LA CAIPIRIÑA
Cuando
se escucha la palabra Caipiriña, uno viaja mentalmente a Brasil (aunque no haya
estado nunca allí), y se imagina en sus playas disfrutando del calor reinante y
una caipiriña junto a muchas Garotas al ritmo del Bossa Nova.
La
Caipiriña (o Caipirinha, como se escribe en portugués) se convirtió en 2003 en
la bebida oficial de Brasil. Su origen podría ligarse al de las “batidas”, que
eran jugos de frutas mezclados con el aguardiente que sacaban del azúcar de
caña, la bien llamada Cachaça, bebida sobre todo en fiestas y rituales durante
el siglo XIX. La batida que más se bebía era la de limao, la cual evolucionó a
la capiriña de hoy día cuando se pudo mezclar con hielo picado, que le da ese
toque refrescante y especial.
Debido
al bajo precio de sus ingredientes, es consumida de manera masiva por todos sus
habitantes, siendo uno de los emblemas del país brasileño. Durante una época
estuvo prohibida en Brasil, ya que debido a su rápida expansión dificultó la
venta de vinos de Portugal. Este, como medida preventiva, decidió retirarla del
mercado para evitar pérdidas mayores.
Y
como no puede haber solo una historia en el mundo de los cócteles, pulula otra
versión que dice que, durante la epidemia de la Gripe Española, en 1918, se
daba a los enfermos una mezcla de miel, ajo y jugo de lima, que con el paso del
tiempo ha ido cambiando hasta lo que es hoy. Es increíble cómo un jarabe para
tratar la gripe termina en algo alcohólico. Sin duda, una gran idea.