LAS CRÍTICAS GASTRONOMICAS DE LA SEMANA
CARLOS REYES (La Tercera)
(14 noviembre) PREGO (San Pascual 72, Las Condes, fono 208 7550): “…su comida basada primero en pastas, luego en carnes y pescados, luce interesante por su tamaño y sabrosa gracias al oficio de su cocina. Partiendo por platos como el Fetuccinne e Bocconcini di Filetto ($ 7.900), pasta firme y sabrosa, que contenía dados de filete de intenso sabor gracias un salteo dedicado en champiñones y verduras. La lista es larga en ese segmento, destacando también los Ravioles Carlomagno ($ 7.900), rellenos de camarones ecuatorianos y salsa de mantequilla. Típicidad pura.” “Un servicio a la antigua, de corbata, preciso y con mañas bien disimuladas. Una carta de vinos que requiere ajustes en términos de diversidad, sobre todo en su carta por copas; una selección de postres -Tiramisú ($ 2.800) o Nuovo Cannoli Siciliano ($ 2.900), entre otros- donde nuevamente aparece la generosidad y la simpleza como denominador común. La suma de partes, da como resultado una trattoria de buen comer e ideas claras. Ni más ni menos.” “Si ya no es un clásico, al menos va camino a serlo.”
ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(14 noviembre) LA URUGUAYA (José Domingo Cañas 1301, Ñuñoa, fono 269 7570): “…¿cuánto cuesta una parrillada para dos, con lomo, morcilla, pamplona y chorizo? $6.400. Y sin cámara escondida.” “Van las recomendaciones: se pidió una parrillada algo mayor ($12.400), en la que los componentes de la básica estaban duplicados y perfectos, menos el extra: el asado de tira, que estaba duro y algo crudo. Pero los embutidos y el blandísimo lomo hacen que se olvide, un poco. De acompañamiento una ensalada de tomate (con cero genética) y palta a $1.400, unas papas fritas de lujo y de postre una torta chajá ($2.000), típica uruguaya, de bizcocho, durazno y merengue semi molido encima.” “Raya para la suma: bien comidos y gentilmente servidos, aunque a los mozos les vendría bien una Red Bull. Porque dan ganas de volver, pero en patota.” 5 tenedores
CARLOS REYES (La Tercera)
(14 noviembre) PREGO (San Pascual 72, Las Condes, fono 208 7550): “…su comida basada primero en pastas, luego en carnes y pescados, luce interesante por su tamaño y sabrosa gracias al oficio de su cocina. Partiendo por platos como el Fetuccinne e Bocconcini di Filetto ($ 7.900), pasta firme y sabrosa, que contenía dados de filete de intenso sabor gracias un salteo dedicado en champiñones y verduras. La lista es larga en ese segmento, destacando también los Ravioles Carlomagno ($ 7.900), rellenos de camarones ecuatorianos y salsa de mantequilla. Típicidad pura.” “Un servicio a la antigua, de corbata, preciso y con mañas bien disimuladas. Una carta de vinos que requiere ajustes en términos de diversidad, sobre todo en su carta por copas; una selección de postres -Tiramisú ($ 2.800) o Nuovo Cannoli Siciliano ($ 2.900), entre otros- donde nuevamente aparece la generosidad y la simpleza como denominador común. La suma de partes, da como resultado una trattoria de buen comer e ideas claras. Ni más ni menos.” “Si ya no es un clásico, al menos va camino a serlo.”
ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(14 noviembre) LA URUGUAYA (José Domingo Cañas 1301, Ñuñoa, fono 269 7570): “…¿cuánto cuesta una parrillada para dos, con lomo, morcilla, pamplona y chorizo? $6.400. Y sin cámara escondida.” “Van las recomendaciones: se pidió una parrillada algo mayor ($12.400), en la que los componentes de la básica estaban duplicados y perfectos, menos el extra: el asado de tira, que estaba duro y algo crudo. Pero los embutidos y el blandísimo lomo hacen que se olvide, un poco. De acompañamiento una ensalada de tomate (con cero genética) y palta a $1.400, unas papas fritas de lujo y de postre una torta chajá ($2.000), típica uruguaya, de bizcocho, durazno y merengue semi molido encima.” “Raya para la suma: bien comidos y gentilmente servidos, aunque a los mozos les vendría bien una Red Bull. Porque dan ganas de volver, pero en patota.” 5 tenedores
RODOLFO GAMBETTI (Las Últimas Noticias)
(14 noviembre) SAVINYA (San Martín 199, Viña del Mar, fono 32- 250 0600): “Acogedor, luminoso, el restaurante Savinya está en un muy buen momento. Como ocurre en la gastronomía de los casinos Enjoy, el chef Gionata Nardone organiza toda la operación, incluyendo el recién inaugurado centro de Antofagasta. En el Sanvinya está a cargo Luis Segovia. Los productos son notables. En entradas disponen ostra con gelle de lemon grass y caviar de menta, usando las técnicas que convierte un líquido en sorprendentes perlas luminosas. Carpaccio de wagyú con hojas de mostaza; centolla marinada sobre gazpacho de arvejas; ostión grillado con ragout de verdura y alcaparras; terrine de foie gras y pistacho; magret de pato con mermelada de puerros. Por cierto, cada plato tiene aún más pormenores, que convierten su nombre casi en una receta.”
