva virgen 100%, más parece aceite para
máquinas de coser. No se entusiasme con una bonita presentación o un precio de
oferta. El buen aceite de oliva, sin ser caro, tiene su precio, Lo demás es
prácticamente engaño. Y mientras no nos decidamos por una marca de aceite que
comprar, busquemos las más importantes del mercado y no por precio. Así no nos
pasarán gato por liebre y podremos aderezar y cocinar a nuestro verdadero
placer sin pasar bochornos ni vergüenzas. (JAE)