miércoles, 3 de febrero de 2010

BUENOS PALADARES

LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA

ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(29 enero) MAJESTIC (Mirador del Alto Las Condes, local 3236, fono 213 1422): “¿Hay algo más rico que una cocina llena de especias que pegan en la nariz, de colores fuertes difíciles de ignorar y de un picor que deja su recuerdo en el esófago? ¿Por qué tras almorzar comida india, casi impajaritablemente, a la hora de cena uno se arrepiente de no haber pedido más y más cosas? Algo tiene de adictivo este recetario en general, y la cocina del Majestic en particular, por lo que antes había que peregrinar a la calle San Martín cuando el deseo era mucho. Así era antes, ya que ahora está la opción en Alto Las Condes, con la mismísima cocina, un espacio más amplio y una vista alucinante.”

SOLEDAD MARTÍNEZ (Wikén)
(29 enero) VENDETTA (Boulevard del Parque Arauco, Las Condes, fono 245 3398): “Como entrada, pedimos el antipasto Vendetta, para compartir, con pastrami, peperonata, queso de cabra, cebollitas caramelizadas en aceto balsámico, aceitunas, alcachofines rellenos con atún, berenjenas en gruesos cortes, gratinadas con queso mantecoso, anchoas y orégano ($6.300). Como se ve, muchos elementos —algunos de ellos excelentes— servidos en gran cantidad.” “Después optamos por los agnolotti (de masa demasiado gruesa, y por lo tanto dura en los bordes), rellenos con ossobucco cocinado al vino tinto, y acompañados de champiñones portobello en salsa de tomate con berenjenas asadas ($6.900), y gnocchi bien hechos con ragoût de cordero y salsa de estofado de esa carne a las finas hierbas ($ 7.500)”

RODOLFO GAMBETTI (Las Últimas Noticias)
(29 enero) NOSO (Piso 4 Hotel W, Isidora Goyenechea 3000. Las Condes, fono 770 0082): “Este fin de semana el eximio chef Jean Paul Bondoux, creador de restaurantes “La Bourgogne” de Buenos Aires, Mar del Plata, Mendoza y de este flamante NoSo santiaguino, presenta en acción a su compatriota y mano derecha, Jean Baptiste Pilou (ex del Hotel Ritz de París), en una cena de 7 estaciones acompañada por los vinos colchagüinos de Casa Silva.” “Según Bondoux, el joven Jean Baptiste “entiende bien las legumbres”. No se trata de alardear de los productos, ni de grandes porciones ni de sabores exóticos: lo que se busca es un placentero y magistral equilibrio de sabores. Un bocado de partida, una delicada tarta con hongos morilles. Una ensaladita con huevo mollet y untuoso jamón ibérico (sauvignon blanc); ostiones asados y mariscos en estragón (Sauvignon gris); un notable turbot con molecular caviar de aceite negro (con atractivo carmenere 2007 de Los Lingues). Como fondo, carré de cordero con berenjenas y aceite marroquí de argán, con un ensamblaje tinto Quinta Generación, excelente. Para concluir con granité de melón, tomillo limón, y damascos escalfados a la albahaca en crocante de limón (cosecha tardía 2009). Una experiencia (vinos incluidos, $ 49.000, cupos limitados) muy bien lograda.”

BEGOÑA URANGA (El Sábado)
(30 enero) EUROPEO (Alonso de Córdova 2417, Vitacura, fono 208 3603): “. La apuesta que hizo Carlos Meyer, el riguroso chef, por el joven y prometedor Gabriel Layera ha sido un acierto. Una dupla que se potencia y complementa con resultados deliciosos.” “Como, por ejemplo, el raviol de pato con salsa de naranja, que maravilló a un expertísimo peruano. El mero, acompañado de un guiso de porotos granados y morillas, ligeramente ahumado, resultó ser un plato de excepción, sin exagerar. Los camarones con un crispy de lima o los gigantescos y suaves ostiones de Canadá... difícil elegir, porque el atún estaba también irresistible.” “Un placer.”

PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(31 enero) OSAKA (Hotel W, Isidora Goyenechea 3000, 4to piso, Las Condes, fono 770 0081): “Llegué sin reserva. El lugar estaba lleno y nos sentaron en la barra, desde donde se puede ver trabajando al chef Ciro Watanabe. Esto se trata de cocina nikkei, es decir, japonesa más peruana. Preferimos pedir varias cosas a la vez, entre las que venían dos tiraditos: Mi Perú, sobre salsa de rocoto y con salsa de cilantro, y Carpassion, con miel de maracuyá, limón, berros y crocantes de filo. Estaba delicioso, pero quedó mejor con un poco del ají que pedí aparte (lo admito, ¡soy pegada con el tema!). Además probamos unas celestiales inca gyosas, empanaditas de pato confitado con cebolla caramelizada, shiitake salteado y salsa huancaína, una cosa tan espectacular –para mi gusto, claro–, que casi preferí pedir otra porción en vez de postre, pero no lo hice sólo para contarles cómo son los postres. Los bocados de causa de pulpo estaban bien OK. Y los ostiones Sapporo, a la mantequilla de cerveza Sapporo con hilos de camote a la canela, sabrosísimos.” “El servicio es muy atento y preparado, con una importante disposición a que uno lo pase estupendo.”