SOLEDAD MARTINEZ (Wikén)
(14 noviembre) CÍVICO (Centro Cultural Palacio La Moneda (entrada por Teatinos o Morandé 26), fono 671 4260): “Pedimos tres pequeños cebiches: tradicional (corvina, limón de Pica, cebolla morada, rocoto y choclo peruano), mixto (corvina, ostiones sin coral, camarón e iguales aliños más ají amarillo) y uno muy fino al bloody Mary (ostiones y palta). Pese a la peruanidad evidente del conjunto, el picor se adaptó al gusto nacional ($4.200). La otra entrada fue carpaccio de wagyu, con excelente carne, lascas de parmesano, piñones araucanos e higos confitados, muy duros y, en esa forma, inadecuados. Aparte, gustosa vinagreta tibia con sabor a higos ($3.900). De fondo, gran presa de salmón al punto preciso con perfecto risotto de cebolla en rectángulos chicos, y encima del pescado caliente, ensalada criolla fría (mezcla asimismo típica de los vecinos del norte) de cebolla y camarones a falta de los erizos ahora en veda, y toque de champaña ($6.600). Sobresaliente garrón de cordero, de consistencia casi untuosa, con rica salsa y, en ollita separada, suave polenta con queso de cabra, champiñones y tomate confitado ($6.700).”7 tenedores
BEGOÑA URANGA (El Sábado)
(15 noviembre) BRISTOL (Alameda B. O' Higgins 816, Santiago Centro, fono 639 3832): “Contra todo lo que pudiera pensarse, y a pesar de estar en plena Alameda, no hay gran demora en llegar al hotel. Con su buen servicio, es siempre un agrado sentarse en sus mesas. Para comenzar, un esponjado de machas con camarones grillados sobre chutney de papayas, nada más chileno y delicioso. O un tártaro de atún marinado y caviar de frambuesas.” “Si la cosa va por sopas o cremas, no se puede dejar de probar la crema de garbanzos acompañada de codorniz rellena con pistachos y flan de queso parmesano. Imperdible. Y si se trata de llevar a turistas, hay una sabrosa cazuela sureña de cordero lechón y luche, acompañada con papas y salsa verde.” “Es como comerse un pedazo de Chile. Tal cual.”
(15 noviembre) BRISTOL (Alameda B. O' Higgins 816, Santiago Centro, fono 639 3832): “Contra todo lo que pudiera pensarse, y a pesar de estar en plena Alameda, no hay gran demora en llegar al hotel. Con su buen servicio, es siempre un agrado sentarse en sus mesas. Para comenzar, un esponjado de machas con camarones grillados sobre chutney de papayas, nada más chileno y delicioso. O un tártaro de atún marinado y caviar de frambuesas.” “Si la cosa va por sopas o cremas, no se puede dejar de probar la crema de garbanzos acompañada de codorniz rellena con pistachos y flan de queso parmesano. Imperdible. Y si se trata de llevar a turistas, hay una sabrosa cazuela sureña de cordero lechón y luche, acompañada con papas y salsa verde.” “Es como comerse un pedazo de Chile. Tal cual.”
PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(16 noviembre) DE CANGREJO A CONEJO (Av. Italia 805, Providencia, fono 634 4041): “El lugar sigue teniendo el mismo aire relajado y rico, y una terraza atrás que está maravillosa: piso tipo tablero de damas, paredes bien altas que te aíslan del mundo, una gran caída de agua que corre sobre unas piedras pegadas al muro, con calas, flores, helechos y ruidito de agua.” “De una carta que me pareció concisa, probamos dos entradas: vegetales asados con queso feta (un tipo de queso blanco, parecido al queso fresco) y envueltos en masa filo, con una salsa roja con un toque de pimiento, y también unos camarones con yuca y quínoa con salsa de maracuyá, ambos platos sabrosos y correctos. Luego compartimos un osobuco surcano, que venía acompañado de risotto de cilantro (muy peruano, pues su chef, Raúl Gamarra, viene de ese país) que estaba algo salado y la carne muy blandita. Yo me comí una gran ensalada verde que tenía espárragos al dente, palta, lechugas, hartos berros y trozos de jamón serrano. Será una ensalada nomás, pero todo estaba a punto, y eso no es poco, con buen aceite de oliva también. Terminamos compartiendo un pie de berries y limón, que no es otra cosa que un buen pie de limón casero con una salsa de berries no muy dulce encima. No será sofisticado, pero estaba rico.” Calificación: Bueno