LAS MEJORES
BATALLAS GASTRONÓMICAS DEL MUNDO (I)
Naranjas, tomates, harina
o merengue, cada ciudad tiene su favorita, pero a nosotros nos gustaron todas.
Así que prepárese para disfrutar de la gastronomía internacional de una manera
diferente a través de las batallas de comida más épicas del mundo. En esta
edición, dos grandes guerras.
GUERRA DE
MERENGUE Y CARAMELOS EN VILANOVA I LA GELTRÚ
Por
lo visto, en el Mediterráneo les gusta jugar con la comida porque cada año, en
Carnaval, los vecinos de Vilanova y la Geltrú se toman las calles y plazas para
arrojarle merengues a todo lo que se mueva, sin piedad. Parece ser que los
vilanovins no se tomaron muy bien la prohibición del Carnaval por parte de
Franco y decidieron protestar cada año el jueves antes de la Cuaresma usando
todo tipo de dulces como armas. Por si esto no fuera suficiente, el domingo el
pueblo se convierte en un campo de batalla en que los caramelos (cuando más duros
mejor) vuelan de un lado a otro.
A TOMATAZO
LIMPIO
La
famosa Tomatina de Buñol no podía faltar entre las mejores batallas de comida
del mundo. Es la madre de todos los festivales en los que la comida adquiere un
aspecto más recreativo que otra cosa y cada año recibe unos 40.000
participantes de todo el mundo. Lo que empezó en 1945 como la protesta de unos
adolescentes locales por no poder participar en un desfile de gigantes y
cabezudos ha derivado en una gigantesca batalla en la que a partir de las 11 de
la mañana del último miércoles de agosto se arrojan 125.000 kilos de tomates y
todo se tiñe de rojo.