miércoles, 1 de julio de 2009

LOS APUNTES GASTRONÓMICOS DE LOBBY



EL CID Y JOSEF GANDER
¿O Josef Gander y El Cid?

¿Cuántas páginas se habrán escrito de El Cid o de Josef Gander estos últimos 25 años? Creemos que muchas. Ni siquiera Gander lo sabe. Genio y figura de El Cid y del hotel Sheraton, debe ser uno de los chefs que más anécdotas debe acumular en su vida. Su difícil carácter lo ha distinguido por largo tiempo y son pocos los cocineros que han pasado por sus dominios y que no lo hayan odiado en algún momento. Italiano de nacimiento y suizo de formación llegó a Chile a las mismas cocinas que aun lo mantienen en los altos de la gastronomía nacional. Ya menos hosco que en sus inicios, se da el tiempo para conversar y reírse de si mismo, mientras se siente orgulloso de todas las etapas de su vida.

Le renovaron el año pasado “su” restaurante y también él renovó la propuesta. Sus clásicas preparaciones rococó debían reemplazarse en un comedor más moderno, más minimalista. Y lo hizo. Su última carta es atractiva y de alto nivel. Y sorprende.

Kir Royal y una amuse buche de salmón para comenzar a vivir una nueva experiencia. De partida dos pequeños y sabrosos trozos de foie gras con unas tostaditas Melba hechas con pan brioche. De gran gusto y perfección. Le siguen unos camarones antárticos bañados en salsa de naranja y vaina de vainilla de Tahiti acompañado de una hoja de pera caramelizada. Sabor y color inigualables para una combinación diferente y nunca degustada. Un syrah Chocalán para el primer plato y un sauvignon blanc William Cole para el segundo que armonizan a la perfección. ¡Que gusto nos estamos dando!

Tras un sorbete de limón de Pica, un fondo sorprendente por lo sencillo y rico. Un filete de vacuno grillado, perfectamente a punto, rojo en su centro y blandísimo, con una reducción de chalotas, médula y vino tinto, acompañado de verduras frescas donde sobresalían unas pequeñas hojas de col de Bruselas y una cinta de puré trufado que elevó el plato a cotas de perfección, junto a un cabernet sauvignon Tabalí, una combinación de alto nivel.

Mousse de chocolate con sorbete de guayaba y macedonia de frutos tropicales fue la nota dulce de la noche.

Gander volvió a la sencillez del lujo y del sabor. Sin parafernalias juega con sabores y aromas diferentes para un menú degustación que ahora estará a disposición del público que disfrutan el lugar. A pesar de que mi visita fue una fría noche de semana, el comedor estaba lleno de gentes. Y no precisamente turistas que alojan en el hotel. Sus clientes son santiaguinos con ganas de comer bien. Y eso es un buen índice.

Larga vida a Gander, podríamos decir. Gander y El Cid son actualmente sinónimos. Una dupla inseparable. Y muy gustosa. (Juantonio Eymin; Fotografía Josef Gander: Chef & Hotel).

El Cid. Hotel Sheraton Santiago & Convention Center. Av Santa María 1742, Providencia, fono 233 5000