miércoles, 24 de noviembre de 2010

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR

¿Y SI FUESE VERDAD?

Durante años hemos sido detractores de la Guía Culinary. Nuestras razones son conocidas por todos y en general van tras la metodología de la encuesta. Nadie, ni siquiera un experto en esto de la gastronomía puede responder un cuestionario de esta naturaleza, a sabiendas de que en nuestro país sus ciudadanos no son, por así decirlo, buenos para recorrer establecimientos. A decir verdad y de lo bastante que sabemos, el grupo objetivo que se encuestó (ABC 1, que salen al menos tres veces al mes a cenar fuera de casa), generalmente repiten sus opciones gastronómicas. A decir verdad, nuestros clientes son estables y no buscan nuevas experiencias, a no ser que el poder de la prensa les diga lo contrario.

Es un tema largo de exponer. Pero hace unos días cenamos con una experta en marketing y le preguntamos sobre la guía -Si la encuesta fuese real, cosa que creo- comentó, quiere decir que la opinión de los expertos está divorciada del gusto o la imagen gastronómica de los clientes.

“Los cronistas se están transformando en seres similares a los críticos de cine”, prosiguió: “buscan detalles que al común de la gente no les interesa y al final ganan las películas hechas para la masa”. “No me extrañaría que algún día los cronistas de la gastronomía y del vino desaparezcan”.

Duras apreciaciones pero viniendo de una experta, es un “uppercut” a nuestros anhelos. La gastronomía, según ella, se basa en imágenes y en emociones. En figuras mediáticas que para bien o mal han entrado en el ideario colectivo de la población. –Pónganse en el caso de Starbucks, nos preguntó. ¿No es eso un producto del marketing?

Nuestra amiga confesó que ella también duda de que todos los entrevistados conozcan todos los restaurantes que escogieron. Es casi imposible, nos dijo. Sin embargo el fenómeno es real. Aspiracional, posiblemente, nos cuenta. “A todos nos pasa, no queremos parecer menos”. “Es posible que Astrid y Gastón sea el mejor restaurante de Chile y méritos tiene de sobra, pero ¿Quién lo puso ahí? ¿La popularidad de Gastón Acurio, la calidad indiscutida del restaurante o fue una respuesta aspiracional?

Definitivamente las encuestas no nos gustan. En Lobby, en sus inicios, las hacíamos. Eso hace más de veinte años. Hoy es distinto. Lo que antes se contaba con los dedos de las manos, hoy la oferta se ha multiplicado por cien. Creemos que la metodología de la encuesta del Culinary no es la mejor, pero también pensamos que los aportes hacia nuestros lectores no están a la altura de las circunstancias. A decir verdad, todos tenemos que mejorar. (Juantonio Eymin)